sábado, febrero 05, 2005

dime el color de tu mascota y te dire a que hueles

gracias a una distracción quedo perdida en el medio de un barrio desconocido en la ciudad que habito hace veinte años. no tengo muy claro como salir, así que camino en dirección sur buscando una calle de referencia. el camino será largo porque voy paralela a una avenida que nunca encontraré. es un sábado de primavera a la hora de la siesta. en un renault 12 hay un perrito rosado rabioso. no nació así, alguien lo pintó. es un caniche no del mejor pedigree que luce una moña grande y un collar dorado. tengo mi mini cámara digital y haciendo gala de una crueldad infrecuente, la preparo y me acerco lentamente a observarlo y retratarlo. el bicho me detecta. lo saco velozmente de sus casillas. tan solo con mirarlo logro que me odie como a su peor enemigo . el exótico animal decorado se transforma inmediatamente en una fiera indomable que ladra fuerte y me desfila sus dos hileras de dientes en señal de evidente amenaza. al fin y al cabo los bichos, más alla de las perversiones de sus dueños, también tienen su dignidad.