jueves, julio 31, 2008

nueva vida

era un sitio de corte marginal, donde aterrizaban algunos desconsolados que subían desde los bares del puerto y los cobardes que no querían involucrarse en peleas de cuchillo con los coreanos que azotaban el bajo en los inicios de los ochentas. ahora alguien está tratando de convertir, este rincón ignoto de la plaza independencia, en un reducto chic. cuando tratas de comprar una vulgar libreta de esas de tapa celeste encuentras que, en el kiosco de la esquina, el único modelo disponible a buen precio es una libreta con tapas escocesas, de diseño burberrys con cartón plastificado. a pocos metros del sitio abrieron un café con música ambient y una carta con opciones refinadas. el aroma es excelente, mezcla de café recién molido con chocolate. el clima, los muebles, el tono bajo de las mozas cundo te atienden y el estilo hedonista hacen el resto. millones de revistas nuevas, brillantes y con tapas decoradas con mujeres lindas están a mano para los que se aburren a la hora del desayuno o el té. la luz y la temperatura son perfectas para escribir. atrás quedaron aquellas épocas de decadencia en que este sitio se llamaba “el antequera “y era un depósito de almas en pena. un pasillo largo, frío y oscuro con una barra en el medio y una hilera de mesitas de cármica mal alumbradas con sillas destartaladas. era un lugar diseñado para los que naufragaran a altas horas entre las piernas frías de una ciudad inhóspita; los que perdían en los bingos, los que perdían en las carreras de caballos, los que perdían todo el tiempo alguna cosa. ante todo, fue el escenario de un hecho mítico: cuando rosa luna, la diosa del candombe, el monumento de carne y carnestolendas, cortó a un hombre. no cortó con el hombre, lo picó con un puñal. este antecedente policial-glamoroso debería haberlo preservado, no como un bar "patrimonio de la nación" pero al menos como mausoleo o al menos como advertencia para todos aquellos hombres que se propasan con nosotras sin medir las consecuencias.

jueves, julio 03, 2008

shortcito de pelos

el sábado las cinco nos fuimos a lo de uri en el pueblo, a las cinco de la tarde, a pintarnos las uñas por cinco pesos. pero no había luz en lo de uri así que la expedición de belleza se nos frustró un poco. estábamos ahí, en la vereda. no podíamos sacarnos las cejas, ni pintarnos las uñas y mucho menos peinarnos y ponernos ruleros hechos con el cartón del papel higiénico porque el secador de pie no funciona sin corriente. entonces no subimos a la furia blanca y fuimos por un spray mata-mosquitos para mi oficina. pero el comercio ya había cerrado y amenazaba con llover. mientras dábamos vueltas en el auto empezamos a hablar de comida y ahí surgió el nombre de un restaurante con una carta prometedora en un pueblo que se llama guira de melena. según amanda, nuestra inspiradora este sitio tiene en la pared una pintura sugestiva, una chica y su shortcito de pelos. un must en la cultura sexual vernácula. un modelo de depilación que solo se impone por esta isla y hace escuela. las chicas se depilan las piernas a partir de una linea imaginaria perpendicular, a la manera de un short. cuando ellos las ven en bikini, deliran ante tanto vestuario simbólico. esa tarde si bien logramos encontrar el sitio, había cerrado sus puertas por lo que tuvimos que buscar otra opción gastronómica a la vuelta de un hospital donde amenizaron el almuerzo con un aire acondicionado a todo dar, tostones rellenos con salsa y queso y un dvd de celine dion al mango. de todos modos teníamos que ir a ver el cuadro asi que hoy fuimos a comer al náutico, sitio que debería tener tres estrellas en la guia michelin. ustedes saben que este blog no tiene fotos, pero creo que el shortcito de pelos amerita una excepción. disfrútenlo..