miércoles, diciembre 31, 2008

resbalate amor

cae una inesperada llovizna en la ciudad. es sábado y oscureció. apenas un mínimo rocío se despliega y traiciona tres meses de sequía. la noche agradece este gesto de frescura urbana. en la plaza, dos parejas bailan una milonga mojada y erótica. bajo techo, un grupo de curiosos mira el evento. son cuatro seres independientes, plenos, deslazándose sobre la acera empapada. cabezas unidas por la frente, cuerpos graciosamente pegados por la música. curvas y retorcidas de piernas se trazan por el aire con una voluntad férrea. a la distancia, los veo enjabonados por el ritmo, el calor, la mojadura y la impunidad de las sombras. intensos como los cortes, profundos como las quebradas. metidos en un mundo impenetrable por los demás; los curiosos de la calle; los mirones; los aburridos sempiternos del domingo; los pobres envidiosos en general. son el centro de miradas y deseos, que abrazados y perdidos en su historia, circulan por la pista imaginaria de baldosas de granito rosado. bajo el toldo, amontonados, los que parecen testigos del juicio final. están quietos, ensimismados, detenidos ante aquel evento singular: una llovizna. asustados por sus terribles consecuencias. frenados en sus instintos de felicidad. congelados en su propios frezzers. amargados sin saberlo. embarazados por su pacatería individual. protegidos por sus prejuicios y sus miedos. y ahí está sonando la reina del río. la única, la indiscutible, la milonga prohibida. la procaz, la fea, la loca, la desdentada. la puta. la maculada. la que no tiene dueño, ni ley, ni paz. la que lleva a lo oscuro. la pecadora impenitente. la única diosa del sur. la asesina de sueños, vividora de orillas, rompedora de hogares, enterradora de reputaciones. la única guía posible por los dominios de hades. la pasajera desnuda de la barca de creonte. la que se frota las puntas de los senos cuando la espían. y cuando no la espían, también.

martes, diciembre 23, 2008

soy una pasada de moda

si señores, en estos días puedo afirmar que existen unos nuevos-viejos formatos de la felicidad-infelicidad conyugal. y estoy realmente maravillada observando como algunos de mis amigos, personajes con ciertos atributos interesantes, se dejan acoplar por estos modelos en busca o quizás, en un intento por conseguir definitivamente la felicidad. es por eso que, señores pasados los cuarenta años, aceptan ser conducidos como niños del brazo de la madre por mujeres que los miran con recelo y los increpan ante la más mínima intención de liberarse. hombres grandes, barrigudos, profesionales exitosos, tipos con humor, intereses, pasiones….llevados como peleles por mujercitas obsesivas, celosas, brujitas sin escoba. en estos días previos a la navidad me cruzo con tres ejemplares. el primero es un tipo estupendo, realmente adorable. ella no vale más que su histeria. es tan vieja como él, un poco mas deteriorada, usa un pelo casi sin peinar y carece de todo humor. más bien, abunda en gestos de fastidio. el segundo dúo tiene una mujer más joven, un hombre más bello. la tensión es infernal, no entiendo como logran convivir. por último me encuentro con el más intelectual de los tres, el más depravado, el coleccionista de zapatos de tacón. ahí esta, con su dominatrix de mandíbula apretada, una simple empleada administrativa que seguramente esta pagando las cuotas de su ultimo latigo. recuerdo como eran con sus anteriores mujeres, me acuerdo como eran sin mujer, me acuerdo como creía que eran pero evidentemente no son. lo divertido es cuando a ellas también las conozco y me doy cuenta que están absolutamente distantes de su forma habitual de ser, actuando en esa cuestión enfermiza-curativa de la posesión del macho. posesión diabólica si la hay. me pasa algo extraño con estas parejas nuevo-simbióticas. me dan vergüenza. me pongo colorada, no sé. es como un pudor por la última migaja de honor masculino, una especie de respeto un poco pasado de moda, sin duda, por los del género de enfrente. tal vez, no lo merezcan.

