sábado, diciembre 31, 2005

my way

la ciudad y aledaños se tensan, lenta e inexorablemente, con la llegada del año nuevo. los cuñados, que no se quieren, deben sentarse y brindar en la misma mesa. la suegra y el yerno, que todo el año han estado en tirantes relaciones, deben partir un pedazo de lechón y besarse como si no pasara nada. los vecinos, que compiten constantemente, deben intercambiarse saludos llenos de buenas intenciones. los empleados, deben saludar con gesto sumiso a los patrones, que los explotan todo el año. el policía, tiene que tomar declaraciones al padre del niño, que le explotó una cañita voladora en el ojo al portero del edificio. aquí suena casi borracho, casi nadando en jack daniels, mi buen amigo tom jones. tan viejo y decadente y perfecto como siempre, inmortalizado por el milagro discográfico. ajeno a cualquier conflicto, distante y festivo como el color rojo oscuro, con breve toque de nácar, con el que me pinto las uñas de los pies. aquí no hay luces de colores, ni petardos, ni turrones, ni saludos llenos de buenos deseos. sólo tom y yo, relajados en una terraza mediterránea, con vista perdida en el horizonte, con nuestros pies descalzos, nuestros pantalones cortos y el universo por delante. como inmersos en un baño de agua tibia con un cubo de sales de lavanda bronnley. como mojados bajo una lluvia repentina de verano. esperando la llegada del más cálido de los sueños.

viernes, diciembre 30, 2005

limpieza general

limpiaba la repisa con un pañito cuando encontró los dos discos que le había prestado aquel amante, el que la había contagiado de una peste que aun no tiene cura, el borracho pertinaz y creativo. aquel, cuya única virtud se limitaba a la enumeración simpática de sus defectos. especialmente aquel que lo señalaba como borracho. lo de creativo era algo, no muy notorio, que ella había reparado en él. ahora se encontraba con sus discos y podía decir que la suma, entonces, no daba tan mal. tenia buen gusto musical a pesar de no tener ningún otro gusto. el muy maldito. el muy tránsfuga. el alegre infectador. el irresponsable con gracia. todo un señor, con dos discos. dos discos que ella decidió quemar en la azotea, cuando cayera el sol. en ese momento recordó otro souvenir de un amante de otros tiempos, uno apático al que siempre tenia que dar de comer. buscó los cinco tomos de originales inéditos de su mediocre poesía y los sumó a la pira de las siete de la tarde. entonces la cruzada empezó a tener sentido. fue al ropero por prendas de otros amantes que merecieran un pasaje directo a la ceniza sagrada. ahí estaba el chaleco de uno y un par de prendas intimas que había extraído de algunos especialmente ineficaces, con la convicción que el tejido sintético de sus calzones era el causante de su bajo desempeño. entonces buscó los bastidores con los cuadros sin terminar del intento de artista con bajas luces con el que había tenido algunos encuentros. ahí estaban, listos para dar la batalla en las llamas. unas series mal copiadas de cuadros de dali en sus primeros tiempos. se merecían la quema. recordó la guitarra fender que había habitado el fondo del ropero, después había quedado en manos de una niña de seis años y por último había regalado, descuartizada, a un músico enemigo del antiguo dueño. los micrófonos eran buenos. esa había sido la razón para separarlos del cuerpo. era grato saber que en los escenarios, el músico más odiado de aquel sujeto, hacía uso feliz de aquellas dos pequeñas maravillas. nada ni nadie quedarían impunes.

domingo, diciembre 25, 2005

navidad en el circo II

esta navidad se cumplieron dos años desde que la mujer barbuda se fue del circo. dejó dos hijos púberes, en plena edad en la que explotan los granos, se desordenan las hormonas y se mojan algunas noches, las sábanas. nadie supo mas de ella y en el circo parece haberse tejido una espesa cortina de humo, en carreras dobles y con doble aguja, como para que nadie preguntara o investigara al respecto. pero el tiempo corre más rápido que bonito y todos empezaron a notar, al final de la primavera, lo que algunos temían. la hija mayor de amanda, la mujer barbuda más sexy de la vida circense de américa latina y el caribe, seguía los pasos de su madre. la espalda se le curvaba con gracia y lucía sin reparos unas generosas y femeninas caderas que competían con una pechuga abundante y firme. la hija putativa de arto, el payaso alcohólico que hacia años había abandonado el circo para dedicarse a la investigación de los números primos, también lucía la sombra de una barba incipiente. en el carromato de los enanos se organizó una junta y las decisiones corrieron pronto por la cena de los changadores, los que alimentan a las fieras y los que arman la estructura de la gran carpa. beatriz empezaría a ensayar el número que hizo famosa a su madre. una aparición rodeada de misterio, con luz de bengalas, lluvia de estrellas y capa negra. nadie podría estar a menos de dos metros de la mujer barbuda, nadie podría ver sus ojos sin antifaz, nadie podría acariciar su pelo negro, largo y ondeado, al mejor estilo de las divas de hollywood en los años cincuenta. mientras tanto, jacob, su hermano gemelo, cosía con esmero unas mallas negras llenas de estrellas y red. el talento del gemelo había quedado claro desde sus primeros muñecos de trapo, vestidos de batman y robin, fabricados a los siete años. un genio para vestir a los demás, que no aplicaba en su propia vida. jacob siempre estaba enfundado en rotosos pantalones de pana verde oscura con una camiseta del mismo color que algunos creían haberle visto alguna vez a arto. a pesar de su corta edad, beatriz asumía su rol y no se dejaba ver en las inmediaciones del circo como otros artistas. el misterio, era parte de su negocio. por esa razón se quedaba durante el día en el carromato que era de su madre mirando dibujitos animados en nikelodeom.

jueves, diciembre 15, 2005

chuck parle d' amour

es un ambiente seudo francés donde todo suena a molineaux. nada se llama guanaco o manolito , en los escaparates de la mercería. lo que viene de parís, es bueno y es chic aunque se fabrique en un corredor ruinoso de la calle colón. tras el mostrador, un tipo de barba atiende a las adictas al cierre diente de perro y a las seguidoras del hilo elástico. ah....algunas mujeres somos tan difíciles de complacer. con su barba recortada, luce como un chuck norris dedicado a la eterna lucha entre la sedalina y el género. un mercenario del mundo de la lentejuela, el festón y el cruny. ahí se agolpan, en el corredor oscuro y repleto de mercadería, entre los rollos de cáñamo estampados con motivos para las bordadoras de poca inspiración ( me gusta el de los dos perros doberman ) y los muestrarios infinitos de hilo cadena, las dependientes de los botones de todas las horas, las fanáticas de los cierres zig-zag, las emprendedoras que buscan puntillas para las almohadillas de los anillos de los novios en las bodas y las madres abnegadas que intentan pegar remiendos en los codos gastados de los sacones escolares de sus hijos ahora que llega el verano. todo el universo detenido por unos instantes mientras se busca en aquellos polvorientos cajones, la joya tan preciada. la última que me queda, despliega el barbudo el fragmento final de una pieza de entretela finísima y medio manchada. me la llevo toda, dice ella con emoción, segura que con su gesto, dejará a otras sin el preciado material. y ahí estarán el resto de la tarde, con la respiración entrecortada, intentando alzarse con su botín, dándose codazos y leves empujones, saludándose con alguna conocida o competidora en el armado de muñecos de trapo con absoluta hipocresía, esperando el momento en que les extiendan la bolsita con las letras rojas sobre fondo blanco.

domingo, diciembre 04, 2005

fabro

elijo una mesa con vista al mar. las sillas, de inspiración naval me ayudan para ganar un aire a diva de los cuarentas en su primer crucero por el egeo. brilla un poco de sol, tan solo un poco. no me separo de mis gigantescas gafas negras ni del pañuelo atado como solo las estrellas podrían hacerlo. espero la llegada de mi acompañante. anhelo la llegada de la brisa pero el mar, está esquivo en diciembre. canturreo un hit de jimmy sommerville a salvo de algún amigo melómano y culto. me deleito en la extranjería del domingo. ahora bajamos por las escaleras anchas de mármol. mi amigo carga un gigantesco bastidor de madera dura, yo llevo, bajo el brazo, en una bolsa enorme de basura de color negro, un cuadro exquisito titulado mujer con un circo en el vientre . es el botín inesperado del fin de semana. producto de un gesto amoroso de la artista. vamos alegremente por las calles de una ciudad desierta y sin viento, cada uno con su mercadería. paramos en la casa de mi amigo y dejamos el bastidor. escuchamos un disco de un cantante argentino. a mi no me gusta. a mi amigo un poco. otra vez el ascensor y a la calle. vamos a una muestra. quiero ver un retrato que me hicieron y esta en proceso. aun no se fue la luz cuando pasamos por el lido. invito a mi amigo a tomar sidra. subimos la escalera y entramos en plena milonga. los ancianos dibujan pasos brillantes bajo una bola de espejos, en una habitación caliente pintada de negro y rojo. el mozo nos atiende con amabilidad. fabro y vermouth pedimos. champagne con apricot, algo que lo hace mas dulce aun. mi amigo se emborracha un poco. hablamos de cine hindú. de películas de tango. de milongas. filmemos una. bollywood nos espera. bajamos a tientas. caminamos rumbo a la galería. anocheció. paramos en una casa de pizza. peperoni, pide mi amigo. yo elijo un café. leemos los diarios del día. nos mofamos a un político que esta sentado en el bar. esta semana renunció y ahí esta, recibiendo la adulación de sus seguidores y oportunistas varios. al salir mi amigo esta vencido. lleva un paquete con los restos de la pizza. se vuelve a su casa. yo sigo rumbo a la galería. el retrato no me gusta. le faltan los ojos pero se que de todos modos, no me gustará nunca. esta bien, correcto, pero ni se acerca a la mujer que tiene un circo en el vientre.

