sábado, julio 13, 2013

antes del show

había dejado de sentirse sirena bajo la lluvia. con el cambio de viento, un frío seco dominaba la ciudad y habían desaparecido el aire pegajoso y la bruma. con ellos, aquel extraño brío que inflamabla con sus mensajes el desconocido. el sábado había vuelto a sentirse extraña, sin lugar ni lumbre. odiaba el color de aquellas uñas que sólo combinaban con un saco que había olvidado en otra parte. se fue del trabajo segura de haber sido mediocre. en la calle la gente empezaba a emborracharse con vino con frutillas escudados de un posible triunfo en el fútbol. quiso volver a casa pero un extraño sentido del deber la mantuvo en la ciudad. había perdido el miedo y al desconocido, lo percibía con ternura.la soledad del cuerpo del otro era una ventana que reflejaba la soledad de tantos y también la suya. cruzaba los dedos para que no la invadiera la tristeza, para que se diera el milagro de la risa.cruzó los dedos para que no tuviera que escapar en el interior de una bolsa negra de basura para edificios. en especial para que no saliera de ahi trozada en churrascos.