sábado, noviembre 08, 2008

merced 116

raúl tiene la misma mirada de la ranita que acampó en mi baño. unos ojos sin color que casi no tienen iris y parecen artificiales. me recibió en su casa en la zona antigua de la ciudad, cerca de la estación de trenes. cuando llegué, en el living estaban la vidente y una mujer que baldeaba el piso de monolítico beige. con ambas mantuve una breve charla. la vidente me confesó que me había visto unos días atrás, en una suerte de deja vu de barrio. la otra recitó un panegírico sobre la bondad de los uruguayos en comparación con sus vecinos, los argentinos. cuando llegó el maestro, se sentó a mi lado y escuchó. toda su piel irradiaba un olor a tabaco negro y viejo, recalcitrante. usaba unas chancletas de plástico, como de esas para ir a la piscina; un short de algodón y una camisilla blanca dada vuelta. escuchó el objetivo de mi visita y asintió. desapareció en el fondo y volvió sin el aliento a tabaco con un largo collar violeta de amatistas toscas. me invitó a pasar a un estar que, al igual que el living,  estaba presidido por un enorme cuadro de sai baba. me hizo sacar las joyas y los zapatos y me sentó en un taburete de niño de plástico frente a un altar lleno de divinidades diversas, como para quedar bien con todo el mundo. había velas para todos, inclusive un tabaco para el eleguá. tomó una sillita diminuta de madera y suela y se sentó frente a mí. ensayó todo tipo de discursos. el de la auto-sanación contenía su propio testimonio de curación de un cáncer de hígado a los treinta años. así nomas, de paso, anunció que yo tenía un trabajo de magia negra realizado por una mujer, quizás por un asunto “de pantalones “. mencionó su devoción por el maharaji y su próxima visita a la isla, el año entrante. después prometió un néctar hecho de manos de sai baba que yo debería tomar. cuando comenzó a citar nombres de autores de best sellers holísticos le pedí que no me hablara más. me sentía abrumada y su charla me estaba desesperando. le aclaré que no me interesaba nada de lo que me estaba diciendo y que yo no creía en nada. estaba ahí solamente porque quería una curación, no una explicación. no se le movió ni un pelo. me hizo cerrar los ojos, me sopló con fuerza, puso sus manos en mi cabeza y sacó mi angustia con fuertes chasquidos de dedos. me acostó en el piso y me colocó una hilera de piedras y una pirámide blanca de alambre en el tórax. prendió un cd y me dejó conectada con auriculares a uno de esos repulsivos instructivos de meditación grabados con efectos de cascada y sonidos de campanitas y música al estilo carros de fuego. al poco rato empecé a sentir alivio, y cuando volvió a despertarme se lo dije. cuando nos despedimos ya empezaba a sentirme feliz y él, en tono bajo me confesó :  yo tampoco creo en nada.

miércoles, octubre 22, 2008

la ciudad de los besos

¿lo puse aquí alguna vez ? amo la ropa limpia. no sé porque pero la ropa de algodón recién lavada me pone en sintonía con un estado de gracia del alma. una montaña de ropa tibia y perfumada puede ser tan buena como el manjar del día, algo tan mágico como cuando el pájaro negro sale de su rama habitual de las nueve de la mañana y se asoma a mi ventana con ese aire familiar, el de un amigo con derecho a entrar sin golpear la puerta. es tan linda la ropa recién lavada como entrar al bar en el momento que empieza a sonar mi canción favorita de ruffus. parecido al momento en que el sol se pone oblicuo sobre el río de la plata y un barco verde de carga atraviesa el canal con un apuro tardío. casi como cuando veo la silueta de un hombre de espuma de afeitar que corre por el camino frente al valle. tal vez sea tan buena como cuando iba a comprar alimento para gatos en aquella veterinaria y me atendía el clon de johnny deep. igual que ponerme el buzo amarillo de lana inglés que alguien me regalo y se me adhería a la piel con una suavidad insospechada. debería ser como si todo el tiempo el mundo oliera a caramelo recién hecho y pudieramos caminar todo el tiempo sin parar por la ciudad de los besos.