viernes, diciembre 02, 2005

y encima de la basura, alfombra

es japonés y tiene unos diecinueve años. usa unos lentes de aro muy fino y luce una cresta al mejor estilo tin tin. nos guía a toda velocidad por los vericuetos del gran aeropuerto naranja. en su espalda, una leyenda que dice : cuente conmigo. quizás sea hora de pedirle un consejo a alguien y en tal caso, ahí estará ese joven con aire de estudiante de intercambio dispuesto a auxiliarme. vamos trepados en la escalera mecánica mientras él nos mira con seriedad uno por uno, como si estuviéramos por cometer una falta grave. habla a través de un handy. nos está contando. creo que faltan algunos de sus acólitos por obligación pero nadie se rebela. somos, de alguna forma, su ganado personal. movernos, contarnos, embarcarnos en el área correcta, es parte de su trabajo. todos seguimos sus instrucciones hasta llegar a un punto en el que se detiene y con un gesto de humanidad inesperado, comienza a interpelarnos uno por uno. es la despedida, intuyo. la manada se divide según destino y número de vuelo. unos van al veterinario. otros al mercado, otros directo al matadero. a mi me toca el avión que vuela a manaos. pienso en fitzcarraldo, herzog, claudia cardinale, la ópera y el caucho en su era dorada. klaus kinsky ya no será de la partida. a cada pájaro le toca solo un par de alas.

miércoles, noviembre 30, 2005

vuelo cancelado por la tormenta

estudio a otro hombre. lo veo igual a ti. puedo mirarlo y estudiarlo con descaro gracias a mis anteojos de mosca negros. él se distrae mirando cosas inútiles y yo lo miro en cada detalle. brazos cortos. manitos. cabeza con pelo blanco. tostado y con un corte al ras. cuarentón en buen estado, diría el cartel si estuviera en el anaquel de un remate. todo le fue dado en poca cantidad. es,casi nada. la cabeza en alto, con el mismo ego incomprensible. tal vez, a oscuras, lejos de la regla de oro y el prejuicio de la proporción del quatroccento, también me guste.

sábado, noviembre 26, 2005

brasilia

bajo hacia la avenida y me cruzo con un mitin. un hombre da un discurso, subido a la plataforma de un camión con parlantes. en el césped, están sus acólitos, bajo el sol de noviembre. en el medio del ritmo ciudadano, siempre hay un espacio de reunión política, donde todos son hombres, como los que se emborrachan a la salida del trabajo en los barcitos y caminan a los tumbos, rumbo a casa. actos de masas en el centro, en el congreso, en los alrededores del planalto. el reclamo permanente, el discurso que réplica, la masa que no descansa. las mujeres, esclavizadas por las plataformas de veinte centímetros, tropiezan y caen de bruces sobre las baldosas de cemento diseñadas por niemeyer.

viernes, noviembre 25, 2005

malentendido

cada palabra que él decia, ella la interpretaba de forma extraña. si la invitaba a almorzar, ella se imaginaba una furiosa cabalgata sobre las sábanas de su cama. si le daba un obsequio, ella pensaba que quería que lo desnudara. si le escribía un mail en la mañana, ella pensaba que se había estado masturbando. si le mostraba su despensa, ella pensaba que él, quería atarla.si le hablaba sobre sabores de té, ella se imaginaba una escena en la que tenía los ojos llorosos y el rimmel corrido después de hacerle el amor.

miércoles, noviembre 23, 2005

no quedará uno vivo

mamá comenzó su famosa temporada de exterminio. como corresponde, estrena nuevas armas contra sus enemigos de siempre, con el mismo desparpajo de kate moss en una pasarela de chanel. en general sus enemigos se ordenan según volumen, importancia y fiereza : ratones, cucarachas y pájaros intrusos de los que arman nidos en el techo y lanzan sus excrementos directamente a las limpias almohadas. las hormigas también forman parte de su lista de enemigos si bien su lucha con ellas se extiende a todo el año. los platos servidos con veneno, de diferentes tamaños y apariencias son gran parte de la técnica de mamá. ella es el chef de la muerte. tiemble el reino animal : mamá esta cocinando. este año, mamá renunció a lo tradicional que se compra en barracas o ferreterías. si bien existirá su interminable banquete de platitos en toda la casa, los surtirá con una serie de formulas holísticas que saco de un libro. las cucarachas, por lo pronto, serán atraídas por el letal sabor de las cáscaras de papa resecas en el microondas. hasta en los tribunales de la haya se discutirá sobre esta práctica genocida. para los ratones hay una propuesta digna de paul bocuse : aromas de la campiña francesa. crutons de corcho. cubos irresistibles de corcho rebozados en harina y sal y fritos en aceite hirviendo. los ratones, con su instinto gourmet y su amor por las grasas saturadas, harán una rápida e irreflexiva ingesta de esta maravilla y el letal objeto, una vez alojado en sus pequeños estómagos, empezará a endurecerse con los jugos gástricos hasta convertirse en un calculo renal de tamaño gigante e imposible de dinamitar. en ese momento, mamá simplemente se limitará a barrerlos hacia el tacho de basura más cercano.

miércoles, noviembre 16, 2005

lástima

no le gustaba comerse las uñas. no le gustaba compartir la cama con animales. ahí estaba, en el medio de la noche, temblando en una cama ajena llena de pulgas. tenía deseos de saltar, tenía deseos de gritar pero el pánico la ganaba y apenas podía temblar. todas las dudas que albergaba a menudo, sobre su condición femenina, estaban en ese momento desapareciendo, como por arte de un mago chino vestido como para animar un cumpleaños, con una enorme caja laqueada y el rimbombante apelativo de “ fu manchú “. era un logro triste, pero un logro al fin. las alimañas se desplazaban por sus codos, por la parte blandita de los brazos, por sus largas manos, por los tobillos y en todos los puntos hacían un pequeño y sangriento orificio. se había quedado esa noche a cuidar el perro de su primo. el pobre tolo. solo porque él se lo había pedido con lágrimas en los ojos desde su cama en el sanatorio. no podía decir que no al pedido de un enfermo, un enfermo grave que posiblemente no tendría la chance de volver a correr al costado de su can. al entrar al departamento había sentido un aire nauseabundo proveniente de ningún lugar. a pesar de eso había ido hasta la terraza, había tomado al perro y lo había sacado a la calle. horas después, cuando el animal ya no le hacia fiestas se había encerrado en el único dormitorio, con planes de dormir. los primeros minutos la cama pareció amplia y las almohadas abundantes. a las dos de la mañana, cuando empezó a sentir la invasión, solo la acompañaba el fulgor de una virgencita fluorescente desde el borde de la cómoda.

sábado, noviembre 12, 2005

reloj que adelanta

no puedo evitar mi tendencia diurna. son las siete y media de la mañana, un sábado de sol y ya estoy en la calle. recién bañada, fresca, con ánimo de atravesar la ciudad caminando a paso entusiasta. a medida que me acerco a la parte antigua de la ciudad, me empiezo a cruzar con una suerte de cadáveres urbanos. cuerpos perfectamente plegados, en posición de cómoda siesta, desperdigados en las veredas de la ciudad. aquí hay hombres y también mujeres, parejas y grupos pequeños de amigos regados por el piso como si se tratara de la performance de algún coreógrafo pretencioso. pero no veo al creador de esta obra singular. quizás una botella de cerveza cercana, también acostada y en condición de descanso. las dependientas de los supermercados que pasan rumbo a sus trabajos, los serenos que vuelven a su hogar, los mozos de los bares que están baldeando la vereda, parecen ignorarlos. como si no existieran todos estos cuerpos, como si no estuvieran estos jóvenes durmientes recostados en la piedra. como si nadie los viera. como si estuvieran en su propia casa y nadie los quisiera despertar.

miércoles, noviembre 09, 2005

conectado

el tipo tiene 590 canales de tv en su casa. cada tarde, se instala en la barra del bar e intenta arrastrar a alguna mujer en aquella dirección. el planteo es directo, no ofrece sexo ni glamour. lo de el, son los 590 canales. en un ataque inesperado de honradez aclara : en casa no permito que fumen. entonces las candidatas, ojerosas de la noche, cuervos que no se desperezan en las primeras horas, rehusan la invitación. él insiste desde su rostro hinchado a fuerza de repetir la misma ingesta de harinas hasta el cansancio : son más de 590... no te da tiempo ni para pasarlos. ninguna adhiere. entonces él pide otro emperador de tomate y queso y queda ahi, tomando una coca diet, agazapado, con la paciencia de un viejo cazador de dorados junto al trampero.

viernes, noviembre 04, 2005

intruso

cuando se miró la mano, descubrió que el anillito de dos diamantes había desaparecido. como si el mismo dedo hubiera tenido el gesto de desvestirse subrepticiamente mientras dormía. ahora solo se veía una aburrida uña, apenas masticada, apenas limpia. una marca bastante mediocre que resaltaba mas ahora, sin anillo. fue entonces cuando los ojos pudieron ver un poco más allá y encontrarse con la ventana abierta, la cómoda con las tripas de la ropa salidas hacia fuera, la montaña de su ropa desperdigada por el piso y la puerta, que cerraba cada noche, absolutamente abierta. ahí se dio cuenta que una fría corriente de aire atravesaba su pequeño templo de la siesta. entonces abrió una bocota bien grande y gritó.

domingo, octubre 30, 2005

domingo 2 a.m.

abajo, aguardan las mortales encerradas en sus remeras con puntos brillantes, prisioneras del brushing, el colorete y los tacos de inspiración arábiga. en el escenario, están ellos. rubios sensacionales, con las costillas marcadas y los músculos trabajados, meneando las caderas de forma inaccesible. al ras del piso, arrastramos los pies al son de la orquesta, intentando ser graciosas, apuntamos los culos al cielo, en señal de aprobación y disponibilidad sexual. en las alturas, ellos ignoran cualquier insinuación y se conectan con su show. a veces, se rozan entre ellos en un juego que parece ir más allá de la coreografía. en las mazmorras ellas aúllan impacientes, anhelantes de un gesto divino proveniente del olimpo de los dioses, mientras se ajustan los sostenes para simular más volumen, en un postrero intento por cotizar. sobre las tablas ellos entonan, corean y giran con una gracia infinita, inmortal. como un largo gusano, se mueve la cola de mujeres por el borde del escenario, reproduciendo pese a los zapatos incómodos, los pasitos de sus ídolos vestidos de blanco y ajustados hasta reventar. una nube de histeria planea sobre el lugar cuando el líder se saca la camisa y la revolea por encima de sus cabezas. hipnotizada por las serpientes que lleva tatuadas en los bíceps, alguna de ellas deja de respirar y directamente cae al suelo. y ahí quedará, estampada en el piso de damero de casa de galicia, hasta la hora en que lleguen los empleados a baldear el fin de fiesta con una buena mezcla de agua y cloro.

