viernes, julio 01, 2005

visita inoportuna

intento mantener una sonrisa plácida. disimulo mi ansiedad galopante. tengo un maldito fantasma en mi casa. hace tres días. cada vez que salgo, dejo la radio sintonizada en una estación. cuando regreso, esta sistemáticamente, movida del dial. ustedes dirán, entonces porque no apagas la radio. si, ya probé. apago la radio y cuando regreso, no hay ningún sonido. pero si la dejo encendida en una estación, a mi regreso, la música estridente me sorprenderá. tal vez el problema no sea el fantasma, sino el mal gusto del fantasma. la posibilidad de convivir aunque más no sea virtualmente, con alguien tan poco interesante. un fantasma que gusta de la música de supermercado. un fantasma que ama a philip glass y todas las versiones orquestales apócrifas y edulcoradas de la mejor música de todos los tiempos. un adorador de los peores engendros musicales de ayer, hoy y siempre. el asesino de los covers. un devorador de música. una suerte de hannibal lecter de los estilos. no es el primer fantasma que tengo en mi casa. hace diez años, hubo otro. pero no puedo compararlo. aquel era un verdadero dandy, que movía la cortina del baño y hacía temblar un almohadón del sofá. alguien con encanto, no este terraja sin redención.