domingo, junio 19, 2005

ellas solo quieren divertirse

domingo de invierno, a las cinco y media de la tarde. el camión esta cargado de cajones de verdura hasta el mismo cielo. todos marrones, húmedos y atados con pulpos elásticos de origen coreano. una especie de pirámide en honor al dios de la feria. esta frío pero, en el camión, hay ánimo de festejo. se termina una jornada de doce horas al aire libre, que empezó a eso de las cinco de la mañana. los hombres están con gorros de lana clavados hasta los párpados, camperas y bufandas. todos los puesteros trepados en la parte trasera del camión, con el lomo apoyado contra un costado de la pirámide. en el medio, dos niñitas. una de tres y otra de cuatro años. de rizos rubios. una tiene un saquito celeste y la otra, uno verde manzana. tienen las mejillas coloradas. disfrutan al máximo la expedición, rodeadas de veteranos curtidos por el trabajo y el esfuerzo diario. son como dos duendes de visita en aquella mole que cae, sin el freno de mano, por la calle tristan narvaja.