jueves, marzo 31, 2005

31 cerrado

este dia no habrá post por razones de cumpleaños. nos reencontramos el 1º de abril con un año más de experiencia.

incomunicado

hace dos meses me cambié de casa. no me cambié, en realidad me robaron y me trajeron para acá. este es un aguantardero de perros robados, está en los altos de una casona de la ciudad vieja, cerca de la calle alzaibar. se el nombre de la calle porque los perros no somos ningunos ignorantes y cuando me sacan a pasear, después de las doce de la noche, leo los carteles para orientarme. la gente es tonta y se imagina que nosotros nos guiamos por el olfato y por eso no nos perdemos en la ciudad. pero no, llegamos igual que ellos, por los carteles con los nombres de las calles. hay mucho perro bruto que nunca logra dominar el abecedario, eso también es cierto. pero yo soy un perro de raza, manejo seis idiomas, se andar en este mundo. aquí soy un desperdicio, creo que pidieron mi rescate pero nunca llegó la plata. la dueña de aquí se encariñó porque tengo las patas cortitas y ahora dice que soy su perro. estoy lleno de pulgas y me da mucho asco tener que quedarme acá para siempre pero tampoco se me ocurre una forma de contactar a mis antiguos dueños, que viven en carrasco y son dos norteamericanos jubilados, bañados en oro, para que me lleven otra vez a casa. si al menos hubiera un teléfono en esta pocilga...

miércoles, marzo 30, 2005

ara pacis

caminaban ensimismadas, alrededor de la enorme pieza de mármol tallado dos mil años antes que ellas llegaran al mundo. en la silenciosa habitación de cristal, no había nadie más. recorrieron cada una de las imágenes que retrataban, como si fuera la foto de un asado familiar, a todos los parientes del emperador augusto. todos caminando en sentido horario alrededor de las caras perpendiculares al piso de un prisma de color cremoso. las togas de las damas, las sandalias de los niños, posiblemente nietitos del homenajeado y cuantos detalles más de esas personas que en vida fueron auténticamente inmortalizadas gracias al talento de un escultor ignoto. acababan de desembarcar en roma y salieron a estirar las piernas. por azar llegaron hasta ahí, ahora estaba paradas frente al más prestigioso relieve de la historia del arte. les dijeron que los trozos de este espectacular monumento fueron dispersos por el mundo y vendidos en ferias, enterrados y también exhibidos con orgullo en grandes museos europeos por mucho tiempo. algunos de estos pedazos, fueron asombrosamente devueltos por sus supuestos propietarios, para volver a formar parte de esa narración simple y conmovedora, de la vida.

martes, marzo 29, 2005

descubrimiento

cuando empujó la puerta del armario lo encontró ahi, dormido y acurrucado entre sus calzones.

lunes, marzo 28, 2005

lucas en el santo sepulcro

el viernes me fui a la ciudad vieja de jerusalém, al vía crucis. aluciné con los detalles claro, como la tiendita que queda atrás del santo sepulcro y atienden los coptos. no entran ni los muertos y toda la parafernalia religiosa, aparte de ser made in china, es horrible, cachafaz. lucecitas de colores alrededor de la imagen de jesús. los etíopes, que ocupan el techo del santo sepulcro desde el siglo VI - no los dejaron entrar por negros - tienen mejor gusto, una onda rasta, con vírgenes colorinches pero graciosas. me crucé con el corresponsal de tve, al que me trago todo los días en el noticiero. entrevistaba a los cristianos que llegaron de la india, todos con sari, tercer ojo rojo y rezando a la virgen. en la procesión, me puse atrás del cardenal , siempre pegado, tenía a su guardaespaldas que no me quitaba los ojos de encima, me recordó los tiempos de megalomanía, como cuando me metí junto al rey y yo ahí como “ donde esta willy “.

picnic sangriento

allí flotaban en un bote, la viuda del gran escritor borracho, su hermana la pianista y la estudiante descompuesta. las viejas comían con entusiasmo de la canasta que la nauseabunda joven había cargado hasta el embarcadero. como dos ratas comen alguna delicia que les costó mucho obtener. todo sea en honor al gran escritor de los anteojos gruesos que terminó sus días en madrid echado en una cama tirándose pedos. todo en honor de su arte misógino. todo sea por la cultura de la admiración sin límites. la estudiante estaba exhausta por culpa de los remos y el sol que se le clavaba en el pelo como el aguijón de una abeja reina. quizás ahí estuviera al fin, la resolución tan esperada, la aceptación tan pedida. entre ese par de viejas alcoholizadas con olor a pichí de gato. apenas podía recordar la emoción que tuvo dos días antes cuando recibió la llamada. no iba a rememorar los vericuetos que tuvo que hacer para conseguir el dinero del pasaje y el permiso para faltar a su trabajo en la fábrica. como todas sus cosas, nada le seria fácil. mejor ni pensar, en los prolegómenos del viaje en lancha desde uruguay, ahora que estaba vomitándose en un bote en pleno delta del tigre. atravesaba el maléfico primer día de la menstruación y al dolor de cabeza se sumaba el de ovarios, el de estómago, las piernas hinchadas y las ganas de lanzarlo todo. pero aun soportaba como para volver a la orilla con las viejas brujas sanas y salvas. ellas seguían tratándola como a una esclava. mientras la ilusa estudiante seguía sin darse cuenta que nunca le darían la famosa cesión de derechos del escritor que venía rogando desde hacía cuatro años.

