sábado, agosto 17, 2013

40 orgasmos

en un pueblo, el sex shop no tiene vidrios ahumados ni portero eléctrico. allí no puede haber misterios ni confidencialidad. está abierto de par en par, como cualquier tienda un sábado de tarde. en la vereda de enfrente hay una pollería, al costado una florería especializada en quinceañeras, después viene la casa de un profesional con chapa de bronce y todo. tras el mostrador está la vendedora trans estupenda de pelo lacio renegrido y una actitud perfecta para el " asesoramiento " a los clientes. a su alrededor, hay estantes con consoladores gigantes, grandes, medianos y pequeños. bajo sus manos de uñas perfectas se puede ver la estantería con dildos que funcionan con tecnología led. al costado, una colección de dvd en línea sado-maso, enfrente, una sección de disfraces para fantasías fabricados en china. hay un par de mujeres mirando los estantes mientras sostienen la bolsa de la compra con comestibles que llevarán al hogar. un jovencito gay recorre el sector de los videos. una amiga le trae una flor de azúcar a la encargada. una clienta pregunta por un producto y se impresiona porque es bastante caro. la vendedora asegura " son cuarenta orgasmos " mientras sonríe cómplice. la clienta paga, agradece y sale.