martes, octubre 25, 2005

tasa de embarque

el tipo pesa más de ciento cincuenta quilos, a lo que hay que sumarle los 43 de la samsonite llena de chucherias y un saco de cuero de gran porte que lleva sobre los hombros. se desplaza con la agilidad de un viejo ferry en el medio del rio. su simple presencia, anula todo lo demás, tapa, oculta, bloquea el aire con pesadez. ella camina, como el principe consorte, unos pasos más atrás. es muy pequeña y esta vestida con ropa cara, de sus manos florecen bolsas de papel, producto de su inocultable adicción al shopping. lleva la cabeza levantada, levemente apuntando hacia la oreja del mastodonte y con un tono quedo recita un conflicto que tuvo con la tarjeta de credito, algo por la cual su marido ni se inmuta. ella reza su gran pena en solitario,bordandola con cientos de detalles tan insignificantes como su voz. representan, uno mirando a la espalda del otro, las brillantes consecuencias de un matrimonio bien avenido.

domingo, octubre 23, 2005

no estoy desesperado

bastante ajeno a la invasión de un nuevo territorio en conflicto, se puso una corbata gris para asistir a la cita. esa tarde, había visitado al dentista quizás con el extraño deseo de tener, por ese simple hecho, una sonrisa sana y cautivante. el galeno, había aprovechado la ocasión para generarle un cráter de importancia, a la altura del 32. después, lo lleno con pasta mientras canturreaba algo de la radio y le dio la orden : escupa. nada parecía riesgoso a esa altura de sus planes. había encontrado un sitio apropiado para la cita, un traje bastante discreto y encima, llevaría una boca en buen estado por si la chica merecía, en algún momento, un poco de proximidad. en el bolsillo del saco guardo un par de guantes blancos que consideraba útiles pero tampoco indispensables. pasó por las flores que había encargado y se dio cuenta que el ramo era un poco más efusivo que lo que el hubiera querido. mientras caminaba hacia el club con aquel estruendoso arreglo pensaba en cuan comprometido estaría al darle a una mujer, semejante grupo de flores caras. pensará que estoy desesperado. que soy rico. que soy un imbécil. se aprovechará de mi. se reirá por siglos de este esperpento. los socios y mozos del club lo recordarían por siempre, en una mesa, tapado con un ramo, esperando a una mujer. quizás, lo mejor era achicar el ramo, pero estaba tan bien armado que resultaba difícil desprenderse de una flor. además, se sentía imposibilitado para elegir. con esos pensamientos cruzó arlington, se detuvo por tabaco. aprovechando un descuido, dejó en el mostrador del anciano chino el ramo de su vergüenza y se volvió, liberado, a casa.

martes, octubre 18, 2005

reglamento de la abuela para detectar un patán

1.el patán camina con las rodillas levemente flexionadas y arrastra, en general con aire desdeñoso, los tacos de unas botas texanas. 2.un auténtico patán nunca estará a las ocho de la noche vestido con un mono gris manchado de pintura o cal, con un reluciente anillo de casado, comprando carne para la cena. 3.un patán que se precie, fuma y además toma whisky en un vaso largo lleno de cubitos hielo. 4.el patán de pura cepa, puede ir al gimnasio. lo encontrarás cargándose a la profesora de spining o a las alumnas adolescentes, recostado en el aparato de remar o al pie del caminador. 5.el patán certificado, tiene un movimiento de cadera característico e inquietante que, más allá de tus principios de la moral y el buen gusto, puede parecerte atractivo. si los levi's bien calzados son tu perdición te aviso que estarás en problemas.

domingo, octubre 16, 2005

detras del sporting

en un rincón del parque había un campamento de ancianas sentadas en sillitas playeras. todas miraban hacia un viejo que estaba atendiendo la taquilla de los pony. como si fuera un gurú, un inspirador, un guía. en vez de veranear en boca ratón o en piriápolis, las viajas se vestían de tenis y se iban a acompañar al único integrante de su generación que contaba con el beneficio del trabajo. cada domingo se alineaban como si fueran a asistir a la final de un torneo de críquet, para acompañar a su héroe, directamente importado de cocoon. aquella la tarde estaba soleada, los niños chillaban en las hamacas del parque y otros se revolcaban en el arenero. la hilera de viejas damas no descuidaba su objetivo hasta la caída del sol. era entonces cuando airosas, montaban los pony y se volvían con el cabello al viento, cabalgando a casa.

jueves, octubre 13, 2005

maldito aparato

volvía a su casa después de pasar, las ultimas cuarenta y ocho horas, fuera. traía el pelo mojado y el cuerpo levemente tibio. el sol se asomaba insultante para aquella tímida primavera. en las paradas de los ómnibus, dos adolescentes se besaban sin parar bañándose en gigantescos lengüetazos. las siete de la mañana y el humo de la ciudad que aun no se intuía del todo. se había olvidado el teléfono, lo había desconectado y lo había dejado en la mesita de luz del casi desconocido con el que había pasado la noche. odiaba ese aparato y siempre que podía lo largaba en alguna parte. aprovecharía esta oportunidad para alejarse de el, para siempre. pero su partenaire de la noche anterior no pensaba lo mismo y la estuvo buscando durante todo el día, atendió sus llamadas y hizo todo lo posible por que recuperara el pequeño aparato. tirano, pensaba ella, cuando tenia que gastar un minuto en atender el celular. lo que podría haber sido un encuentro casual, único y perfecto se había convertido, de pronto, en una pequeña telenovela del desencuentro protagonizada por un teléfono móvil. al mediodía varios de sus amigos y un compañero de trabajo habían tenido charlas con el hombre amable de la voz gruesa que explicaba con sutileza que ella le había dejado el teléfono en la noche anterior. eso inmediatamente generaba una llamada a la casa de ella, con grabaciones llenas de risitas e ironía, grabadas en su contestador. mientras tanto, ella descansaba boca abajo, exhausta, en su cama.

sábado, octubre 08, 2005

no hay salida

recibía todos los días aquellas cartas llenas de intimidades que la intimidaban. por reflejo, respondía con el mismo nivel de familiaridad y destapaba aspectos de su vida de los que se guardan en el cajoncito más recóndito de la mesa de luz. ese grado de desnudez extremo se parecía mucho al que arriesgaba cuando se enamoraba de alguien. pero este no era el caso y sentía que estaba corriendo un riesgo extraño, inesperado e innecesario. abrir el alma en dos a un desconocido con el que solo había tomado un café. ¿acaso ese café era un argumento suficiente para darle tanta información? si, el café habilita todo, es como una puerta sin llave, un candado violado o una barrera caída después de la tormenta. el café puede con todo esto y mucho más. es un vehículo que no admite límites ni guardas. nadie se puede salvar de lo que pasa después del café. después del café solo puede haber sexo. después del café, solo puede haber amor. después del café solo puede haber perdón. después del café solo puede haber rutina. después del café solo puede haber adiós. después del café, solo puede haber olvido.

martes, octubre 04, 2005

intentemos con el gres

allí estaban, paradas frente al mural de gres, haciendo un esfuerzo sobrehumano para que el arte las penetrara al fin. tras el intento de mirar la obra concentradas a una se le escapó un pequeño suspiro. la que estaba a su lado se tentó un poco y la más petiza soltó, definitivamente, una brutal carcajada. la manada de viejos de una excursión que venía arrastrándose por la rampa para inválidos las miró con reprobación. las tres jimenas no podían parar. la risa las había atrapado como una peste y las dejaba en evidencia frente al público afectado del pequeño museo. la guía abrió la puerta del salón de exposiciones y las observó. como si fueran un cardúmen de mojarritas en una botella de chandon brut se empujaron entre ellas, tratando de tomar aire para parar el estruendo, pero no fue muy efectivo. entonces se arrastraron hacia la puerta, riéndose cada vez, más alto.

domingo, octubre 02, 2005

queriamos tanto a joaquin

cuando empezaron a servir la merienda en el jardín ella se fue para adentro, para evitar los rayos del sol. el comedor del palacio estaba fresco, solo lo habitaban las mosquitas de la fruta que no paraban de revolotear sobre las mayólicas. se sentó en el borde de un escalón a descansar. al rato sintió los pasos de alguien que se acercaba. era un niño gordito, de unos diez u once años, medio pelirrojo y con una camiseta amarilla. parecía no estar interesado en la filmación. posiblemente era el hijo o el nieto del portero del palacio. no dudó un instante para iniciar una conversación : venga, le voy a mostrar algo. subió un tramo de la escalera y ella lo siguió. sobre la pared, a pocos metros estaba el sensacional cuadro. es un sorolla, dijo el niño con satisfacción. joaquín sorolla, vale mas o menos un millón de dólares según cotización de christie's, acotó por si había alguna duda sobre la calidad de la información que manejaba a su corta edad. ella se quedó admirando el cuerpo de la mujer retratada y el gordito siguió subiendo hacia el segundo piso. sígame, aquí hay dos más. los cuadros de la planta alta eran más afectados, un poco más complacientes que el primer desnudo. seguramente obras por encargo de los antiguos dueños de casa. mi favorito es el de abajo, opinó el pequeño. ¿ te gustan las cosas antiguas ? si, los templarios sobre todo. ¿ y la pintura ? ¿ te interesa la pintura ? más o menos, me interesa la historia, la edad media, las cruzadas, el siglo de las luces. ella se acordó de la charla de esa mañana con su novio de turno, un auténtico analfabeto, a propósito de un tema absolutamente banal, su marca favorita de ropa. ¿ cuantos años tenés ? siete, dijo el gordito. entonces bajó al patio y se comió un sándwich de pan de nuez y queso.

