domingo, julio 10, 2005

tejido íntimo

la hija menor de los trapecistas había nacido con un pequeño defecto en la columna. nadie hablaba de eso en el circo. todos aparentaban una supuesta normalidad, tal vez por estar acostumbrados a convivir entre mujeres barbudas y enanos. pero valentina era consciente que su futuro no estaría en la arena del circo. por esa razón se había puesto a estudiar griego desde los diez años, pensando en irse lo antes posible a alguna isla del peloponeso a vender jugos de fruta en un chiringuito. mientras tanto pasaba el invierno dedicada al crochet de dos agujas, una extraña técnica que permitía tejer, al mismo tiempo dos piezas idénticas en tiempo record. ella estaba haciendo un par de calzoncillos de lana para los siameses porque el frío estaba colándose en el carromato y después de cada actuación corrían con el riesgo de resfriarse. dos por tres, la adolescente golpeaba la puerta y hablaba con hugo, el más sociable de los siameses. a él le había tomado las medidas y le hacía las pruebas, suponiendo que a su hermano también le quedaría bien el modelito una vez terminado. se había animado a ponerle una hilera de pompones rosa y negro solo en el par de hugo porque entendía que osvaldo era un tipo más sobrio, que preferiría pasar desapercibido aunque fuera en sus interiores.