viernes, octubre 17, 2008

plata

sin darme cuenta, parece que cumplí los treinta y ahora soy una chica de plata. treinta trayectos, treinta aviones, treinta aburridas esperas en un aeropuerto, treinta fragmentos del día haciendo gastos inútiles en un free- shop. parece que me van a recompensar por tantas molestias brindándome una oportunidad gratuita para revivir esas molestias con otros tantos aviones, esperas, aeropuertos, funcionarios de inmigración con caras de constipación y escáneres varios. tengo más o menos claro el destino, y una agenda de posibles visitas. amigos en el valle del conejo, amigos con piscina, la clínica de las uñas de aquella japonesa loca, el trencito por la montaña rumbo al museo, el café con música gitana, quizás un tramo del desierto rumbo a la ciudad que siempre tiene las luces prendidas. un poco de viento, una iguana, una subida por topanga, los pies descalzos sobre el geen de un club, sentarse en las rocas y mirar el otro océano. un pequeño ensueño hacia un pasado reciente, una siesta calida donde vuelven imágenes, olores, fricciones entre el viento y mi nariz. la rueda gigante frente al mar, donde estará tu gato negro. donde estará aquel altar que hiciste a tus dioses budistas en la casa de cary grant. donde tiraron tus cenizas amiga linda, inspiradora y desordenada. tu carro color cobre, las sillas de tu oficina, aquellos cuadros que tanto me gustaron. que raro será volver sin visitarte, que nostalgia. llevaré el bordado y te recordare con agujas. pasare un rato en esa playita de barbudos que hacen tatuajes y todos los nativos se desplazan en patines. tengo un pretexto para vencer el aburrimiento con más aburrimiento, este nuevo status de plata me lo obliga. cruzare la avenida frente al hotel favorito de mi amigo ruso. hasta allí tendré que moverme para consumir este beneficio un tanto relativo. al sitio donde inicie este blog. treinta tramos que significan treinta momentos en la nada, cerrando los ojos y soñando que estoy en otra parte, seguramente mucho más cerca de tu boca poblada de largos colmillos.

viernes, octubre 10, 2008

hung up

estás triste. ayer de noche lo note cuando vi tu cara blanca sin sonrisa brillando en la oscuridad del corredor. has perdido aquel aire de gato macho que se regodea entre las hembras. ahora pareces un niño asustado. me gustas, también en ese plano. creo que estas en caída, pero no te vendrá mal. quizás ganes unas canas, no se. quizás se te terminen esos rizos infantiles que insistes en dejarte crecer. por momento eres tú, por momento un montón de otros. otros como tú. gatos machos de cola ancha. gatos machos revoloteando en la niebla, a ver que hay. por momentos pienso que todo es un pequeño retablo montado para impresionarme y decirme, sin decirme, que te pones mal si me voy. pero si te estudio a lo lejos, en la oscuridad y descubro ese rictus de aburrimiento, ese hastío misterioso de hombre casado no puedo equivocarme. hay formas de no tener nada teniéndolo todo. creo que estas en una de esas extrañas situaciones sobre las que nunca profundizamos demasiado. comemos sin parar de hablar. me dices que quieres venir conmigo. es divertida la propuesta. sería lindo llevarte y presentarte como un gato único, la mejor obra viviente que tengo. seguramente en un territorio del sur podrías arrasar con tu gracia llanera y tus citas poéticas. recuperar tu plumaje de macho alzado. pero es viernes, un mal día para embarcarse. mejor, cocíname algo especial esta noche y hablemos hasta que se acabe el gas .

miércoles, septiembre 17, 2008

12 de octubre

se había mojado las rodillas. había apoyado la espalda contra las baldosas del baño y había quedado ahí, detenida mientras el agua tibia resbalaba. el pelo era una masa de espuma que ya no importaba. la noche en vela era una simple cuestión del pasado. no era posible divisar el comienzo del día, la salida del sol o los movimientos del campo que la circundaban. la niebla era espesa, increíblemente gruesa, como un paño de capa gris. había poco que pudiera transparentarse mas allá de los cristales, ni siquiera se podía definir el calor o el fresco en aquella mañana. en esa extraña posición tuvo ganas de dictar una carta, una carta a un amor imposible, de carne y hueso. una suerte de despedida sin bienvenida, una locura más, de su repertorio. quiso explicarle el pocas líneas que estaba pensando en él. no todos los días, ni todas las noches. estaba pensando en él. tal vez decirle que no era justo, pero esa era la vida, así de tonta, la que no dejaba que las cosas pasaran cuando tenían que pasar. por eso, el deseo, por eso, la memoria. por esa misma razón, llevar la interrogante a cuestas. ahí, en el piso, mientras el agua tibia corría, pensó decirle algunas cosas bonitas. no alcanzaría el papel para decirle todo lo que le gustaba, ni todo lo que lo deseaba, ni muchas cosas bonitas más. algunas que serían incluso, imposibles de explicarle usando el pobre instrumento de la palabra. la última vez que lo vio, imaginó que podía cantar. no se animó a preguntarselo, solo lo imaginó y tuvo una pequeña sonrisa. la última vez que lo vio, tuvo miedo de quedarse enganchada para siempre. miedo a hacerse adicta. ahora, en el piso mojado, todo era irreversible. no era un amor pendiente, ni era un amor pasado, era un extraño signo del presente, tejido entre la evocación y la esperanza. otra vez, era puro misterio del alma.