del reglamento de la abuela en contra de los avaros

1. recuerda siempre que el hombre que teme que un cocodrilo le rebane la mano cuando la mete en el bolsillo, tampoco se sentirá propenso a compartir otra zona del interior de su pantalón. 2. la pérdida del tiempo es uno de los placeres de la vida a los que la mujer, alguna vez debe entregarse. pero eso no implica que lo haga en compañía de un espécimen que solo es capaz de gastar el suyo en contar monedas. 3. las relaciones sexuales y la economía son primas hermanas. quien es generoso con su dinero lo será con su tiempo, su piel y su deseo.

miércoles, septiembre 28, 2005

del reglamento de la abuela a favor de los idealistas

1. puedes ir a la cama con un chico que quiere hacer la revolución, en una primera instancia, será apasionado, ardiente y estará dispuesto a compartir el placer. pero no esperes milagros, no hay revolución que dure cien años, ni cuerpo que la resista. 2. puedes ir a la cama con un poeta, pero no olvides darle un buen desayuno para asegurarte una segunda cita. 3. puedes ir a la cama con un soñador, pero asegúrate que no se quede dormido demasiado temprano.

por figueroa alcorta

me contamino con el glamour de un bar caro con mozos salidos de una pasarela de milán o nueva york. los clientes no lucen tan bien como los que los sirven, ni siquiera se ven tan elegantes como los muebles racionalistas que los circundan. el dinero compensa entonces, esa sutil diferencia. aquí vale la pena vestirse de negro y que tus zapatos brillen. al menos eso pensó el yuppie que esta en la mesa de enfrente. el efecto del cristal y el piso de granito negro justifican semejantes atuendos. hay una cabina de dj en el medio del salón, un centro de proyección que alimenta una serie de pantallas planas que nadie mira. tal vez el diseñador se imaginó que se pasarían en esos espacios imágenes sofisticadas, películas de arte, video arte o fotografías sugestivas animadas por métodos futuristas. pero no, una señal de fútbol es la que alimenta las pantallas. aparecen tipos con el pelo teñido con claritos, caras toscas de futbolistas del medio de la cancha, directores técnicos de aspecto estresado, extrañamente embutidos en trajes italianos y algunos hinchas, venidos sin escalas del mesozoico, envueltos en banderas del club. el mantelito que me traen para apoyar el té es de cuero grueso con pespuntes impecables y contrasta con el cristal y las patas extrañas y cromadas de la mesa. en este bar las mesas son como de directorio. aquí uno debe ser, como mínimo, un ceo. también hay que atenerse a los dictados de la moda de los mozos, quienes detentan el poder de sugerir lo que se usa consumir en cada caso. mi simple manzanilla se transforma en un te japonés de hebras que viene en una tetera de rakú con agua a altísima temperatura. el cuenco solo debe llenarse hasta la mitad, para poder manipularlo después, rumbo a la boca, sin escaldar el paladar. descubro que no es cool tomar lo que me gusta. debo atenerme a las reglas de la casa. es decir a tomar un té desconocido que pagaré como un viaje al mismísimo oriente.

martes, septiembre 27, 2005

reglamento de la abuela contra asquerosos

1. nunca vayas a la cama con un tipo que se toca delante de tí. si bien esa, es una señal inequívoca de que quiere tirarse un polvo a tus expensas, que al menos pague el peaje de la buena educación. 2. nunca vayas a la cama con un tipo que te invita a comer a su casa y te hace un chiste a propósito que te quedes a dormir, en cuarto separados, en su "cueva". puede haber muchos desesperados en el mundo, pero uno patético es el premio que nunca deberías lucir en tu cinturón. 3. nunca vayas a la cama con un tipo que, a poco de conocerte, te manda un chiste grosero por mail. cierra los ojos y lo verás, esa misma noche, en calzoncillos y escarpines, haciendo honor de su singular talento para el horror.

lunes, septiembre 26, 2005

paso a las nueve

se recostó en el diván con las mejillas rojas de absenta. sin cerrar los ojos, presenció una escena bizarra de sexo entre hermanos. los pekineses de porcelana de esmalte naturalista, que estaban en la bandeja de plata empezaron a darse besos negros y a probar todo tipo de posiciones eróticas, como si se vieran obligados esa misma tarde a rescribir, todo el kama sutra. arrobada en aquella extraña temperatura, esperó la llegada del anfitrión. el piso diecisiete estaba alfombrado en clave persa, en tonos de rojo y azul. las cortinas, grandes y ampulosas, tenían rayas en tonos de dorado. lo que significa, según algún manual errático, la casa de un hombre soltero. la columna patinada en faux marble que se ocultaba en un rincón, denunciaba el fracaso, no asumido, del decorador. todos los cuadros mostraban algún par de tetas. a veces incluían alguna cara, una mirada calentorra, un rostro sediento de deseo que interpelaba al espectador. otras veces eran troncos que solo mostraban lo esencial : un par de tetas. ella estaba ahí, cómoda en el diván, incómoda con la decoración de la casa de un hombre con dinero evidentemente desesperado por regresar al seno materno. estaba claro que se trataba de un tipo insoportable ¿ quien querría vivir entre ese mar de perros de porcelana china ? en aquella circunstancia, ella no tenía nada que perder. apenas seguiría la conversación hasta ver si concretar o no, un negocio. encogió levemente los pies dentro de las botas de aspecto punk y después estiró cada dedo hasta rozar el borde del cuero. ahí mismo se durmió.

martes, septiembre 20, 2005

paraíso de azulejos

recorro la ciudad durante el día y tomo agua en exceso, por una extraña dieta que indica que la hidratación extraordinaria me hará, seguramente, inmortal. siempre quise ser inmortal. así que mis botellitas de agua son un clásico durante el trabajo, el ocio y el aburrimiento. también se han convertido los baños en salas indispensables para mi confort. soy de esas a las que no le viene bien cualquier cosa. nada de mojar los pastos, el recodo del árbol o la parte baja del murito. a mi me gustan los baños con azulejos, aparatos colocados en espacios más o menos amplios, estilo años cuarenta. la última época de brillo de esta urbe. en especial elijo aquellos que tienen un selecto público y son verdaderas joyas abandonadas, como el del piso uno y medio de la municipalidad. un salón enorme con espejos esplendidos, máquina para jabón, agua abundante, gabinetes limpios todo el tiempo y teléfono público. podría definir a la ciudad por sus baños. ahí entra también el toilette del lobby de un hotel cinco estrellas frente a la plaza independencia en el que podes llegar a darte prácticamente un baño con total confort ( también tiene teléfonos públicos discretamente colocados como si tenés que pelearte con tu novio ) si fuera necesario. si bien he probado el servicio de la suprema corte de justicia y es interesante no lo recomiendo en damas que vengan de tacos altos o no estén entrenadas para subir tres tramos de escalera. tampoco los baños de la terminal portuaria son buenos, huelen a un detergente sospechoso. en el aeropuerto, los baños buenos son los que están más ocultos y no son muy pacíficos. los del principal banco de la ciudad son bellos pero tienen algo de truculento gracias a sus mármoles. los del círculo militar están bien, así como los del hipódromo pero no es muy céntrica su ubicación. hace unos días la municipalidad estaba cerrada a las seis de la tarde. eso me causó una gran decepción. corría hacia una reunión en un bar, sitio en el que no suelo visitar el servicio y me quedaban solo dos cuadras. entonces improvisé y me metí en el club español. empujé las pesadas y lustrosas puertas de esta magna institución donde seis viejos debatían temas del tiempo de franco en sendos sillones de cuero negro con tachas de bronce y cabeceras altas. pasé por la puerta de la biblioteca que estaba, como siempre, vacía. en el corredor un gallego anciano revisaba sin lentes, un diario de su tierra, seguramente no muy actualizado. frente al bar descubrí, tras los vitrales amarillentos en rombos, la puerta al gabinete higiénico. mayólicas. si señores, los españoles mean entre mayólicas. con lo caras que son. sitio pretencioso y al mismo tiempo confortable. un segundo hogar donde una se lava las manos, se desprende de la grasa de la calle y hasta le da el ánimo para peinarse un poco. un sitio para incluir en la guía de baños de la ciudad.

sábado, septiembre 17, 2005

peinando a barbie

tengo una paciencia infinita. trato que no la noten para que no se abusen de mi nobleza, que en realidad es pura debilidad. en esta época, no es cool ser paciente. ni educada, ni culta. son tiempos en los que las marcas pueden todo y las personas, apenas se asoman para dominarlas. espero en la línea de producción de la peluquería. en el turno anterior, una rubia de pelo larguísimo. la peinan y la maquillan porque es la barbie que atiende en la casa de barbie, dos pisos más abajo. escucho a la peluquera que la atiende con cierta emoción, como si estuviera entrevistando a la mismísima barbie, para vanity fair. el peinado demora horas porque hay muchos metros para estirar. pienso que habrá en el hipotálamo de esta chica que habita una casita rosa de cartón en la planta baja del centro comercial. una casita hecha con poca gracia pero pintura rosa en abundancia, una casita hecha para vender la ilusión rosa, la feminidad, lo delicado. pienso en todo el tiempo que pierden estas niñas que habitan el mundo barbie en convertirse en unas auténticas y escuálidas mujeres con el cerebro dañado por el rosa. está comprobado que es un color maléfico que vibra solo para el vacío, que no brinda más que confort rosa, pensamiento rosa, ilusión rosa y estupidez rosa. pero bueno, lo dice la hija de una mujer que odia el rosa desde su más tierna infancia y lo considera antipedagógico. no puedo ser perfecta.

miércoles, septiembre 14, 2005

ojo con la mancha

tenia una vocación marcada hacia la mácula. para él, mancharse era un atributo de su agenda al que rendía honor días laborables y feriados, fechas patrias y fechas intrascendentes. desde que había tenido el gusto de respirar se manchaba constantemente. todas sus fotos familiares incluían un espacio en el que se podía detectar el paso de vino derramado sobre su camisa blanca, un poco de salsa bechamel encaramada sobre el ojal, una mancha de coca cola bajo la barbilla. cuando no lo lograba con su propio vestuario se las ingeniaba para manchar a otros. a veces los demás un poco sorprendidos, no lo tomaban muy bien. pero el contaba con una lista interminable de recursos para hacer de su cualidad, una virtud entretenida. además de advertirlo a los recién llegados cada vez que se acercaba el momento de departir un almuerzo, estaba acostumbrado a sacarlo como tema de conversación en estrenos y vernisagges cuando le pasaba la copa a una linda rubia de manera de romper el hielo. si bien desconfiaba del poder de su defecto a la hora de seducir, durante las soleadas tardes de enero especulaba con encontrar algún día a su opuesto complementario perfecto. una mujer que fuera capaz de borrar una a una cada mancha de su vida.

