miércoles, abril 25, 2007

deja el tabú, el huevo es salud

aunque no lo crean estoy usando la cafetera del cuarto del hotel. yo, la que no hace café nunca en su vida (siempre hay alguien dispuesto a servírmelo) estoy filtrando café de tarde, de noche, a cualquier hora. consumo una especialidad local, pero con un toque arábigo que me tiene totalmente loca. el olor del café en esta parte de la tierra es capaz de cambiarle el humor a cualquiera, aun cuando el taxista se pierda en menos de dos cuadras y se ponga a conversar con un colega por celular y su taxi avance diez kilómetros por la ciudad para estacionarse en una trancadera, tal como le dicen aquí a los embotellamientos del transito. el domingo me fui caminando sola hasta la parte vieja de la ciudad y me quede sentada en la parte trasera de una iglesia donde estaban cantando un coro y un pastor a toda maquina. con mi botellita de agua me instale bajo la sombra de un árbol añejo y disfrute del repertorio completo de la misa que tenia aires de rock progresivo de principios de los setentas. las canciones parecían no terminar nunca, a veces decaían pero el coro mantenía una retórica especial con el pastor hasta hacerlas arrancar otra vez. solo el podía darle el fin con un contundente: amen! el pastor era el rey del swing, no le vi la cara pero me lo imagine, con un traje brilloso balanceándose frente al coro de ángeles. el calor aun no arreciaba bajo el árbol de doscientos años, a unos pasos de la avenida george washington y si bien me anunciaron al aire pegajoso no me resulto tan incomodo. me fui después de escuchar el hit “el pecado “y un tema cantado con aires sexy “el es mi redentor “. guau, cuanta sensualidad en esa iglesia. creo que es parte de lo que hay en todos lados. aquí los piropos abundan, no me cruzo con ningún tipo que se quede callado. pero lo hacen por lo bajo, con suavidad y estilo. las viejas sacan paraguas negros para protegerse del sol y disfruto del reencuentro con este viejo y nuevo amor .