sábado, agosto 30, 2008

waiting for gustav the hurricane

espero al huracán. como un resto de chicle del free shop. ese que viene en forma de cinta adhesiva. el día transcurre más bien aburrido. en la noche dormiremos todos juntos en un salón que no tiene mucho espacio. nos podremos hacer amigos, estoy segura de ello. hay algunas personas nuevas pero parecen tranquilos. somos pocos y lo pasaremos bien. dicen que el viento es al menos de 210 kilómetros por hora. espero que la selección musical sea propicia. llevare abba para mantener el espíritu en alto. prometieron darnos golosinas. no podremos salir hasta la salida del sol, cuando se hayan despejado los árboles caídos y se hayan retirado los cables eléctricos que estén activos, dicen que ese panorama puede ser desolador. ya están esperando con un camión la caída de las palmeras de la entrada. por el momento aseguramos nuestras ventanas y llevamos los carros a un nido con los vehículos ligeros que quedan rodeados de los transportes grandes, protegidos del viento. traje un bolso con mis enseres de supervivencia, el cepillo de dientes, botas con suela de goma, medias, una muda de ropa, papel higiénico, dos bolsas de residuos grandes, un libro con cuentos de dorothy parker, una mantita y mi lámpara de emergencia que puede funcionar 12 horas con su batería. ahora escucho a tina turner cantando earthquake and hurricane. la luz se va de a ratos, supongo que aun no estamos con el generador de emergencia. afuera llueve suave y pertinaz. alguien explica que después de azotar el primer viento sobrevendrá una calma y enseguida de pasar ese momento empieza lo peor, el paso del ojo o como diría la carta con la que me conquistó aquel chico que aun recuerdo...el vórtice.

jueves, agosto 28, 2008

maximo y minimo

hay un par de pollos que insisten en mirar al mundo a través de un agujero del tejido de alambre de su hogar sustituto. están solos en el mundo, alejados de sus huevos de origen, del calor de lo que algún día fue su madre, desconocen el futuro y sólo se dejan llenar el buche con ración. no razonan sobre la levedad de su vida, sobre la fragilidad de su tiempo, sobre la inminencia de la muerte. quizás entiendan, quizás compartan, quizás prosperen, pero nunca tendremos una señal clara que nos permita interpretar sus sentimientos. nuestra ignorancia es tan enorme, tan gigantesca y se expresa en cada instante de la existencia del mundo natural. por cada segundo de vida del mundo animal, vegetal o mineral hay millones de años luz de abismo, barbarie y brutalidad. para eso estamos los seres humanos, para compensar con nuestras lagunas toda la interminable belleza del universo.

jueves, agosto 21, 2008

ocio olimpico

con el fondo aburrido de una piscina olímpica, un par de rusas hacen una rutina de nado sincronizado absolutamente perfecta, coordinada y dramática al mismo tiempo. riiiing…ahora, una serie inglesa de paramédicos ocupa la pantalla. riiiing …los héroes de la vida real se encargan de matizar el tedio nocturno. buenas noches, la llamamos del servicio de encuestas de la universidad. están en tampa, la florida tratando de rescatar a un conductor que se estrello contra un poste y quedo atrapado. si, le hicimos unas preguntas hace unos siete años. la camioneta quedo incrustada y no hay manera de liberar al paciente. ahora estamos haciendo el seguimiento de la encuesta. llaman a los bomberos para sacar al paciente. ahora queremos saber como le esta yendo en la vida. a pesar del encierro los paramédicos intentan ponerle un respirador. ¿cuantos años de educación ha tenido? después de intentar una maniobra peligrosa logran ponerle el tubo. ¿vive en pareja? lo estamos oxigenando en este momento para que respire. ¿tiene hijos? podremos mantenerlo vivo. ¿es partidaria de la unión libre o el matrimonio? iniciamos un goteo intravenoso dentro del auto. ¿piensa que los hombres son mejores para hacer negocios? el paciente tiene problemas con el tubo en su garganta ¿las mujeres sirven para la política? el paramédico intenta hablarle para que se relaje ¿cuántas habitaciones tiene su casa? tiene demasiado dolor como para escuchar. ¿microondas? el tubo mantenía la respiración. ¿heladera con freezer? solo quedan quince minutos de la hora dorada. ¿televisión? al fin llegan los bomberos. ¿cable? logran sacar al paciente. ¿video? lo están trasladando al hospital. ¿reproductor de dvd? el paciente se mantiene estable. ¿lavavajillas? es el último plazo para salvar su vida. ¿automóvil? entregan al paciente dos minutos antes que termine su hora dorada. ¿ahora bien, podría decirme si es feliz?.