lunes, septiembre 12, 2005

zanahorias y tocadiscos

la mañana del domingo esta fresca y los feriantes aprontan sus mercaderías para pasar varias horas ahí, agazapados, esperando a los clientes. atravieso la calle atestada de camioncitos viejos, carros de mano y bultos envueltos en nylon con mi pollera larga de seda y el maquillaje de los ojos algo corrido. soy solo la sombra del espíritu de la fiesta. lo que queda cuando se apaga la orquesta. el recorte de una página brillante que flota en el viento. me siento liviana y rara mezclada con ese catálogo de objetos y gente. como una lechuga flotando en un plato de sopa. diferente y al mismo tiempo del mismo palo. el sol me rebota en la espalda mientras bajo por la zona de los repuestos de bicicletas, pisando leve, como una princesa en una alfombra del palacio. veo el humo de las primeras tortas fritas y escucho un fragmento de una canción de creedence sonando desde un equipo destartalado. paso por la zona de las pantallas, donde esta antonio con sus pergaminos torneados y el buen mozo que vende diseños raros con colores pastel. siento el tintineo de mis caravanas largas mezcladas con el pelo, como si fuera una lámpara con caireles durante un tornado. me acuerdo de judy garland en las primeras escenas del mago de oz. me dan ganas de canturrear algo. no será un fragmento de la traviata, tal vez una canción de nino bravo.

domingo, septiembre 04, 2005

el madi y la canasta básica

domingo en la mañana. atravieso la avenida. me cruzo con un pintor madi. esta viejo pero sé que insiste con su obra ( movimiento abstracción dimensión invención ) hasta el día de hoy. esculturas que son como juguetes en el aire, en el espacio. diversiones plásticas. cuestiones misteriosas llevaron al madi a nacer en el río de la plata. este movimiento, dio interesantes frutos en ambas márgenes del estuario. el pintor que me encuentro no se reinventó un nombre, se dejó el suyo original : rodolfo ian uricchio. estoy llena de ángulos. este es un día extraño, medio soleado, medio gris, medio tranquilo, medio movido. suspendido en el aire, como tantas cosas. geométrico como tanto madi que queda por el mundo. vivo en los años cuarenta. mas allá del siglo veintiuno y sus obligaciones de supuesta modernidad. aquí nada paso mas allá del 47. nada avanzó demasiado en el tiempo y en el espacio. los libros de salgari se siguen leyendo como pan caliente. hay flacos con aire existencialista en cada esquina. flacos de piel pálida y actitud contemplativa. de esos que una se llevaría para la cueva, para darles un buen plato de guiso.

jueves, septiembre 01, 2005

tres en taxi

cuando se subieron al taxi abrazados, tenían esa risa tonta del porro recién fumado. ella los esperaba hacia rato, envuelta en un pequeño chaleco de tristeza que la acompañaba el último par de días. apenas el taxista arrancó, por la larga rambla, empezó a caer la lluvia. el asiento trasero estaba animado, los tres amigos habían pasado una larga noche entre vino, tango y amigos. ella estaba con ánimo de bossa, los otros en plena fanfarria con trombones y metales. entonces esbozó una historia de amor con final patético, en la que, por supuesto era la heroína. ellos arrancaron a reír. entonces ella empezó a endulzar la narración hasta hacerla desopilante. uno de ellos amenazó con reventar de risa, el otro dijo que se mojaría encima. el taxi seguía corriendo por la noche bajo la lluvia. parecían un par de hienas en un tiovivo después de comer pochoclo. empezó a reír levemente y enumeró mas situaciones patéticas. todo era tan actual, tan vigente, que casi no le dolía reírse de su propia pena. el animus de sus amigos había llegado a un punto sin retorno, aullaban cada vez como más fuerza y sus carcajadas movían el auto negro y amarillo. a ella le cayeron algunas lágrimas pero no se detuvo en su cuento de amor indigno. las tres mandíbulas se siguieron agitando rítmicamente hasta llegar al centro. allí se despidieron con un abrazo, ellos marcharon en el taxi y ella caminó, por primera vez aliviada, rumbo a su casa.

lunes, agosto 29, 2005

duty free

además de una infinidad de perfumes y licores que no tendremos tiempo para probar en lo que nos queda de vida, está el lanzamiento rimbombante de toda una serie de aparatos de uso dudoso que seguramente mejoraran nuestro siempre devaluado estándar de vida. tal es el caso de la estación meteorológica portátil que puede ayudarnos, gracias a su sensor de monitores de temperatura a distancia, a saber si llevamos o no un saquito cuando salimos de casa. con este aparato, la tía clarita queda absolutamente relevada de recomendarnos cualquier tipo de cosa respecto al clima, algo que permitirá que, si el buen tiempo lo permite, se tome unas merecidas vacaciones haciendo topless en una isla griega. todo solamente por 229 dólares, sin impuestos. una ganga.

sábado, agosto 27, 2005

noche de sábado en san juan letrán

empujó la diminuta puerta que comunicaba con el gigantesco altar. pasó agachado, casi gateando, su imponente humanidad. el lugar estaba oscuro pero él, llevaba un par de fósforos por las dudas. conocía el sitio a la perfección, desde sus tiempos de monaguillo almidonado. sin prisa, revisó la caja que había debajo de la imagen de la virgen y sustrajo un abundante fajo de ostias recién horneadas. después agarró sin protocolo la damajuana de vino tinto y la arrastró hasta el borde del escalón. después vació de monedas la urna de las limosnas que estaba junto a la puerta. se metió otra vez, con su botín por la puerta mínima. atravesó cansino la sacristía rumbo al salón que estaba en el fondo, donde había una mesa de futbolito para los feligreses más jóvenes. ahí encontró un par de botas con patines que había donado hace años, al grupo de la legión de maría. volvió a la nave central y se los puso, durante más de una hora patinó impunemente en los pasillos de la gran iglesia, ante la mirada atónita, de yeso, de san antonio y san juan. sus piruetas mas inspiradas contrastaban con la oscuridad del recinto que apenas registraba el sonido de las ruedas metálicas contra el piso embaldosado en imágenes del vía crucis. con la frente transpirada, volvió a la sala de los jóvenes y sin sacarse los patines cenó de un mordisco el grupo de ostias y las regó con un cáliz rebosante de vino sagrado. después, el padre benito se durmió la mona.

jueves, agosto 25, 2005

a las nueve, pasa el hombre de tu vida

salió bajo la llovizna, apenas resguardada por su sombrerito rojo. a unos pasos, iba él, con la camperita levantada que dejaba a la vista los bolsillos traseros, con pespuntes amarillos, del jean. sus ojos lo persiguieron, embelesados. era del mismo tamaño que aquel oso que nunca le habían podido comprar sus padres, el que estaba en la vidriera de la farmacia cuando era chica. un peluche estilo teddy que mediría unos cuarenta centímetros. este juguete no era de peluche, no tenia cuerda, no tenía un mecanismo que le permitiera decir ma-má . era un humano, pequeño al extremo, pero humano. con sentimientos, con emociones, con unas lindas manos. con unos zapatos lustrosos, seguramente un talle 43. lo siguió bajo agua por algunas cuadras, esperando que él la registrara en algún momento. pero no sucedió. dando un saltito se metió en el hall de un edificio y desapareció por el corredor de los ascensores. ella quedó afuera, con la mirada de tristeza del cachorro en la vidriera de una tienda de mascotas.

miércoles, agosto 24, 2005

marchando hacia ningun lugar

el sitio esta impoluto, forrado de espejos y alfombrado. adentro, hay una serie de máquinas donde las mujeres caminan como autistas, mirando al vacío de una televisión encendida con el volumen bajo. el mundo de la cinta de correr, un viaje infinito hacia ninguna parte. un viaje con destinos virtualmente previstos, distancias acordadas, velocidades en números rojos y cantidad de calorías consumidas. mucha información en ese universo que no avanza. la ilusión de tener el control, bajo techo, sin días de lluvia, sin piropos obscenos, sin la molestia del sol en los ojos, sin tener el viento en contra. en el recinto sagrado de las luchadoras contra la flacidez, donde se vencen las colas caídas, las panzas incipientes, los brazos flojos, no hay que distraerse para llegar al objetivo. en ese sitio las chicas se saludan y después, sudan. las hay de todas las edades y estilos, jóvenes y viejas. entrenadas e iniciadas. coquetas y sport. las expertas son las que usan guantecitos sin dedos para tomar las pesas. las novatas, las que no usan mallas de marca o zapatillas aeróbicas. todas son cómplices en el asesinato de las gorduras. algunas toman clases de steps, otras hacen localizada, otras no salen de la sala con la cinta. se anotan en una pizarra cuando llegan las horas pico y usan las demás máquinas con aire distraido, tratando de disimular la ansiedad, hasta que les llegue el turno.