domingo, marzo 27, 2005

previo a la fiesta

mezcló despacio la arcilla blanca, el óxido de hierro y la solución de silicato de sodio al uno por ciento. la pasta tenia un aspecto cremoso y grisáceo pero mantenía la plasticidad de una barbotina. le pidió que cerrara los ojos y empezó a aplicarle el barro con un pincel grueso de obra, primero cubrió los hombros, el cuello, el tórax, la barbilla, las mejillas, la frente y el casco rapado hasta la nuca. él, estaba como suspendido, quieto, recibiendo aquella sustancia suave y fría. con un pincel más pequeño ella le pintó el interior de las orejas y el hueco de los ojos, los labios y los agujeros de la nariz. después pintó los brazos y las axilas, los codos y cada uno de los dedos. el desconocido seguía en silencio, con los ojos cerrados. cuando la breve capa empezó a secarse se cuarteó en pequeñísimos fragmentos y empezó a desprenderse como un trozo de mosaico etrusco ante de la llegada del vesubio. ella lo llevó frente a un espejo grande, él abrió los ojos y sonrió con sus dos gigantescas hileras de dientes redondos y blanquísimos.

sábado, marzo 26, 2005

carretera perdida XIX

vamos por la ruta en el bólido amarillo. el disco de james brown no funciona demasiado bien porque hay pequeñas piedras en el camino. de todos modos tenemos charla pendiente en abundancia y el paisaje se presenta atractivo. como siempre, llevo el mapa abierto sobre las piernas para detectar algún camino secundario que nos permita llegar a un puente de hierro antiguo o tal vez uno de madera. buscamos tramos del río santa lucía que puedan tener pasos o puentes. son las cuatro de la tarde y sentimos el embate del almuerzo. nos perdemos en don sanson. nada de lo que hay alrededor nos permite augurar una tranquila siesta, ni un parador, ni un simple parque ni siquiera un árbol frondoso donde cubrirnos del último sol de marzo. seguimos dando vueltas y nos internamos en un camino asombroso y ondulante, en el que aparecen diferentes texturas de bosque y cerro. a veces hay montículos azules, otras veces verdes, otras veces las superficies se ven ennegrecidas por la piedra pizarra. a lo lejos, se ven fragmentos brillantes, quizás provengan de antiguas canteras abandonadas o de proyectos de minas que nunca rindieron oro. esta pequeña ruta, de treinta kilómetros de sorpresas, esta enterrada entre las rutas doce y ocho. le dicen panorámica y quisiera agregar que se quedan un poco cortos, debería llamarse maravillosa. recorremos el camino durante más de dos horas sin cruzarnos con nadie. juntamos carqueja y manzanilla en los bordes del camino y unas flores pequeñas color lila que crecen silvestres entre las ramas. y cuando el sol empieza a inclinarse llegamos al parador salus donde esposos con enormes barrigas atacan postres pantagruélicos munidos de una cucharita.

viernes, marzo 25, 2005

isla nena

las indicaciones eran claras. había que trasladarse a vieques, más precisamente a la bahía mosquito y esperar la caída del sol. después solamente restaba sacarse la ropa y meterse en ese mar de noctilucas para convertirse, al menos por un rato, en un ser definitivamente luminoso. según ella nadie podía irse a la tumba sin darse un baño grato y fluorescente. y creo que tenía razón, como en tantas cosas. esa inmersión es lo más extraordinario que puede hacer un simple mortal que este dispuesto a compartir el agua con cientos de miles de pequeños animales brillantes y dejar que estos iluminen su cuerpo y su alma. tomarlo de a dos te convierte en inmortal.

jueves, marzo 24, 2005

y solo tiene 23

oculta con gestos galantes, el gran dolor de su pérdida. la entiende y la asume inexorable como un perro viejo que renuncia a jugar como un cachorro. quizás sea una gorra, quizás sea un sombrero, tal vez un peluquín o una extraña hilera de pelos amaestrados con gomina y colocados como un casco infranqueable sobre el vacío. por más que lo tape o lo maquille, no podrá detener ese éxodo imparable de pelos hacia la almohada.