lunes, agosto 18, 2008

maduros # 5

emprendemos el ascenso por una ruta lisa, llena de curvas generosas y vegetación tupida. nadie baja por este camino hermoso, solo un solitario ciclista se suma, lentamente al esfuerzo. trepado tras la montaña, descubrimos el valle de tierra magnata. a nivel del suelo, todo parece pintado con una brocha gruesa de tonos hierro, grana, púrpura y carmín. por los aires, una cadena de enormes cumbres curvas, como bochas de helado intenso, pintadas con follaje, colocadas en hilera, como en una bandeja de copelia. parecen cascarones de barquillo pintados con azúcar de color verde, como un efecto de repostería llevado al paisaje. dicen que los mogotes son formaciones calcáreas pero prefiero pensar que son de oblea. desde el mirador se ve como una escenografía gigante, llena de pájaros, bestias salvajes y hombres protegidos por sombreros donde caben diminutos carros, caballitos, bicicletas. es en este espacio plano donde se cosecha y se guarda, con celo el mejor tabaco del mundo. hay una misteriosa sucesión de casitas de madera con techo de latón y ventanas religiosamente pintadas en tonos pastel, en su interior habitan y se secan cientos de hojas marrones y perfumadas. son los palacios del secado lento, guardianes del secreto ancestral de la maduración y el siempre necesario transcurrir del tiempo. porque la belleza necesita de cuidados, de mimos, de una mano que sea generosa y delicada y también del movimiento de las agujas del reloj. ordenados con maestría, colgados hacia abajo descansan los cogollos de donde saldrán las hojas seleccionadas de escasas nervaduras que irán directamente al armado de los más prestigiosos cigarros. creados exclusivamente con las mejores hojas de la selección, pegados con esmero y manipulados con especial cariño tarde o temprano se transformaran en sofisticados puros. una vez que descansen algunos serán cubiertos por una última capa oscura y debidamente anillados para convertirse en los maduros numero cinco, en sus versiones genios, mágicos o secretos. en ese momento podrán ingresar a suntuosas cajas de madera con taracea donde se combinan hermosas incrustaciones. tal vez desde ese momento, se alejen para siempre de aquella tierra roja, espumosa y caliente que los vio nacer .

jueves, agosto 14, 2008

lejos de transilvania

hablamos por teléfono del príncipe de lampedusa, de su extraña dieta de pastas y masas y sus horas y horas acostado leyendo y releyendo literatura universal en los restos de su castillo siciliano. hay datos de su vida, que se me habían olvidado y empiezan a saltar alegremente desde la memoria a la punta de la lengua. reconstruimos escenas de sus tiempos de infancia y los viajes polvorientos en carruaje y la llegada a la casa de piedra donde le daban limonada fresca. saboreo esta conversación y me vuelven las sensaciones dulces de la noche anterior, que me quedan pegadas en la piel. especialmente unos ojos que parecen estar siempre, a punto de llorar de tan oscuros. solo hay que dejar que el cable del teléfono cuelgue relajado como mi cabeza sobre la almohada. me faltan unos doscientos cuarenta minutos de sueño y mantengo esta extraña vigilia en la que reconstruyo cada gesto de ternura, como si fuera el rosario de un nuevo culto que quiero repetir hasta agotarme, solo por su valor litúrgico. salidos de cada una de nuestras criptas, sobrevolamos los tejados de pizarra negra de la ciudad vestidos con nuestras largas ojeras triangulares. aleteamos alejados de los crucifijos de las iglesias, de los pararrayos de los edificios altos y de los espejos, mientras nos vamos enredando sin querer, desde el aliento hasta el cuerpo. cierro los ojos y descanso con el palpitar suave de un corazón desconcertado, dibujando pintas y líneas curvas en el horizonte en color sanguina. dos extraños, dos vampiros, dos almas en pena que se buscan, se encuentran, se pierden en el tiempo. todo el aire de la noche queda impregnado de una espesa capa de ambrosia, de un inmenso vaho de mil hilos de caramelo que permanece aun cuando sale el sol y nos encontramos, otra vez, encerrados en nuestros sarcófagos.