domingo, agosto 21, 2005

pertencer, tiene sus ventajas

la casa, está en lo alto de una colina. tiene más seguridad que la casa de laura y george bush. incluye varios sitios donde hay que detenerse y mostrar todo tipo de identificaciones. se asoman toda clase de guardaespaldas, polícias, gendarmes y expertos en relaciones públicas. los elegidos, llevamos una pulserita en la mano, lo que nos hace diferentes a todos los demás mortales. los que no están invitados a la casa de caras. los helicópteros aterrizan en el jardín con invitados muy vip. las modelos jóvenes, de segundo orden, cabalgan por las rutas aledañas para ver si alguien las descubre. un pobre caballo andaluz es obligado a hacer pasos rídículos por parte de un jinete vestido de gaucho. miles de kilos de asado están ardiendo en la parrilla y una mesa gigantesca con ensaladas se deteriora al aire libre. las mesas están ocupadas por famosos y por los que quieren codearse con ellos. miro las gallinas corretando colina abajo, sin necesidad de saludar a nadie ni usar lentes negros o tacos altos. me presentan a muchas personas. mis anfitriones están dispuestos a que la pase bien. elegimos una mesa apartada y empieza el desbande. canilla libre de colesterol y vino tinto. yo no dejo el vaso de agua mineral. disfruto del paisaje. paso por el spa y me anoto para una hidratación de piel. el proceso parece simple. me aplican capas de tónicos de rico olor. desde mi sillón, recibo ese mimo y espío la llegada de otros invitados más, gente con pinta de colados. trato de no perderlos con los ojos. ellos sacan cámaras pocket digitales de ultima generación y acosan a los famosos con sus pequeños flashes. si, algo tienen que pagar por tantos privilegios. tal vez los contrate la revista para que los famosos no pierdan su autoestima. después de tres horas de tomar agua, necesito liberarme de ella. recorro la mansión y me encuentro cara a cara con la puerta del infierno. una cola larga, más larga que la de una ventanilla de hospital en una epidemia. una cola inmensa de decenas de rubias con botas texanas y aire anoréxico, con botellitas de agua mineral sin gas en la mano, todas con cara de pocos amigos. entonces, salgo al patio trasero, siempre hay un patio trasero. donde está la huerta orgánica de la casa de caras. orgullo del anfitrión. un baño silencioso y discreto.

sábado, agosto 20, 2005

seguire tu ejemplo

estoy rodeada de gente que está contra el cáncer. a saber por las miles de pulseritas amarillas de goma de amstrong. entiendo, nadie quiere tener cáncer en los huevos. la pulserita debe ser bastante efectiva porque los hombres la usan intensivamente y se los ve jóvenes y saludables. no crean que soy una bestia insensible, no. algún día inventaré alguna forma de revelarme contra algo sin que se pierda por ello el sentido de lo fashion, claro. es tan fashion ser políticamente correcto que de aquí a poco habrá desfiles en tanga leopardo contra la corrupción. por favor, que los zapatos sean de manolo blahnik.

viernes, agosto 19, 2005

otra vez brasil, salimos por el área industrial de la ciudad, usando una vía que se llama canoas, como tantas otras en este país. además del chofer, viene una especie de patovica, un guardacostas lo que evidencia que, no soy una persona importante pero seguramente comparto transporte con alguna celebridad. está absolutamente nublado pero la luz es abundante, estoy medio dormida y medio extraña. filhas da mãe es el nombre de una casa de ropa para novias. me hago un anillo de utilería usando la gotita instantánea y una serie de porquerías que junte en casa antes de salir. un anillo de plástico, de niña, un botón negro gigante y brilloso, todo servirá para mi artesanía salvaje. ahora cambié de vehículo y me conduce un negro muy bonito de unos 23 años, con anteojos de cien dólares. maneja por las alturas una 4x4 y me aclara que esta a mi disposición. es el candidato perfecto para abrocharme en la espalda el corsé, con cintas en la espalda, que me acabo de comprar. ir de compras de lencería erótica en brasil solo trae satisfacciones, todo existe y encima hay sorpresas constantes, prendas creativas, bordados locos, materiales variados, diseños y hasta precios! todas las mesas están forradas de cuero, desde este rincón del café, donde no se sentarían los amantes, controlo en pasaje de la gente por la peatonal. estoy bajo la tiranía de una peluquera que decidió recibirme a las seis de la tarde, fue como pedirle audiencia a un rey. ahora gasto el tiempo en asuntos inútiles y tomo aspirina para despertarme un poco. hice una incursión, quizás demasiado radical, al sauna mixto del hotel. mis ojeras bajan y rebotan en las rodillas. tengo el síndrome del ojo cansado, algo que aun no salio en ninguna revista científica pero que seguro ya lo van a descubrir. esta noche, antes del maquillaje, recurriré al viejo truco de los hielos envueltos en servilletas de tela sobre los parpados. si lo usa silverster stallone, seguro que funciona.

miércoles, agosto 10, 2005

lecturas de agosto

amanecieron cubiertos de libros. la cama estaba tibia y a ellos los separaban las obras completas de shakespeare encuadernadas en papel biblia, formato grande y tapas duras con arabescos en oro y piel. él saco una de sus interminables piernas y se fue al baño, como si despertar bajo una colcha de papel fuera algo de todos los días. ella se quedó quieta , desnuda y cubierta por unos mini clásicos franceses de todos los tiempos. era novata en aquella habitación. apenas conocía a su ocasional compañero, un jugador de basketball aficionado a la lectura. habían tomado copitas de licor en un bar de ambiente intimista y habían terminado en la cama. ella sentía el pudor de una mujer que dejó la ropa en la mesa de la cocina, hacía varias horas y no tenía ningún plan para recuperarla. cerró los ojos y se hizo la dormida. al rato escuchó alguna actividad fuera del baño, un ruidito a caldera en la cocina y sus pasos, entrando en el cuarto-biblioteca. espió su espalda mientras entrecerraba la gigantesca cortina de papel japonés. una mesita con ruedas esperaba junto a la puerta, con su ropa primorosamente doblada y el desayuno en la bandeja superior. fingió despertarse en ese momento y le sonrió. el le pasó la bata con un gesto tierno. era una suerte de kimono destinado a las amantes. después desvistió su cuerpo de literatura francesa, le hizo un masaje en los pies y le dio el desayuno.

los rosales de la memoria

mientras el taxi se acercaba, veíamos la explanada de la entrada cubierta de sillones bkf de lona amarilla que parecían un ejercito de mariposas gigantes en una hora de descanso. era una mañana brumosa, como tantas, en aquella zona extraña con un microclima que contradecía las bondades caribeñas de la temperatura de la isla. hacía diez años que no pisábamos aquel sitio pero todo tenia un color familiar. quedamos paradas allí, en aquel sitio que nos había alojado y hecho amigas también. la misma sensación de ser locatarias y extranjeras que siempre habíamos tenido, ahora nos volvía a invadir. los árboles de la entrada, que alguna vez habían plantado en nuestra presencia y significaban la unión de tres continentes, estaban gigantescos. de repente paso la telefonista, chancleteando como de costumbre y nos saludo como si nos hubiera dejado de ver anoche. aquella mujer que mas que una cabina atendía un club adonde la gente iba a compartir sus penas y también a recibir la alegría de comunicarse con sus parientes en el exterior. aquel sitio donde había migas, termo y a veces cartas españolas para pasar el tiempo. donde la conversación era la moneda de cambio. ahí estábamos, aun sorprendidas cuando paso un anciano que me llevo del brazo hasta un sector del jardín del edificio. se detuvo frente a un matorral de rosas y me dijo : esta es la matica que planto usted. busqué un rato en la memoria, le agradecí el gesto y me quedé pensando toda la tarde, revolviendo en cada cajón del olvido sin encontrar absolutamente nada.

martes, agosto 09, 2005

sportman

atravesaba una noche helada, por el medio . traía en la cabeza un encuentro casual con un joven amante que estaba prendado por su capa verde. sonreía y pensaba le gusta más la capa que yo. se lo imaginó desnudo y chiquito, frente al espejo, cubierto con su linda capa verde. reparó después, en la breve conversación que habían mantenido en ese encuentro casual. él le había recriminado amablemente que no lo llamaba, ni lo visitaba en su trabajo como antes. ella había admitido su falta. en fin, no se sentía obligada pero era simpático fingirse comprometida. dialéctica pura. solamente eso. la tensión estaría puesta en la capa verde. hay cosas irreversibles, pero no era el caso de la capa que tenia un lado de paño liso y otro, igualmente hermoso, de cuadros escoceses. nada esta perdido, nada es para siempre. así se fue acercando hasta la vidriera de un antiguo bar cerrado donde tres mozos, de calzoncillos de sarga color piel, trapeaban el piso con sendos lampazos.

sábado, agosto 06, 2005

de compras

arrastró a alicita hacia el negocio de pompas fúnebres. ahí reprodujo el habitual comportamiento caprichoso, que la caracterizaba a la hora de las compras. mientras coqueteaba sin parar, un lúgubre empleado la seguía, embelesado ante la posibilidad de una venta . el infeliz, abría y cerraba los féretros sin respiro, tratando de complacerla con una pátina hecha con cera especial o un forro de seda natural rosa con pequeños puntos de grantité en blanco. los cajones más caros estaban expuestos en horizontal, rodeados de cirios altos en el salón de exposición. todo estaba previsto para que el cliente entrarara caminando, con el dinero en el bolsillo y el recuerdo de su pariente muerto hace un rato. no era habitual que una cliente se probara su propio cajón con la misma ligereza de quien se prueba un par de zapatitos cubiertos de escamas de cocodrilo. para complacerla, el escuálido buitre ponía en vertical las pesadas piezas de madera y tela y ella entraba a los saltitos y hacía comentarios en el medio de pequeñas risitas coquetas estoy gordita para este pronunciaba y sacaba una puntita del pie enfundada en un primoroso zapatito blanco. el funcionario sonreía y no paraba de transpirar mientras caminaban hacia los cajones más caros. en el medio de la prueba, la tía detectó el caminar de un joven escultural y tatuado que lijaba cajones en el taller y decidió seguirlo para admirar de cerca aquellos muslos privilegiados cubiertos por un mono de jean. por aquí tienen mas anunció y se mandó directamente a la sección de los cajones baratos, entre el aserrín y el polvo, como un gato reo que saborea una sardina robada y podrida. a pesar de estar sana y optimista, tía elvira era una mujer previsora. no iba a dejar nada librado al azar. su entierro estaría pagado, el servicio elegido desde el cajón hasta las masitas del café, el color de las flores, las limosinas, el alto de las velas, las propinas para el maquillador y sus asistentes. todos sus detalles favoritos estarían previstos. una vez le había encomendado el jardín a su hermana. al regreso del viaje por europa, se había encontrado todas sus plantas marchitas y muertas. ahora solo podía confiar en alicita, su sobrina, la que ahora presenciaba toda la escena con su cara tapizada por el acné, con actitud sumisa, embutida en el uniforme del colegio esclavas del divino corazón de jesús.