apunte entre las piedras

es una semana extraña donde todos hacen algún tipo de peregrinación. algunos y no muchos gastan la suela en las iglesias, el domingo de ramos y alguna misa. otros se desplazan a cazar cualquier animal con sangre y vísceras para sentirse mejores. los hay quienes padecen en rusticas carpas mientras la lluvia arrecia. están los que siguen a un pelotón de ciclistas por toda la pequeña republica. también los que gustan de jinetes martirizando potros en eventos seudo-camperos. los que se arrastran en masa por las salas desvencijadas de la cinemateca. todo el mundo se desplaza, hasta existe un camino apócrifo de santiago hecho por una avivada de turno. también se mueven hacia las aguas termales, hacia la frontera, hacia más allá de la frontera y tanto más. y no puedo ser menos, es parte de mi identidad. en este momento descanso del ascenso a un rustico cerro de piedras negras, voy a un sitio desconocido por mi, creado por indígenas, que nadie supo decirme como se llaman, en el valle del hilo de piedra. todo lo que hay alrededor son serranías y mi mochila rebosa de la glucosa de los dulces típicos de la región para todos mis amigos y familiares golosos que no se quisieron desplazar. creo que podré abastecerlos por un año o tal vez un quinquenio con lo que les llevo. el guía se ve tranquilo y experiente como una vieja cabra. se mueve como una, creo que también piensa en su misma dirección. el cielo se aclara con el paso de los horas y las piedras brillan y los charcos y todas esas vacas negras maravillosas en el horizonte son como chispas de chocolate en un postre gigante de crema de menta. todos son felices y también yo.

miércoles, marzo 23, 2005

las ventajas del beso urbano

hoy tuve un gran día. de ida hacia la ciudad vieja vi dos parejas besándose en plena avenida. al regresar, casi a medianoche, todo estaba desierto y el frío campeaba casi como en invierno. pero ahí estaban ellos, en una esquina de granito negro junto a un banco fundido por algún inescrupuloso, besándose. a él apenas le volaba un poco la corbata, a ella el ruedo del abrigo. estaban prendidos en la oscuridad recibiéndose o despidiéndose. el beso callejero inmortaliza el deseo. expone a los amantes. los muestra y los asila en su mundo tibio y cierto. es la mejor postal de una ciudad. es la mejor vista desde la ventana de un hospicio. es la mejor fantasía de un loco. es el mejor recuerdo en la mente de un anciano. es el mejor remedio contra la melancolía.

martes, marzo 22, 2005

articulo 35 de la ley de narciso

a los hombres feos les gustan las mujeres lindas. a los lindos les gustan todas.

lunes, marzo 21, 2005

cordoncito mio

no fue buena idea cambiar de taxista. no enumeró las ventajas del que siempre la transportaba pero lo extrañó. el nuevo se creía en las 24 horas de le mans y corría como un loco cazando semáforos en amarilla por una avenida totalmente desierta. la dejó en la esquina, porque le gustaba caminar los últimos metros hasta la puerta de su casa. cuando iba acercándose a la portería se dio cuenta que el portero no estaba y recordó que había dejado la llave de abajo en otro bolso. calculó que estaría durante la hora de descanso del portero. después se largó a especular otras opciones de desaparición del funcionario : un cólico imparable producido por un virus amazónico o una cita con la señora del 201 que insiste en bajarle milanesas en un tuperware, siempre con las peores intenciones. tratando de obtener un soplo de paciencia se asomó a la vereda y divisó a tres adolescentes que estaban en el cordón, junto al kiosco, en la oscuridad. ¿ tiene fuego señora ? le dijo uno. caminó hacia ellos haciendo la farsa de que buscaba un encendedor. ahí vio el porro y decidió que ella también quería fumarlo por lo que propuso: si te consigo fuego me convidas y enfiló a la avenida, entró en el ciber café 24 horas y compró un mini encendedor. ellos estaban en el mismo lugar cuando volvió y pasó el instrumento, le preguntaron si se lo había pedido prestado a alguien y les dijo que si, que era del vigilante de la mediaría. prendieron el porro y le tocó fumar casi enseguida. no fue una performance maravillosa pero logró pasarlo sin toserle el humo en la cara al pibe que tenia a su lado. quedaron un rato en silencio, pasando el super porro gigante sin mucho que decir. ensayó en la mente un par de frases casuales pero las descartó porque sonarían persecutorias. ¿ son del barrio? o... me parece que a vos te conozco ..o tu abuela no es amanda, la del 1005 ?...y dijo solamente esta buena. y se cortó un poco. el tiempo fue pasando entre ratos de silencio y risa, salió otro porro y después otro mas chiquito, una tuca - dijeron. hasta se dio el lujo de carraspear un poco, a veces de soltar el humo antes de tiempo. sus acompañantes no estaban para detectar detalles. cuando vio que la silueta del portero se dibujó sobre la vereda, como una sombra acusadora. se levantó, les dijo hasta mañana y se fue a dormir.