sábado, agosto 02, 2008

el rey papa frita

no ha cumplido treinta años y ya es un monstruo. no luce como tal pero será cuestión de horas. reina entre las bandejas de plástico, los manteles descartables de papel y los preciados sachets de mayonesa. administra las acciones de cientos de inútiles desde un puesto clave y fundamental. lo hace con gracia y entrega. cerca de la parrilla y de los dioses, interviene con su mando entre el mundo del colesterol y las bocas de los clientes hambrientos. cada uno de sus actos está contaminado por un rictus de ensayada superficialidad, falsa eficacia y efecto de hastío. a sus súbditas las ordena con un simple movimiento desaprobatorio de nariz. tan solo una inclinación y ellas empezarán a descomponerse entre la máquina expendedora de papas fritas, el aceite hirviendo y los envases de cartón barato. es muy probable que al finalizar la jornada, después de cargar enormes bolsas negras de nylon llenas de desperdicios, algunas de ellas cuelguen sus uniformes y se retiren, convencidas sobre su inutilidad y la obligación de renunciar por no estar a la altura de las circunstancias laborales. probablemente algunas elijan regresar a la escuela nocturna a finalizar las materias pendientes del secundario, aspirando a una vida y un futuro venturoso. él es tan exigente, que formará parte de sus sueños y pesadillas por mucho tiempo. aparecerá en los momentos menos pensados, como la imagen de un padre severo y al mismo tiempo implacable. pocos podrían liderar como él la comanda de entrega de hamburguesas, distinguir entre un envoltorio de las que llevan cebolla de las que solo van de queso. su sabiduría infinita es capaz de organizar refrescos sin hielo y con hielo; grandes, medianos y súper grandes y las apreciadas bebidas dietéticas. sin su brillo, seria imposible combinar cada uno de los miembros del combo: hamburguesa, refresco y papas en perfecta armonía. su sensibilidad y entrega, su talento y porque no, su genio lo recortan como un mozart en viena, despegándolo de todo lo demás, a la hora del almuerzo.

viernes, agosto 01, 2008

otra vez hacia lo imperfecto

cada hueco de su cuerpo es un misterio. cada pómulo, una humorada incompleta, inacabada. someterlo es una tentación, observarlo en su asombro, una obligación. a veces es tan extraño tenerlo en la cabeza que el pelo se desordena y cambia el sentido de los remolinos y la peluquera me observa, impotente, con el cepillo y el secador, sin saber que hacer ni que dirección tomar. cuando lo evoco todo se pone a correr en el sentido contrario. todo se desborda y sale, fuera de la lógica, de la estampa prevista y de la cordura. es un como un hálito de excitación urbana, de misterio nocturno. cada encuentro es raro, extraño y vital. apenas me tropiezo con él y no sé muy bien porque, tengo un imparable deseo de ronronear, lamerlo y apretarlo al mismo tiempo. ¿será un maleficio del invierno, un capricho de noche montevideana, un agujero negro repleto de erotismo y depositado en ningún lugar? después de una charla ritual nos perdemos por la calle para besarnos con violencia y nuestros dedos se estiran para meterse bajo la ropa, como si fuera necesario cerciorarnos de la existencia de la piel, del calor, del latir y del humedecerse del otro. todo es tan fragmentario como el tiempo, como la historia cuando no está en un libro, como si fueran recortes en la memoria de un tipo senil. a veces siento que buceamos en ninguna parte, solo por el hecho de calentar el cuerpo con el roce, de mojar otra vez los labios o el sexo, obligados a reconocer la soledad de los cuerpos, el chasquido de las voces, el barrido de los ojos de uno sobre el otro. ahí estamos, iguales y renovados, impregnados y animados en el silencio, en el vano de la oscuridad, bañados de instintos lúgubres y festivos como dos marionetas independientes, sin los hilos del saltimbanqui, mareados por el desconcierto y la calentura, olvidados como viejos zapatos en un escaparate.

