miércoles, noviembre 28, 2007

sonrisa de mulato

pancho me trajo la obra completa de bolaño en pdf. dijo que mañana trae a quiroga y a cortázar. podríamos montar una cacería en second life con argumentos de esos cuentos memorables. o un cementerio virtual de autores queridos. leí algo sobre la muerte del cuento. del entierro del cuento, de la incineración editorial del cuento. de la batalla por vender libros por kilo y de la estúpida idea de los que compran libros solo porque esta bien y piensan que más páginas y más precio garantizan mayor calidad. me gusta el cuadro pero… ¿tendría uno que mida un metro más? una conversación frecuente en los tiempos que que atendía un local de arte. la prima tenía un cuadro y ella quería, uno más grande. algo me dice que tendré un fin de semana entretenido. me sonrió el mulato timido de siempre (cuando te agarre mulato ... ni esos lindos dientes te dejo). subió un poco la temparatura y ahora está elvis en loop y el bailoteo se hace obligatorio. play can change the world es mi lema esta noche. no pasa casi nada por aquí, pero es muy temprano. quizás más tarde aparezcan las sombras de unos fantasmas de unos gatitos que sacrificaron hace unas semanas. nacieron unos cachorros, son como bolas de pelo y la madre pasa todo el tiempo nerviosa, corriendo a su alrededor. que tarea dura la de ser madre, oh dios. no la envidio para nada. todos los días está desesperando ante las imprudencias de ese grupo de pelotas que se alejan de su cuerpo y se tiran alegremente a la calle. que tarea ímproba esa de mantener a un incosciente con vida. por suerte no hay más tránsito que el del tractor en la mañana y algunos carritos durante el dia. pero nada que pueda garantizar un perrito aplastado. podría pisarlo uno de los bueyes sin ni siquiera enterarse del insuceso que esto podría significar para la perra. tristeza y alivio tal vez, no podría decirlo. pregúntenselo a ella.

viernes, noviembre 09, 2007

que prontito te fuiste

soy la típica mujer que se lleva a la cama a hombres huesudos. hay una medida que generalmente se toma con el hombre de pie y perpendicular a nuestros ojos, es la medida que rodea el torso a la altura del ombligo. si estamos ante un espacio muy fino que apenas lo engrosan unos pelos de la panza despierta más de un suspiro. hace un tiempo me crucé con un sujeto que tuvo el bien de caminar sin camisa y sin quererlo me convocó a reflexionar sobre sus hombros y la increíble medida que despierta en mi ese afán de la modista, la científica o la fileteadora de pescado. esa noche no pude dormir pensando en como se desarrollarían los hechos inminentes. mi mente había quedado ocupada por el pensamiento obsesivo de la medida. algunas mujeres fantasean con la beauty cavity a la que le hemos dedicado algún post en el pasado, ese hueco en el muslo masculino, pero lo mío pasa por el paralelo del infierno. generalmente esa condición se dá en los cuerpos de hombres menores de treinta años, previo el deterioro que aporta el consumo contumaz de cerveza y grasas saturadas a la figura masculina. tuve oportunidad de mantener una segunda charla, con el prospecto ya vestido, unos días después. ahí percibí un fuerte vaho de alcohol. eso me compró un boleto sin retorno a una playa conocida, vivida muchas veces y absolutamente anti afrodisíaca. en segundos se borraron las fantasías tejidas mirando el techo. ni como un deseo, ni como un favor. ni como un error, ni como un descuido. se fueron tan lejos las ganas que descarté también la posibilidad de arroparlo para que duerma su borrachera sin que se agarre un calambre en el medio de la noche.

domingo, noviembre 04, 2007

olvidame

abrí el correo y todo parecía arder. acusaciones, reproches, dudas crueles, desorden. hice click y busqué otro. me invitan a no se que seminario a escuchar a un super nerd que hablara de algo que seguramente cambiara mi vida. lo anotaré, si no tengo nada que hacer ese día en el centro, iré hasta ahí a tomar un café con anteojos. me gusta la sonrisa del nerd. están en un periodo bastante luminoso. a veces, hasta son sexys. les costó, pero lo están logrando. nunca tendrán la cinturita del mozo del café ajustada con el delantal verde pero bueno, pocos logran tener semejante atributo. click. rebotó mi mail al primer violín. ok. ya dejó esa dirección. la gente no es consecuente con su domicilio electrónico. no importa, el primer violín no es un alimento básico de mi dieta. click. nadie manda un chisme lo suficientemente interesante o divertido. la ciudad está más ventosa de lo que hubiera querido. el tedio del sábado y el domingo hacen una cola y se desplazan por la pista vacía con el ritmo de una conga. click. no me entusiasman las películas de la cartelera. esperaré al jueves próximo. click. le corté el rostro, en buen romance. lo dejé ahí, bañado de indiferencia. mientras lo miraba, intentaba recordar algo desagradable de su persona, algo que me diera un poco de asco. a falta de elementos reales, inventé una hilera de verrugas rosadas en el centro de su espalda. no tuve que fingir, le hable con verdadera repulsión. él trató de seguir la conversación, con esa técnica de remo en contra de la corriente que lo caracteriza. pero la catarata lo empujaba al abismo. lo corté con un silencio y la típica mirada del bulldog antes de merendarse al caniche. se escabulló como una rata herida. hice un esfuerzo por traerlo a mi mente, desnudo, tumbado, dormido. en ese momento me acorde que era lindo. como cualquier joven digamos, nada que merezca una reverencia. .