domingo, marzo 20, 2005

obreritas del amor

habían empezado el juego cuando volvían juntas, en ómnibus, desde la fábrica en la que trabajaban. esta tarde, marisela y sandra regresaban a casa después de ser enviadas al seguro de paro. no sabían si habría un trabajo por delante pero tampoco pensaban mucho en eso. las dos se habían estado maquillando en el vestuario de la fábrica como para ir a un baile. sabían que volverían a hacerlo esa misma tarde. el juego consistía en sentarse en asientos separados, en lo posible una delante de la otra, como dos desconocidas. cuando el ómnibus paraba cada una elegía un sujeto que estuviera en la vereda y le lanzaba una mirada, la más obscena que lograra mandarle. sin reírse porque con la risa se perdían los puntos. si el tipo se subía al ómnibus, eran cien puntos. si hacía una seña invitándola a bajar eran cuarenta. si se hacía el desentendido era puto, es decir cero punto.

sábado, marzo 19, 2005

reflexión arthyana

cuando volvía, sola en taxi a su casa, se dio cuenta que él también quería acostarse con ella.

viernes, marzo 18, 2005

buen lugar para una siesta paraguaya

cuando uno vive en el sur y lo han dejado soñar, siempre lleva en su pequeña maleta de imaginario un paisaje lejano y extraño en el que sentirse diferente, especial, feliz. gracias a las narraciones paternas, este universo extraño estaba en mi propio país, en pueblos o villas bastante cercanas donde personas comunes hacían de la vida un asunto extraordinario. nadie alimentó el mito del viaje a disney, ni el de conocer parís, ni triunfar en nueva york. no soñé con las delicias extramuros. minas, josé pedro varela, josé ignacio, tomás gomensoro eran mis mecas y quizás, aun lo sean. esa virginidad de expectativas me permitió descubrir, fuera de cualquier programa y en plan de trabajo, pequeños trozos del paraíso como este hotel de asunción del paraguay donde las cacatúas te despiertan en las mañanas y se pasean tan campantes como cualquier huésped rentado. no hay como entregarse a la humedad y el calor tropical de la ciudad desde esta quinta colonial que albergara a la maravillosa irlandesa que fue cortesana y guerrera, amante y soldado del paraguay a la que algunos conocieron como mademe lynch. los dos salones del restaurante tienen los techos pintados a mano con diseños franceses del siglo dieciocho que representan flores y pequeños pájaros entre lazos y volutas plenas de romanticismo. mecerse en los sillones de la terraza después de cenar un surubí con hierbas o dormitar en las galerías de la entrada, frente al jardín, le puede dar a nuestra visita una dimensión de viaje inédita y plena. en ese contexto la misteriosa quietud guaraní se transforma en el marco maravilloso de un transcurso inolvidable hacia ningún lugar. si quieren darse un baño por una historia ignominiosa, como es la de la guerra de la triple alianza, viajen a esta ciudad, pasen unas noches en este hotel y recurran a los pocos libros de historia, pero muy valiosos, que se encuentran en las librerías de la plaza de las prostitutas, es decir en la plaza uruguay.

jueves, marzo 17, 2005

el africanito

cuando era niña mis padres tenían una enorme dificultad para desprenderse de los mormones y otros grupos religiosos que acosaban su puerta. quizás fuera por eso que siempre había ejemplares de la atalaya y bonos de cualquier tipo de iglesia aun en los tiempos en los que el dinero escaseaba. mi publicación favorita se llamaba el africanito y traía noticias de los niños desnutridos del africa que eran atendidos por las monjas de no se que congregación a la que nosotros, toda una familia entera de sudamericanos pobres sin bautizar, ayudábamos con nuestra suscripción anual. una vez descubrí un programa que permitía adoptar de alguna manera a un niño africano y colaborar con el para que se hiciera un hombre de bien. nunca tuve la posibilidad de extender tan largo la mano. pero algún resquicio de aquellas monjas me delata. hace unos años que almuerzo con un mendigo negro de dos metros que siempre estaá tendido a la sombra, en el jardincito del mac donalds de santa mónica. él es gigante y gentil, está siempre enfundado en ropas marrones abrigadas y usa una cantidad de pequeñas cacerolas y sartencitas de aluminio que le cuelgan del cuerpo, como una suerte de bijouterie de sofisticado diseño. seguramente quiso actuar en la ciudad de las estrellas y terminó ahí, como un vagabundo más de la costa oeste. cuando llego a la ciudad voy a buscarlo a su circuito habitual y como ya conozco sus preferencias gastronómicas le acerco una bandeja y comemos.