jueves, julio 31, 2008

nueva vida

era un sitio de corte marginal, donde aterrizaban algunos desconsolados que subían desde los bares del puerto y los cobardes que no querían involucrarse en peleas de cuchillo con los coreanos que azotaban el bajo en los inicios de los ochentas. ahora alguien está tratando de convertir, este rincón ignoto de la plaza independencia, en un reducto chic. cuando tratas de comprar una vulgar libreta de esas de tapa celeste encuentras que, en el kiosco de la esquina, el único modelo disponible a buen precio es una libreta con tapas escocesas, de diseño burberrys con cartón plastificado. a pocos metros del sitio abrieron un café con música ambient y una carta con opciones refinadas. el aroma es excelente, mezcla de café recién molido con chocolate. el clima, los muebles, el tono bajo de las mozas cundo te atienden y el estilo hedonista hacen el resto. millones de revistas nuevas, brillantes y con tapas decoradas con mujeres lindas están a mano para los que se aburren a la hora del desayuno o el té. la luz y la temperatura son perfectas para escribir. atrás quedaron aquellas épocas de decadencia en que este sitio se llamaba “el antequera “y era un depósito de almas en pena. un pasillo largo, frío y oscuro con una barra en el medio y una hilera de mesitas de cármica mal alumbradas con sillas destartaladas. era un lugar diseñado para los que naufragaran a altas horas entre las piernas frías de una ciudad inhóspita; los que perdían en los bingos, los que perdían en las carreras de caballos, los que perdían todo el tiempo alguna cosa. ante todo, fue el escenario de un hecho mítico: cuando rosa luna, la diosa del candombe, el monumento de carne y carnestolendas, cortó a un hombre. no cortó con el hombre, lo picó con un puñal. este antecedente policial-glamoroso debería haberlo preservado, no como un bar "patrimonio de la nación" pero al menos como mausoleo o al menos como advertencia para todos aquellos hombres que se propasan con nosotras sin medir las consecuencias.

jueves, julio 03, 2008

shortcito de pelos

el sábado las cinco nos fuimos a lo de uri en el pueblo, a las cinco de la tarde, a pintarnos las uñas por cinco pesos. pero no había luz en lo de uri así que la expedición de belleza se nos frustró un poco. estábamos ahí, en la vereda. no podíamos sacarnos las cejas, ni pintarnos las uñas y mucho menos peinarnos y ponernos ruleros hechos con el cartón del papel higiénico porque el secador de pie no funciona sin corriente. entonces no subimos a la furia blanca y fuimos por un spray mata-mosquitos para mi oficina. pero el comercio ya había cerrado y amenazaba con llover. mientras dábamos vueltas en el auto empezamos a hablar de comida y ahí surgió el nombre de un restaurante con una carta prometedora en un pueblo que se llama guira de melena. según amanda, nuestra inspiradora este sitio tiene en la pared una pintura sugestiva, una chica y su shortcito de pelos. un must en la cultura sexual vernácula. un modelo de depilación que solo se impone por esta isla y hace escuela. las chicas se depilan las piernas a partir de una linea imaginaria perpendicular, a la manera de un short. cuando ellos las ven en bikini, deliran ante tanto vestuario simbólico. esa tarde si bien logramos encontrar el sitio, había cerrado sus puertas por lo que tuvimos que buscar otra opción gastronómica a la vuelta de un hospital donde amenizaron el almuerzo con un aire acondicionado a todo dar, tostones rellenos con salsa y queso y un dvd de celine dion al mango. de todos modos teníamos que ir a ver el cuadro asi que hoy fuimos a comer al náutico, sitio que debería tener tres estrellas en la guia michelin. ustedes saben que este blog no tiene fotos, pero creo que el shortcito de pelos amerita una excepción. disfrútenlo..

lunes, mayo 26, 2008

te quiero como amiga

el martes bajaron, una parejita de marcianos y pasaron por su casa – no eran marcianos, eran mis primos de brasil. – como vi un plato en el frente de su casa…– no era un plato, era la camioneta con que ellos vinieron de porto alegre – ah…-este era el método de la mujer mas chismosa que tuve el honor de conocer en un barrio. durante gran parte de mi vida ella estuvo ahí, tras las celosías haciendo su trabajo de inteligencia de manera sensacional. fue dueña de todos los datos que su guardia pudiera proveerle. además contaba con unos métodos de interrogatorio indirecto tan sutiles y al mismo tiempo efectivos, que eran celebrados por mi familia en las charlas a la hora del almuerzo. tan solo unos minutos de barrido del frente de su casa servían para recolectar toda la información. a veces se inclinaba románticamente en el murito y miraba a lo lejos, tratando que su olfato la informara sobre las cualidades como cocinera de una pobre recién casada de la siguiente cuadra a la que estaba “estudiando“ gracias a sus visitas frecuentes al almacén. es una pena que solo quede el recuerdo de esta gran mujer que dedico su vida y su inteligencia para saber, con fruición, que estaban haciendo los demás. pero siempre aparece una nueva versión. porque los hombres jamás podrían llevar adelante este oficio con éxito. carecen de fantasía y concentración para dedicar sus horas a este arte exquisito del espionaje amateur. ayer me subí al ascensor con la que considero la mujer más entrometida de mi edificio. es nueva, no tiene mas de cincuenta años, siempre bien arreglada y dedica horas y horas a estar parapetada en la puerta, conversando con el portero sobre todo el resto de los cientos que vivimos en el lugar. encontrarme encerrada en el espacio del ascensor fue una oportunidad impresionante para ella, que tiene seguramente un perfil un poco fragmentado, pero reconozco que bien orientado, de mi vida. cometió el seudo error de apretar un piso en el tablero, pensando que vivo ahí. tuve que corregir y apretar dos pisos mas arriba, con una sonrisa. ah…volvió de brasil – me lanzo. no, no soy de brasil, dije para despistarla un poco. ah, no….pero no es la que trabaja en televisión. no, me parece que me esta confundiendo. ahí corte, porque la gracia consiste en dejarles el dato colgando, la convicción que les ocultamos algo importante, que le dará sentido a su vida al menos en el próximo mes .

