lunes, abril 04, 2016

el coito imposible de registrar

hay una nueva raza de hombres. lo puedo afirmar. los que salen a cazar mujeres por el chat. cualquier chat, uno específico para encuentros sexuales u otro menos específico. las técnicas son diversas. algunos empiezan halagando algún comentario gracioso que publicaste, otros directamente te interrumpen por mensaje interno, dos o tres palabras y viene la foto del pene erecto o en vías de erección. esa es, al entender de estos hombres, su forma de seducir. pararse en la plaza pública y exhibir el pito es cosa del pasado. además, sufrirían la censura y también la persecución por parte de las autoridades por aquello del atentado al pudor. en la supuesta intimidad de las redes, se sacan el gusto de desenvainar ante la primera respuesta femenina. está claro que esta forma de comunicación es mucho más antigua en los contactos de varones homosexuales por las redes y sitios de ligue pero ahora parece que afecta también a los varones jóvenes que se declaran heterosexuales. se pueden observar además, una serie de comportamientos de cortejo heredados de una vasta cultura de cine porno, consumido también a través de las redes y la masturbación (de ellos) como tema principal de conversación a lo largo de ese cortejo. este “hombre nuevo” en materia sexual necesita verlo todo. pasa de aquel viejo intento de ir por el coito ya que está muy difícil de registrar lo que realmente pasa al interior del mismo. ese “hombre nuevo” es un guionista que ensaya solo y después necesita partener para pasar a la calidad de observador, de observador de su propio orgasmo, por supuesto. la mujer es apenas un objeto que acompañará la escena siguiendo las directrices que exciten al hombre. ese orgasmo estará muy lejos de la vagina porque necesita ser grabado por los ojos del hombre, para seguir con su solitario viaje.