miércoles, marzo 16, 2005

no hables con desconocidos

aquel sería el síntoma del fin de una mala noche. estar ahí, con la moza, una real extraña para mi y encima tener que seguirle la corriente. según ella, alguien me había recomendado. claro que escuché sus gritos unos días antes cuando me llamaba y caminé en reversa hacia la plaza matriz. mi instinto de esa tarde no me engañaba. algo me indicaba que sería mejor si me escapaba de esta nueva amiga a la fuerza. logré volver a casa. giré la llave y prendí la luz. allí estaba, revolviendo el cajoncito de mi cómoda, bajo mi lámpara favorita. casi todo negro como algún día lo parieron. avancé a la voz de quedate quieto ahí y levanta las manos y el extraño levantó las manos y quedo medio despistado, mirándome mientras me arrastraba hasta el teléfono y lo ponía en función manos libres ( que ironía ) y llamaba al 911 . en ese momento entendí que la radio estaba alta y youssou n'dour cantaba desenfrenado en inglés. mientras esperaba volví a ordenarle al intruso ponete contra la pared y le apuntaba con el auricular. no me acuerdo bien como pasé los detalles de mi posición en la ciudad . colgué y me quedé mirándolo. estaba desarmado en todo sentido. lamenté no tener el numero de la portería a mano para darle a mi portero ex guardia de cárcel la oportunidad de ser, por una vez, un héroe. así que, para romper el hielo, le pregunté por donde entró. con una soga me contestó. ¿ del techo ? volví a inquirir. ahí noté que movía los ojos y trataba de encontrar una salida. en ese momento levantó un champión gigantesco y saltó encima de la cama y siguió corriendo hacia la puerta y ahí desapareció. me asomé al pozo de aire y grité : un ladrón por la escalera sin imaginarme que un oficial policial venía subiendo en la dirección contraria. hubo un poco de ruido y de pronto solo pasos subiendo. era el policía, chiquitito, que traía esposado al ladrón. el otro policía, un poco mejor comido venía por el ascensor con la libreta para tomar la declaración. se parecía un poco a hutch pero estaba sin starsky.

martes, marzo 15, 2005

extrañas tareas en el ministerio

esta mañana, mientras vegetaba esperando a alguien en un sofá de un ministerio pude hacer una constatación : los enanos burócratas existen. transitan por el oculto circuito de las escaleras laterales dejando los ascensores para el uso del resto de los mortales. cubren tareas extrañas como el cosido y encuadernado de expedientes. munidos de agujas enormes y un hilo grueso de papel torneado, como para atar fardos de lana sucia, pasan sus días entre enormes carretes, miles de hojas de papel y litros de cola adhesiva. una tarea casi doméstica y casi inexplicable en estos tiempos de informática y sistemas de almacenamiento. me pregunté si esta forma de mantenerlos entretenidos, con una tarea en el terreno de lo inútil, es parte de una política de las llamadas de integración u otra nueva y siniestra forma de la caridad.

lunes, marzo 14, 2005

calistenia y mal humor

bertita esperaba en la recepción del gimnasio adonis, absolutamente exhausta y con un humor de perros. tenia unas ganas gigantescas de prender un pucho, pero sabía muy bien que no le alcanzaría para calmarse. no había tenido tiempo para darse la ducha obligatoria ni para sacarse su equipo de steps. sentía el cuerpo transpirado y el corazón que palpitaba a toda velocidad. no era una escena de flashdance ni quería serlo. adonis hacia lo posible por complacerla pero aquella tristeza que el mismo le había provocado no se superaría con cien subidas a un escalón escuchando marcha a todo volumen. fijó la mirada en una pequeña escena que transcurría en el estacionamiento cercano. un hombrecito pelirrojo trabajaba con una ganzúa y lograba entrar en un auto plateado. con rapidez desaparecía bajo el volante para hacer el contacto. en minutos el coche se encendería y saldría velozmente por la avenida. en esos mismos minutos adonis le arrebataría el cetro del mal humor.

domingo, marzo 13, 2005

contradicciones en la politica de extranjería

creo que algo extraño sucede en esta casa. durante el día, el marido coloca trampas con queso para atraerme y liquidarme. después de la cena, la esposa selecciona los mejores restos y me los sirve en un pequeño plato que esconde tras la heladera.

