lunes, enero 03, 2011

los turistas

los días nublados los turistas vegetan por el pueblo, buscando alguna cosa que los ayude a matar el tiempo. inventan recorridos culturales, revisan librerías, se meten en zaguanes para espiar la vida de artistas desconocidos. a falta de artistas, cualquier vecino puede cumplir el papel de exótico. por eso, doña marta y sus tortas fritas con pasas, se pueden convertir en un día nublado en la atracción de la temporada y recibir toda clase de visitas, desde un príncipe hasta de un astrólogo que le ofrece compartir el negocio. los días nublados, los turistas son creativos. se internan en los sitios apartados, donde la gente común vive su vida cotidiana y se entrometen en sus cocinas a enterarse como que olor tienen, atraviesan la letanía pueblerina de sus charlas para saber como opinan. en un día nublado un turista, es como un expedicionario con cantimplora, dispuesto a caminar, a subir montañas, a atravesar las cortinas de tiritas de nylon, a lanzarse encima de alimentos aparentemente autóctonos, a conversar en lenguas raras con lugareños de apariencia apacible sobre asuntos apasionantes que seguramente olviden cuando se suban a sus autos y vuelvan a sus departamentos con vista al mar . y a otro día vendrán el sol y el olvido. que peligro el que corre el turista con su ocio, el turista infectado por el aburrimiento, el turista que deambula buscando el paraíso y no encuentra a quien decirle que es turista. ¿ volverá el turista hastiado la temporada próxima ?- se pregunta el ministro – no lo sé, responde el sub-secretario mientras aplasta una mosca con la punta del lapicero. ¿qué habrá pasado que este año no han venido ? - se pregunta el ministro – “ tal vez se aburrieron “, responde el sub-secretario. y los miedos se extienden y se reproducen por los pasillos del ministerio, del gabinete y llegan convertidos en nubes, al baño presidencial.