sábado, octubre 06, 2012

te traje algo


tenía un código secreto para diferenciar a los que iba a dejar en poco tiempo. un regalo. a veces era un presente pequeño, a veces artesanal, a veces era un regalo ofensivo, otras era algo sensacional. libros, tatuajes, comidas, dibujos, manuscritos, cachorros. cualquier elemento que pudiera independizar de su vida era el sutil mensajero del desprendimiento. el procedimiento no seguía ningún protocolo. en general, preparaba el regalo cuando había una cierta duda, una pizca de hastío, cuando detectaba un gesto de brutalidad que no podría tolerar en el futuro o simplemente empezaba a bostezar. un acto de naturaleza mágica, un conjuro no preparado con todos los ingredientes. el obsequio podía incluso contar con un bello envoltorio, porque en el fondo, no era cuestión de insultar a nadie. después solamente había que esperar uno o dos, tal vez más meses hasta que el beneficiario actuara en consecuencia y se mandara mudar.