confirmado

los hombres tímidos tienen más cosquillas

sábado, marzo 12, 2005

enfermos de futuro

cuando había pasado la era de las pestes generadas por la pobreza y la incultura empezaron a surgir las enfermedades derivadas de la tecnología. los remedios y tratamientos médicos estaban obsoletos y apenas podían diagnosticar el origen de estas nueves y mortales enfermedades que en gran parte eran producidas por una nueva generación de electrodomésticos. los mas inconsolables eran los ciegos que venían además perdiendo progresivamente el oído desde la adolescencia. acostumbrados a vivir su vida y conocer el mundo a través de una pantalla no podían siquiera admitir que esto les había quitado definitivamente la visión. entonces se quedaban sentados, con los ojos como frascos lacrados de conservas, pudiendo apenas tocar el teclado.

viernes, marzo 11, 2005

no lo hagas con tu mascota

pasaba de medianoche y en la avenida había muy poco movimiento. venia caminando despacio después de un día de mucho ajetreo. no había recibido ninguna noticia excelente, tampoco una muy mala noticia. no se había enamorado. no había esculpido unos maravillosos pies en mármol. no había probado un excelente nuevo tipo de café. tampoco se había podido embriagar con exóticos cócteles, ni siquiera con simples medidas de tequila. no había tomado alcohol. no había tomado nada. su cuenta no había sido engordada gracias a un suculento cheque. no la habían invitado para hacer un viaje a bordo de un lujoso crucero por el egeo. nadie le había dejado dar una vuelta en su lamborghini ultimo modelo. no le habían hecho un masaje inolvidable y tampoco se lo había dado a otro. a pocos metros de su casa estaba el camión cisterna lavando la vereda, un empleado semidormido, con un pucho en la boca y una manguera de alta presión y el espectáculo de las gotas aterrizando en el granito rosa. arrimó sus zapatitos rojos al escalón de entrada de un edificio y una vez que los vió, como a dos hijitos fuera del peligro de una catástrofe, corrió hacia la lluvia hasta sentir que aquel chaparrón violento la atravesaba de un lado al otro.

jueves, marzo 10, 2005

anclada en platón

había corrido solo un mes desde la ultima vez que estuvo en el corredor de platón . ahora lo mencionaban en el diario por culpa de un incendio forestal. sabrina se acordó del inolvidable carnaval gaucho que pasó en alegrete bailando con dos mellizos que estaban disfrazados de gallina y pollito con trajes de papel de diario. la habían coronado reina del carnaval do sorriso algo que ella interpretó como una buena política para atraer turistas, sobre todo porque sus pasos de samba dejaban bastante que desear y casi nadie entendía su español. evidentemente era extranjera, la castellana decían. después de semejante suceso y el beso del prefeito y la banda y el vale para cenar en un espeto corrido el auto se rompió a media hora de la frontera y la única perspectiva de encontrar una salida era un veterano pecoso y flaco que la rebasó a bordo de una fido atada con alambres y como era sordo, ni se enteró de sus gritos.

martes, marzo 08, 2005

cerdito mio

enrique bajó seis kilos en una semana y ella empezó a alarmarse. lo veía salir a correr cada mañana y tenía la sensación que su marido nunca volvería a ser el hombre que la esperó en el altar. gracias a la eliminación de hidratos en su ingesta se despertaba seis o siete veces en medio de la noche para mear. de mañana ocupaba el baño después de hacer ejercicio y canturreaba todo el tiempo. desde que había empezado la dieta ignoraba olímpicamente las bandejas de milanesas que habían cimentado su relación durante más de diez años. al poco tiempo llevaba cuarenta y cuatro kilos menos y no parecía con intenciones de detenerse. pronto dejaría de ser aquel pisciano de 158 kilos con el que se podía leer el horóscopo del amor de linda goodman en la cama. se habían terminado las tardes enteras comiendo golosinas y mirando la tele. las siestas usando a su marido de colchón. las noches de montarlo como a un potro mecánico gigante. llegó un momento en que se imaginó el próximo paso, ahora él querría estar encima cuando cogieran. no pudo soportar la idea de tal planteo. agarró el bolso y se fue al recital de motosierra, algo se le iba a ocurrir para recuperarlo.

