miércoles, junio 22, 2005

me acerqué a la mesa del buffet y pesqué unas hojas de lechuga del recipiente de la ensalada verde. después estacioné en el aceite de oliva y empecé a contar las gotas. en ese momento sentí la presencia de alguien a mis espaldas.entonces giré un poco la cabeza y lo miré. estaba ahí, parado y tembloroso con un platito en la mano. lo había atrapado mirándome mientras dudaba entre los recipientes de la lechuga y el berro. el señor, sorprendido in fraganti en pensamientos que no puedo descifrar. estaba congelado, en mi espalda, con el platito vacío. estaba frágil, viejo y vulnerable, con el rostro un poco sonrojado por la situación. volví a mi plato, a mi almuerzo, a mis hojas de verde. no podía darme vuelta y decirle : maestro . contarle todo lo que su obra influyó en mi vida. lo que siempre me gustó su trabajo. no podía decirle que aunque ahora solo fuera un viejo verde, había sido mi referencia durante mucho tiempo. entonces usé un recurso para resolver el problema volviendo al universo proteico. ¿ donde está la carne ?