miércoles, julio 27, 2005

nadie

después de la una, en el bar, están los felices, los que tienen mesa reservada o los que llegaron temprano y ya estan servidos. además, están los entenados que hacen cola, intentan seducir de alguna manera a la recepcionista y también los que quedan con cara de frustración vagando por la zona de la barra. las mujeres, generalmente llegan en barra y enseguida se victimizan. están los tipos prácticos que se arreglan en cualquier lado, igual en la zona de la puerta, donde es más oscuro y a cada rato se cuela un chorro de aire frío. vino además el que mete el pecho y tarta de colarse. el prepotente. la distraída, el pertinaz . la parejita que se manda al salón y cuando son atrapados in fragantti, regresan con la humillación de ser corridos por el servicio. caminan conscientes de su escarnio, imperceptible para el resto que mastica. estoy en uno de esos lugares adonde van las estrellas. mi aspecto, es tan exótico, que algunas celebridades, que pasan por mi mesa y me saludan, para no quedar mal. estoy en la entrada, en la mesa más evidente, junto a la recepcionista. ya pasaron tres, es muy graciosa la situación. ahora veo a dos provincianas que vinieron, como yo, a ver famosos comer. están desorientadas por mi culpa. no pueden parar de hablar de mi, mientras la recepcionista las tortura y las obliga a esperar paradas una mísera mesita. revisan una y otra vez las tapas mentales de las revistas ilustradas que consumen y descartan que sea tal o cual. entonces…¿ quien es ? “ nadie” , concluye la más astuta y me descubre en mi franca impunidad.