jueves, julio 28, 2005

todo en común

a pocos centímetros del ídolo, la funcionaria de inmigración, comprendió que llevaba el pelo teñido. ahí quedaron enfrentados, separados por una fina capa de vidrio , el tenista eternamente joven y la regordeta mujer policía del pantalón azul talla 48 a punto de explotar. con el descaro de una mujer que no tiene nada que perder, belinda masculló : preferance 67. entonces el campeón elevó un poco los ojos y se sintió aludido. no te entendí...¿te di la cédula ? tratando de disimular el duro instante en que fue puesto en evidencia por aquella cerdita vestida de azul. listo ! sonrió la gendarme y le acercó el documento a la ventanilla con el sellado correspondiente. el ex príncipe de los courts se alejó con su campera castaño-rojiza y su pelo del mismo color. usa el mismo tono que vos dijo sandra, la funcionaria argentina a la funcionaria uruguaya. si, el mismo preferance 67, dijo belinda y acarició el arma de reglamento que relucía en su cadera.

miércoles, julio 27, 2005

nadie

después de la una, en el bar, están los felices, los que tienen mesa reservada o los que llegaron temprano y ya estan servidos. además, están los entenados que hacen cola, intentan seducir de alguna manera a la recepcionista y también los que quedan con cara de frustración vagando por la zona de la barra. las mujeres, generalmente llegan en barra y enseguida se victimizan. están los tipos prácticos que se arreglan en cualquier lado, igual en la zona de la puerta, donde es más oscuro y a cada rato se cuela un chorro de aire frío. vino además el que mete el pecho y tarta de colarse. el prepotente. la distraída, el pertinaz . la parejita que se manda al salón y cuando son atrapados in fragantti, regresan con la humillación de ser corridos por el servicio. caminan conscientes de su escarnio, imperceptible para el resto que mastica. estoy en uno de esos lugares adonde van las estrellas. mi aspecto, es tan exótico, que algunas celebridades, que pasan por mi mesa y me saludan, para no quedar mal. estoy en la entrada, en la mesa más evidente, junto a la recepcionista. ya pasaron tres, es muy graciosa la situación. ahora veo a dos provincianas que vinieron, como yo, a ver famosos comer. están desorientadas por mi culpa. no pueden parar de hablar de mi, mientras la recepcionista las tortura y las obliga a esperar paradas una mísera mesita. revisan una y otra vez las tapas mentales de las revistas ilustradas que consumen y descartan que sea tal o cual. entonces…¿ quien es ? “ nadie” , concluye la más astuta y me descubre en mi franca impunidad.

martes, julio 26, 2005

hundido

el gigantesco castillo de naipes, construído a su alrededor, se derrumbó sin dejar una sola carta en pie. de nada valieron las invitaciones al palco privado, las rosas y aquel traje de gusto exquisito que se puso para deslumbrarla. la revelación fue tan dura y contundente que no dejo espacio para ningun movimiento. como si ella hubiera visto, través de la cerradura, como él le robaba todos los calcetines del cajon, en pleno ataque cleptómano. aquello habia sido grave y definitivo, sin retorno ni explicaciones. después de varias semanas de cortejo, llamadas oportunas e invitaciones encantadoras, el hombre de su vida, o mas bien, su prospecto, pronuncio la frase asesina : adoro la zarzuela.

lunes, julio 25, 2005

costumbres y servicios

vivo en una ciudad sin subterráneos. por los intestinos de montevideo sólo deambulan cinco millones de ratas elegantes, que también se han ajustado el cinturón por la crisis. tampoco tenemos bares de trampa, el último que quedaba desapareció en su lugar hay una verdulería puesta a todo trapo. en buenos aires hay todo tipo de bares y mis favoritos son los de alterne, sitios extraños, céntricos, con cortinas y perfectos para que entre una desprevenida como yo o el par de turistas canadienses que están a mi lado. a pleno día, jóvenes putas esperan una cita, un llamado, un cliente. seguramente a pocos metros estén las piezas de hotel donde se llevan a cabo las citas. en estos bares nadie lee el diario, no existen los típicos parroquianos que toman una copita. desde la hora del desayuno se sirve whisky o cognac barato. en este bar no cabe un mozo guarango sino uno diplomático y discreto que hace como que no estuviera. las chicas usan y abusan de los celulares, van y vienen. se sientan solas o con las demás. entran y salen, sobre todo al mediodía cuando los empleados tienen la pausa del almuerzo. dos por tres aparecen madamas disfrazadas de amigas, a controlar. aquí, nadie mira para afuera con aire lacónico, nadie escribe un poema en una servilleta. un bar de alterne es un lugar de trabajo donde nadie pierde el tiempo. nuestros bares de putas son también sitios de descanso, pero mezclados con parroquianos comunes. es el caso del maipo, frente al teatro stella di italia. un lugar cálido para tomar un café con un amigo o un cliente reciclado en confesor, que justo paso por el lugar después de cobrar una magra jubilación.

domingo, julio 24, 2005

lindo par

el invierno se hace mas crudo en las calles de la feria. desde un puesto de antigüedades de valor dudoso y cachivaches sonríen las pantuflas de ronald y nancy reagan. ellos están acostados, en sendas camitas, cubiertos de un acolchado con la bandera norteamericana. tienen las cabezas inclinadas sobre un linda almohadita y sonríen. el pie izquierdo es él, el derecho es nancy. aun no olvido el espanto que me causó encontrar su libro sobre la marihuana en la biblioteca de mi madre. nunca me atreví a preguntarle por tan peculiar hallazgo. quizás ahora podría darle una sorpresa y llevarle estas abrigaditas y republicanas pantuflas. para que se sienta protegida y caliente a la vez.

sábado, julio 23, 2005

mont blanc

en general, una vieja es noticia cuando va al banco y un malandrín le roba la bolsa con veinte mil dólares. también sucede cuando un joven le arranca la cartera en la calle y la empuja contra las baldosas de la vereda. entonces la vieja se lastima y su cara ensangrentada es noticia de las siete. es dura, la glamorosa vida de una vieja, ni me lo digan. he gastado horas en consultas con un geriatra que, seguramente, sea accionista o dueño de la farmacia donde me preparan las recetas de los remedios carísimas que me prescribe contra los dolores de huesos. el dentista que siempre me quiere poner coronas de oro. sospecho que pertenece a un grupo de profanadores de tumbas. la otra cara del negocio, un reciclador de oro bajo, que tiene que retirar de las piezas los restos de pollo o costilla para hacer su inmunda tarea y ganar unas monedas. creo firmemente que la sonrisa zalamera del dueño del supermercadito seguramente se deba a alguna desviación o perversión que este tipo tiene por las señoras mayores. no podemos fiarnos en nadie. quien sabe en que piensa ese gallego degenerado. el otro día fui a un bingo en el círculo militar. tengo un hermano que es coronel retirado y por eso puedo formar parte de esta selecta institución. estuve perdiendo durante toda la tarde pero, con la compra de cada cartón, estaba colaborando con un grupo de tejido de señoras del centro y la causa del ocio es algo que tenemos que apoyar. no porque le vayan a llevar la ropa tejida a los pobres, sino porque se las llevaran a sus nietos, que las detestarán y las esconderán en un rincón del ropero. el detalle es que usé, para anotar mis puntos, la lapicera mont blanc que me dejó mi tío eliseo. cuando me fui, me la olvidé. me di cuenta seis días después y cuando llamé no quedaba nadie jugando en la sala. no había nadie que tuviera noticias de mi lapicera. nadie se había quedado esperando mi llamado, para devolverme lo que es mío y vale mucho. así que llamé a mi hermano y el llamó al capitán que está casado con una de las del grupo de tejido y él consulto al alférez que estaba cantando los números durante aquella tarde. nadie sabía nada pero enseguida se pusieron a buscar. al final, alguien la había recogido y se la había dado a la empleada de la ropería y ella la había puesto entre las cosas perdidas, en una cajita de zapatos. mezclada con un llavero, un par de guantes de lana baratos y una bufanda de niño. hice que la despidieran, mi lapicera no podría pasar seis días en una caja de cartón, debería haberla colocado, como mínimo, en una caja fuerte.

miércoles, julio 20, 2005

buenos aires

el avión es angosto. poblado por ejecutivos aterrorizados. estamos carreteando por la pista, rumbo al cielo. siento como sudan adrenalina pura detrás de las camisas polo, podría hacerles en este momento un análisis de estómago con una mini cámara y podría ver esa danza de jugos trabajando pos una úlcera perforada que podría figurar en el guinnes. a pesar del perfume del after shave y las sonrisas hipócritas con las que se saludaron en la pista, en la cola de embarque, en el hall del aeropuerto, se puede oler desde lejos ese miedo a volar. somos solo dos mujeres en este vuelo. el asco que tengo por los aviones supera cualquier posibilidad de temor. cada vaso de jugo de naranja sintético que ofrece una azafata con gesto de empleada pública es como un puñal que me clavan en el medio del pecho. ni hablar de unos snacks de maní y castaña que insisten en darme. totalmente salados y con el mayor nivel de grasa transgénica del universo. me saco las botas y descanso un poco, en minutos estaremos bajando. no quiero escuchar los diálogos vacíos de mis compañeros de vuelo, son solo una fachada para ocultar lo que realmente les pasa. por un instante me olvido que mi gran nariz descubrió el olor a vomito antiguo que se oculto con alguna sustancia química en un asiento cercano. me viene un breve sueño en el que sueño que sueño un sueño. es un articulo en espiral, que va y se pierde en si mismo. todo parece tibio y acogedor allá arriba cuando duermo descalza y rodeada de desconocidos.