lunes, marzo 07, 2005

no quiero separarme de ti

usa uno de esos sostenes "bandeja". es decir, esos que te dejan las tetas como dos gigantescos limones transgénicos encima de una bandeja. llevaba un vestido corto de estilo imperio de color oro. sería su gran noche y había decidido arriesgar un poco con el vestuario. se había recogido el pelo parcialmente en un moño con bucles que la favorecía mucho. el salón de gala del hotel se estaba llenando poco a poco con los invitados cuando recibió una llamada en el lobby. era su madre, que le quería desear suerte. por un momento se ablandó, la voz emocionada de su progenitora la sacó por un momento de la pose de empresaria ganadora que había ensayado desde el momento que le habían anunciado que sería vicepresidenta. aun tenía dudas si su nombramiento se debía a sus valores o a las ganas que tenía el jefe de hacerse de su espectacular culo. mientras se le humedecían un poco los ojos y su progenitora la llenaba de bendiciones sintió algo extraño en la cabeza, se acercó la mano a la frente y la internó en el cuero cabelludo. ahí estaba, prendida, alguna clase de bestia desconocida. hizo fuerza y logró arrancarla. mostrando descaradamente sus miles de patas yacía en la palma de su mano, una enorme garrapata.

domingo, marzo 06, 2005

pega homem

era un sábado caluroso. vagabundeaban por una galería decadente del centro después de almorzar en casa de los padres de él. de puro aburridos, se metieron a revolver en un negocio de variedades donde abundaban las pócimas y los inciensos. entonces él encontró un frasquito que decía pega homem y contenía una especie de elixir brasilero de la felicidad. se rieron un poco y como era muy barato, lo compraron. de vuelta a casa, en el ascensor, él le puso un poco. fueron sólo dos gotas en el cuello. el olor era bastante fuerte, no desagradable, solamente intenso. cuando llegaron al corredor él estaba muy excitado y empezó un juego que los hizo reír y girar por el piso como dos dementes desnudos muy calientes. en la radio de una vecina sonaba azuquita la potencia a todo volúmen mientras que en el piso se desabrochaban las consecuencias de la magia mandinga. ella sentía que era la misma pero él estaba diferente: desinhibido, divertido, desatado al fin. se preguntaba si era pura sugestión o un milagro afro-brasileño. cerró los ojos y lo dejó ser distinto, aunque fuera sólo por una hora. al verlo poseído por demonios extranjeros creyó que todavía lo amaba. mañana iría otra vez por la tienda y compraría dos frascos más.

sábado, marzo 05, 2005

trabajo honesto

oculto en el trailer de los quesos de la feria, el fauno seguía despachando alegremente el roquefort.

viernes, marzo 04, 2005

salven a albertini

absolutamente embarazado, con las piernas hinchadas y un poco de nauseas, el doctor albertini ganó la calle. aun tenía puesta la mínima bata con que lo había vestido el maléfico ginecólogo que lo inoculó con su semen. desorientado y exhausto se tiró a los brazos de una mujer policía maciza que usaba una cantidad excesiva de rimel en las pestañas y tenía colgada en la cintura una macana del tamaño de una berenjena. en un gesto piadoso, ella le cubrió el trasero con su sombrerito de reglamento.

jueves, marzo 03, 2005

estoy bien

en las sesiones del grupo nos tratamos por el nombre de pila. nunca sabemos el apellido o condición del que se sienta a nuestro lado. eso me gusta porque uno puede concentrarse en las cosas que importan durante las reuniones de los martes y los jueves. este es un grupo no demasiado popular. nos encontramos en un bar, por lo que podrán deducir que no somos alcohólicos. nos coordina una adicta recuperada. es una mujer muy atractiva y simpática que no impone distancia sino que nos ayuda a seguir nuestro manual de diez pasos. me gusta mucho cuando nos damos la mano en el grupo, cuando nos abrazamos y cuando decimos nuestra oración de la serenidad. como el personaje de el club de la pelea, he asistido a muchas clases de grupos, desde grupos privados llenos de conchetos, vicepresidentes en ejercicio y otro tipo de celebridades a modestos grupos de parroquia de barrio. en algunas oportunidades hice dos grupos diferentes para encadenar la salida de dos adicciones al mismo tiempo y por supuesto que tuve mis logros, por algunos meses. durante un largo tiempo acudí a un grupo en el que había un hombre que me gustaba, si bien el grupo no trataba ninguna de mis adicciones. el hombre me gustaba tanto que dejé de ir al grupo que estaba en el mismo colegio, del otro lado del pasillo, donde yo atendía mi auténtica adicción. cada semana veía sus progresos y me enteraba de sus más profundas intimidades, como le iba en la cama con la mujer, como se sentía cuando lo atacaba la ira, como lo discriminaban en el trabajo y que estaba sintiendo en la medida que podía estar sobrio. al principio me sentaba frente a él para que viera mis ojos, porque todos dicen que son muy bellos. él me miraba, pero como un adicto mira a otro adicto dentro del grupo, con una mirada solidaria. en el correr de las actividades, me las ingenié para que me dieran las lecturas del grupo porque mi voz aterciopelada podía ser un buen elemento de seducción. pero el motivo de mis desvelos siguió indiferente mientras los otros dos hombres me mandaban miradas y comentarios babosos con frecuencia. un día me senté junto a él, después de varias semanas de entrar en confianza. tenía puesta mi musculosa blanca con tiritas que me da un aspecto delicado y vulnerable de niñita, además me había puesto unos toques de un perfume japonés con nota de sandía. cuando empecé a hablar quebré la voz y lloré. inmediatamente sentí el abrazo cálido y rosado de la gorda que se sentaba atrás que se me tiró en palomita al primer moqueo. él solo me acarició la cabeza en ese momento y se enredó el dedo con uno de los broches del pelo. a pesar de este fracaso yo seguía convencida que tarde o temprano las cosas iban a funcionar con aquel hombre que manejaba un camión de reparto por la zona de la unión. pero él dejó el grupo y poco a poco yo también. al tiempo reconocí que me estaba haciendo adicta a las reuniones de grupo y como no existía un grupo que tratara ese tema, decidí fundarlo, basada en mi experiencia y en la de dos compañeros a los que había descubierto haciendo trayectos contradictorios similares. ahora coordino este grupo en mis ratos libres, mientras sigo asistiendo a los grupos que tratan mis otras, antiguas, adicciones, pero voy solo para ver a los amigos.

