martes, octubre 25, 2005

tasa de embarque

el tipo pesa más de ciento cincuenta quilos, a lo que hay que sumarle los 43 de la samsonite llena de chucherias y un saco de cuero de gran porte que lleva sobre los hombros. se desplaza con la agilidad de un viejo ferry en el medio del rio. su simple presencia, anula todo lo demás, tapa, oculta, bloquea el aire con pesadez. ella camina, como el principe consorte, unos pasos más atrás. es muy pequeña y esta vestida con ropa cara, de sus manos florecen bolsas de papel, producto de su inocultable adicción al shopping. lleva la cabeza levantada, levemente apuntando hacia la oreja del mastodonte y con un tono quedo recita un conflicto que tuvo con la tarjeta de credito, algo por la cual su marido ni se inmuta. ella reza su gran pena en solitario,bordandola con cientos de detalles tan insignificantes como su voz. representan, uno mirando a la espalda del otro, las brillantes consecuencias de un matrimonio bien avenido.