domingo, julio 17, 2005

día del padre

esto que me regalaste vos, metételo en el culo y le devuelve el frasco de perfume. no me lo dejan pasar. en la mesa, el padre disfruta de su día de licencia de la cárcel con sus dos hijas, su yerno boliviano y sus dos nietos. el ambiente familiar. el tipo tiene la voz rasposa y habla todo el tiempo sin parar . no me acuerdo de que cara tenía . su hija acota estuvo veinte años casado con ella y no se acuerda de la cara. la nieta menor es una bebita de unos meses, preciosa. no hagas como tu madre ¿ oíste ? cuídate eso que tenes ahí. mira a la mesa con coreanitos almorzando. los voy a matar repite. amenaza a la bebé con darle una piña en la nariz la concha de tu madre ríe. flaco le habla al mozo mientras señala a los coreanos con la cabeza, huevos de yeso tenes que tener para aguantar a estos. si no tengo plata, en mi casa no me dan ni la hora. las hijas deciden irse a buscar un pescado y lo dejan solo, con una cerveza. en otra mesa una familia de evangélicos, al mejor estilo de los flanders, almuerza silenciosa y respetuosamente ñoquis.

jueves, julio 14, 2005

el sexo de los otros

vuelvo medio alegre después de una noche de copas en una ciudad que apenas reconozco. de la puerta de un club sale la música de una fiesta, quizás un cumpleaños de quince o algo así. la vereda no es el sitio mas glamoroso del mundo con el farol de lámpara halógena y la basura en la acera. contra una ventana están los amantes. él esta sentado, con las piernas abiertas, sobre el marco y ella esta de espaldas a mí, en el medio, con un vestido de fiesta azul descotadísimo y más fino que un camisón. veo su espalda desnuda, el moño casi despeinado y las manos de él acariciándola en los senos mientras se besan en la boca. una nena se asoma por la puerta y los mira. yo también los miro. ellos están en otra parte. en una parte exquisita.

información confidencial

tenía una cita, algo improvisada pero interesante. un galán extraño, fuera del esquema frecuente. un sirio adaptado a la vida occidental. de esos que tienen un lunar puesto en el mejor sitio del cuerpo. trae un traje sencillo, blando, como el de alguien que se toma vacaciones. zapatos cómodos, un chal de seda fina. ¿ sos casado ? dispara ella y lo deja desconcertado ¿ como te diste cuenta ? responde el tipo, un poco paranoico. no sé.... miente ella se me ocurrió... no podía decirle, que el ajuste de los pantalones denuncia el estado civil, mejor disimular y nunca pasarle al enemigo, los códigos secretos del otro sexo.

miércoles, julio 13, 2005

piquete a las tres de la tarde

de repente se vio en el espejo. la vereda estaba llena de coleópteros que en realidad eran cincuentones de barriga prominente que trabajaban en bancos y oficinas públicas. esa tarde se habían sublevado para celebrar el día del orgullo del hombre gris. lo mas sorprendente era el osado movimiento de cadera de los coleópteros, que en algunos casos llegaba a convertirse en una sentadita al mejor estilo lambada. una provocación publica que hacia sonrojar a la enorme hilera de granaderos vestidos de chaleco antibalas negro que estaban con sus boinas y sus borceguíes tratando de mantenerse serios. esa extraña línea de contención era una auténtica mascarada ya que los coleópteros, eran en gran parte ministros y altos funcionarios, inclusive diputados de esos que les votaban el aumento de suelo a los policías, un par de veces por año. en realidad la fila de guardias no hacia mas que proteger del escarnio público a aquel descontrolado grupo de padres de familia que componían una suerte de carnaval de invierno. del otro lado, las cámaras de televisión intentaban conseguir imágenes para vender al mercado internacional de noticias amarillistas. los coleópteros no se preocupaban, circulaban con sus trajes de tela esponja armados con polyfom y se rascaban sus panzas ralladas con aire bravucón. un combo de trompetas y piano eléctrico animaba el baile desde lo alto de un camión de reparto de expedientes. seis músicos con traje de coleóptero transpiraban sin dejar, un segundo, de tocar hits de los tremendos del vallenato. los trencitos de manifestantes se desplazaban por la avenida apoyándose unos en las caderas de los otros, impúdicamente.

martes, julio 12, 2005

plan insecto

vengo caminando y cargando una gran tristeza. es como un dolorcito en el alma, medio inesperado, que me agarró ayer de noche y no ha querido soltarme. entonces me pongo los lentes de moscardón gigantes y negros y transito por el centro de la ciudad. el aire cálido, a pesar del invierno, me estimula y después de un rato de cruzarme con tanta gente empiezo a sentir un cierto alivio. si estuviera en la casa de mi niñez podría ir al recodo del jardín, donde estuve tantas veces en el mismo plan, para poder llorar despacito hasta que todo afloja y pasa. pero estoy aquí, parada en la vereda de la casa de mario benedetti, revisando un kiosquito de revistas, leyendo chismes sin comprarlos. mientras la luz del semáforo se demora pasa una conocida de mi infancia. hacia mucho que no la veía, era una belleza y aun conserva algo de aquel porte, pero parece que le pasó la lava de un volcán por la cara, esta como hinchada, marcada por la vida. se me ocurre que ha tomado un poco de alcohol de más o la picó una avispa o se fue un poco de control con los dulces. pero mi plan de esta tarde es otro, estoy tratando con mi propio estado de animo. veo salir un solcito tímido y eso me anima un poco. miro al resto de la personas y me siento como una hormiga mas de camino al hormiguero. solamente que soy una hormiga negra, de tapado de cuero negro, guantes negros, cartera negra, lentes negros. ensayo un sonido de hormiga, una suerte de soplido y empiezo a canturrear. el soplido me da una cierta impunidad, una suerte de frecuencia extraña que solo podrán percibir las hormigas obreras que están en la central. unnnnnnnzzzz, unnnnnnzzzzz, unnnnzzzzzz.

domingo, julio 10, 2005

tejido íntimo

la hija menor de los trapecistas había nacido con un pequeño defecto en la columna. nadie hablaba de eso en el circo. todos aparentaban una supuesta normalidad, tal vez por estar acostumbrados a convivir entre mujeres barbudas y enanos. pero valentina era consciente que su futuro no estaría en la arena del circo. por esa razón se había puesto a estudiar griego desde los diez años, pensando en irse lo antes posible a alguna isla del peloponeso a vender jugos de fruta en un chiringuito. mientras tanto pasaba el invierno dedicada al crochet de dos agujas, una extraña técnica que permitía tejer, al mismo tiempo dos piezas idénticas en tiempo record. ella estaba haciendo un par de calzoncillos de lana para los siameses porque el frío estaba colándose en el carromato y después de cada actuación corrían con el riesgo de resfriarse. dos por tres, la adolescente golpeaba la puerta y hablaba con hugo, el más sociable de los siameses. a él le había tomado las medidas y le hacía las pruebas, suponiendo que a su hermano también le quedaría bien el modelito una vez terminado. se había animado a ponerle una hilera de pompones rosa y negro solo en el par de hugo porque entendía que osvaldo era un tipo más sobrio, que preferiría pasar desapercibido aunque fuera en sus interiores.

sábado, julio 09, 2005

agéndame

mientras elsa se preparaba una taza de sopa, recordó la charla que había tenido con martín durante el fin de semana. una conversación banal, al menos en apariencia, sobre diferentes tópicos intrascendentes. aquel encuentro le había servido para paliar el tiempo libre de los sábados, algo que generalmente la angustiaba. la simple chance de quedarse un rato sin nada que hacer se había transformado en su principal miedo. en especial si no había una persona que la acompañara y le diera la sensación de no haber pasado el día sola. apenas podía estar un par de horas por día en su propia compañía. las utilizaba para hacer compras o pequeños arreglos en la casa, previos a la llegada de visitas. a medida que su aflicción se iba convirtiendo en obsesión, iba bajando el nivel de los acompañantes. podía incluso quedarse un largo rato en la puerta conversando con el vigilante, un hombre tosco y sin modales al que solo le interesaba su cuadro de fútbol favorito que era el oponente del cuadro de elsa. martín le había hablado de unos grupos de respiración en los que había participado, que hacían reuniones multitudinarias para las que se preparaban con estrictos ayunos y en las que aullaban arrodillados durante toda una noche. ella lo había escuchado con interés, asintiendo con la cabeza mientras pensaba como resolvería el siguiente hueco, el próximo fin de semana.

viernes, julio 08, 2005

diviérteme

había tenido siempre la habilidad para imitar a otras personas. podía pasar horas haciendo un personaje solo para entretener a sus amigos. capturaba la manera de hablar, los gestos del rostro, los tics y vanidades de sus imitados, el resultado era hilarante. aquella noche en el bar, se encontró con un par de personas a las que quiso impresionar. sin saber muy bien porqué, se lanzó a describir a un infeliz que vivía gracias a la caridad de una organización judía, se vestía con gran elegancia y enloquecía a todo el mundo con su megalomanía. el personaje era un tipo insoportable, que no podía parar ni un segundo de hablar estupideces con los más mínimos detalles. al mismo tiempo, era alguien de una vasta cultura y estudios, un desconsolado de esos que las ciudades albergan en los rincones más inesperados. un fracasado que ya no tendría tribuna porque estaba viejo, pobre y solo. entonces empezó a imitarlo, a hablar sobre cualquier tipo de imbecilidad con un detalle exquisito, describió lo que había hecho el personaje en las últimas veinticuatro horas, lo que había leído, lo que había dormido, la manera que se había desvelado y el programa radial que había sintonizado. los demás celebraron con sus risas el logro. no conocían al personaje pero lo estaban viendo en su mejor imitación. entonces el imitador trató de volver a ser el mismo y no pudo. quizo recuperar su tono de voz y seguió hablando como el tipo, intentó olvidar los gestos y tics pero aquel infeliz le había quedado adentro del alma, tatuado para siempre.

a la hora del almuerzo

se abrió la puerta y entró una liliputiense. una dulce ancianita con un tapadito de pelo de camello, unos primorosos zapatitos marrones de taco con una delicada hebilla y unas ondas adorables en el pelo. es una cliente frecuente del lugar, las mozas le sonríen y la reverencian. es absolutamente encantadora, sus ojos brillan como su dorada bijouterie. el vaso de agua, el azucarero, todos son más grandes que su rostro. ni hablar del inmenso plato de risotto que ahora tiene por delante. ella podría usar ese plato, de piscina y reeditar el éxito de escuela de sirenas, ahora en versión senior.