miércoles, marzo 02, 2005

oficios en el 1º de marzo

¿ y usted siempre se dedica a esto ? no señor, a veces también le doy alfalfa y agua a los caballos. ¿ y como se llama su trabajo ? bueno señor, soy paleador ¿ y tiene un rango en la división ? soy soldado de la guardia de blandengues de artigas, señor ¿ y en los actos su trabajo consiste en limpiar las cagadas de los caballos ? si señor.

martes, marzo 01, 2005

simulacro

¿ me gustaba o me hacía acordar a alguna tía vieja ? podría ser un poco de ambas cosas. era un tipo muy simpático, de esos que una conoce en un bar y enseguida se siente cómoda. no me acuerdo muy bien en que bar lo conocí. me acuerdo que había visto a sus abuelos mucho antes de cruzarme con él. eran unos viejos muy elegantes que andaban vestidos de color verano, no en los colores que ahora se identifican con el verano, el maíz, el crema, el blanco. ellos tenían ropajes en esa gama entonada del rosa y el habano que se usaba en el caribe en los años cuarenta. quizás había un auto negro e imponente que ella, a pesar de sus años, manejaba con prestancia. eran una asociación poderosa y distinguida, al menos en mi recuerdo. el nieto era uno de esos hombres del tipo que nos hace sentir relajadas, al punto de olvidarnos de cosas importantes como su simple condición y mandato para llevarnos a la cama cuanto antes mejor. bueno, esas eran las reglas. jugaba a osito de peluche. sonreía, traía un trago, hacía un chiste, se subía los lentes con cara de inocente y a una se le iba esa aprensión que hace mantener una barrera en alto. a todas las mujeres les caía igual de inofensivo y simpático. era alguien popular de esos a quienes todas besan cuando llega a un lugar. pero también era un zorro, que planeaba llevarse todas esas pollitas, al gallinero. yo vivía en un barrio con putas, las más feas y decadentes de la ciudad. de esas que dan miedo hasta a los clientes jubilados que se les arriman. un sitio cuyo principal glamour es la ausencia absoluta del mismo. no estaba acostumbrada a visitar hombres en sitios refinados como aquel rascacielos al que me arrastró una noche de invierno helado. todo se veía impresionante, empezando por la calefacción, las tablas del piso anchísimas, las ventanas fantásticas, el ascensor con perillas de bronce y por último la botella de napoleón vsop que destapó para que recuperáramos la temperatura. por un rato leímos unos comics de manara tirados en el piso. había también revistas europeas, de esas que no se conseguían en ningún lado y algunos números de interview de la primera época como el número del 74 que tenía a bo dereck en la tapa . era un preámbulo absurdo para lo inevitable. seguí visitando las bondades del brandy y me saqué la ropa. si había alguna música más allá de mis risas, no me acuerdo. mi anfitrión empezó a luchar trabajosamente para sacarse las botas. al minuto mi cabeza cayó sobre un almohadón gigantesco y me dormí. por el rabillo del ojo lo vi traer un edredón de plumas gigantesco y taparme. yo sé que tu sabes que yo sé. los dos fingimos un poco, él ser un auténtico caballero y yo, dormirme con tan pocas copas.