domingo, abril 27, 2008

cachorro blanco con cabeza de lechoncito

un cachorro blanco, con la nariz rosada corre por el borde de la ruta con la cabeza de un cerdito, tan pequeño y rosado como él, entre los dientes. nosotros vamos de compras, a ver si cambiamos un poco de aire y nos distraemos de la rutina diaria. cada uno se hace cargo de sus necesidades. no es necesario ni comentarlo. él a lo suyo, nosotros a lo nuestro. buscar un supermercado con el aire acondicionado fuerte o tal vez los fondos de una casa donde un pescador nos pueda vender una parte de su botín del día a un buen precio. a veces importa poco lo que vamos a comprar, es simplemente la sensación de encontrar algo y traerlo para la cueva. ya veremos de qué sirve. es el caso de mi dosel hindú de organza. esta ahí, embalado, esperando que lo cuelgue y espante con su digna presencia principesca a los mosquitos que vendrán tarde o temprano a pesar de las violentas fumigaciones de las seis de la tarde. hay algunos artículos que una sabe para que los quiere, otros que son todo un misterio. ¿no pasa esto también con las personas? los tenemos en la agenda, recordamos sus cumpleaños, pero no sabemos muy bien que otra cosa hacen en nuestras vidas. y casi nunca llega el día de la limpieza general, porque uno puede tirar una chuchería que compró en un arrebato, o puede regalarla a otra persona con un hermoso papel de color, pero… ¿que hacer con una persona? llamarla por teléfono y decirle ¿no sé porque existes en mi vida? y si del otro lado nos responden… ¿pero usted quien carajo piensa que es? ¿qué tipo de persona vamos a pensar que hemos tenido toda nuestra existencia en cuenta? acaso toda una vida desperdiciando cariño en alguien que ni siquiera nos puede reconocer dignamente. ah! eso si que sería una pesadilla.

domingo, enero 06, 2008

previo al banquete

traer gorriones a montevideo para que se pareciera, en algo, a parís siempre me pareció un poco loco pero al final, no ha resultado mal. cuando uno tiene cierto gusto por los pájaros y llega a una ciudad donde los ve retozando, por ahí, con libertad y gracia tiene la sensación de estar en un buen lugar para vivir. es una sensación breve de bienestar y convivencia que la transmiten las aves mejor que nadie. aquí no hay gorriones pero hay otros pajaritos pequeños, a veces con la panza de colores, digamos que no llevan ese tapizado barcino de los pajaritos del sur, esa mezcla de colores canela y marroncito sino que usan trajes en tonos mas contrastados, algunos lucen unos imponentes lomos negros azulados otros traen panza blanca con ribete amarillo y lomo gris perla. si bien observar pájaros mientras uno espera el plato del almuerzo es un deporte laxo y encantador, mucho mas excitante se vuelve todo cuando aparece en la escena un redondo gato blanco espuma con una cola negra, con intenciones de caza de lo que se le ponga adelante. ahí los pájaros se retiran, el felino avanza y requiebra y se oculta, con poco éxito, del servicio. dejo pasar el tiempo colgada en el jardín sin excusa con tal de observar el universo y el ajetreo de esa cocina donde están preparando un banquete para la noche. soy una clienta de almuerzo tardío, un punto en el jardín que no molesta porque ya fue despachada. logro descubrir a mi personaje. durante el día es un recepcionista con mp3 que denota un cierto aire de personaje de tim burton. en la noche, cuando me conduce a un salón deco donde las puertas tienen espejos inmensos en vez de vidrio, es un emulo joven del monstruo del dr. frankenstein con un peinado levemente punk. para mi alivio, el resto de los mozos resulta risueño y relajado. pero cada vez que se abre la puerta que conduce al lobby veo la inquietante silueta del émulo del moderno prometeo arrastrando los pies por el corredor de los candelabros con ansiedad .