lunes, diciembre 06, 2004

quiero un perezoso

manejaba un transatlántico con un sistema muy primitivo de navegación . tenía una esfera con agua, transparente, frente a mí, colocada en una base y debía asegurarme que el nivel no se descompensara . en la cubierta había cientos de jubilados dormitando al sol en reposeras. yo intentaba llegar a tierra porque aspiraba a llevarme una de esas reposeras, tipo perezoso, a casa.

escatología de la vida cotidiana

la escatología es la ciencia que se dedica a analizar el final o finales de las cosas. entre sus temas favoritos figuran por ejemplo el apocalipsis, el milenio, el efecto 2K, etc. hombres y mujeres sabemos que vivimos en una gigantesca cinta de moebius en la que cada segundo de nuestas vidas está signado por un insignificante final. la caída imperceptible de un pelo, el desprendimiento sutil de una célula muerta, la llegada a la parada cuando el bus ya pasó, la campanilla del teléfono que suena cuando ya salimos de casa. vivimos rodeados de un discurso oficial de perpetuidad cuando la vida cotidiana nos indica que vamos indefectiblemente hacia la muerte ¿ qué final más rotundo que ese ? así que nos ofrecen slogans baratos como " amigos para siempre " o " hasta la que muerte los separe " y nosotros los compramos presurosos y hacemos reallity shows donde ellas se lamentan porque él se fue con otra, " yo pensaba que lo nuestro sería para siempre "... y cada vez que tiras la cadena se van por el agua del retrete cientos de hormonas que garantizaban tu día de ayer en la tierra, nunca el de mañana. y sigues comprandote cremas rejuvenecedoras y te tiñes las canas de la cabeza y te vas a correr a la rambla con ropa de pendejo aunque tengas 65 y estés cansado y reumático, porque necesitas estar " actualizado ". lamento decírtelo, pero no eres más que un resto, lo que viene quedando despúes de tantas pérdidas, por segundos, por minutos, por horas, por días y meses y años. un simple excremento en sus últimas horas.