sábado, diciembre 15, 2007

seras mujer

la pobre cumple quince y esta destinando las últimas horas de su inocencia a exponerse el ridículo. posa con un miriñaque violeta y el pelo lleno de unos rulos tapizados de brillo y spray. ambas cosas durarán, felizmente, muy poco tiempo. alguna tía la asiste con un abanico de plumas, también en tonos de violeta. ella es un pastel rechoncho con flores en el pelo, más disfrazada que elegante, más gastronómica que atractiva, más semáforo que lucero del alba. un absurdo convertido en ritual de iniciación sexual en el universo latino. exclusivo para señoritas. una suerte de castigo divino registrado en los píxeles de una maquina ensamblada en un galpón perdido, en algún lugar de la china. escenarios sofisticados, territorios inventados e impracticables el resto de la vida de una mujer. pastel por un día, no comerlo, actuarlo. apariencia azucarada, recargada y enmantecada como una galleta en el desayuno. una forma de olvidar la forma, un ritual que simula a la mujer, la princesa de los cuentos de hadas, la muñeca barbie, la reina del carnaval, lola flores, divine y la virgen maría. todas juntas y en tonos de pastel. y el registro y el video y el maquillaje y el auto con moño y las fotos y los pies hinchados por los tacos estrenados ese día. los beneficios de la desfloración simbólica no se perciben enseguida pero al menos las capas de base y rubor logran ocultar los granos típicos de esa edad.

miércoles, noviembre 28, 2007

sonrisa de mulato

pancho me trajo la obra completa de bolaño en pdf. dijo que mañana trae a quiroga y a cortázar. podríamos montar una cacería en second life con argumentos de esos cuentos memorables. o un cementerio virtual de autores queridos. leí algo sobre la muerte del cuento. del entierro del cuento, de la incineración editorial del cuento. de la batalla por vender libros por kilo y de la estúpida idea de los que compran libros solo porque esta bien y piensan que más páginas y más precio garantizan mayor calidad. me gusta el cuadro pero… ¿tendría uno que mida un metro más? una conversación frecuente en los tiempos que que atendía un local de arte. la prima tenía un cuadro y ella quería, uno más grande. algo me dice que tendré un fin de semana entretenido. me sonrió el mulato timido de siempre (cuando te agarre mulato ... ni esos lindos dientes te dejo). subió un poco la temparatura y ahora está elvis en loop y el bailoteo se hace obligatorio. play can change the world es mi lema esta noche. no pasa casi nada por aquí, pero es muy temprano. quizás más tarde aparezcan las sombras de unos fantasmas de unos gatitos que sacrificaron hace unas semanas. nacieron unos cachorros, son como bolas de pelo y la madre pasa todo el tiempo nerviosa, corriendo a su alrededor. que tarea dura la de ser madre, oh dios. no la envidio para nada. todos los días está desesperando ante las imprudencias de ese grupo de pelotas que se alejan de su cuerpo y se tiran alegremente a la calle. que tarea ímproba esa de mantener a un incosciente con vida. por suerte no hay más tránsito que el del tractor en la mañana y algunos carritos durante el dia. pero nada que pueda garantizar un perrito aplastado. podría pisarlo uno de los bueyes sin ni siquiera enterarse del insuceso que esto podría significar para la perra. tristeza y alivio tal vez, no podría decirlo. pregúntenselo a ella.

viernes, noviembre 09, 2007

que prontito te fuiste

soy la típica mujer que se lleva a la cama a hombres huesudos. hay una medida que generalmente se toma con el hombre de pie y perpendicular a nuestros ojos, es la medida que rodea el torso a la altura del ombligo. si estamos ante un espacio muy fino que apenas lo engrosan unos pelos de la panza despierta más de un suspiro. hace un tiempo me crucé con un sujeto que tuvo el bien de caminar sin camisa y sin quererlo me convocó a reflexionar sobre sus hombros y la increíble medida que despierta en mi ese afán de la modista, la científica o la fileteadora de pescado. esa noche no pude dormir pensando en como se desarrollarían los hechos inminentes. mi mente había quedado ocupada por el pensamiento obsesivo de la medida. algunas mujeres fantasean con la beauty cavity a la que le hemos dedicado algún post en el pasado, ese hueco en el muslo masculino, pero lo mío pasa por el paralelo del infierno. generalmente esa condición se dá en los cuerpos de hombres menores de treinta años, previo el deterioro que aporta el consumo contumaz de cerveza y grasas saturadas a la figura masculina. tuve oportunidad de mantener una segunda charla, con el prospecto ya vestido, unos días después. ahí percibí un fuerte vaho de alcohol. eso me compró un boleto sin retorno a una playa conocida, vivida muchas veces y absolutamente anti afrodisíaca. en segundos se borraron las fantasías tejidas mirando el techo. ni como un deseo, ni como un favor. ni como un error, ni como un descuido. se fueron tan lejos las ganas que descarté también la posibilidad de arroparlo para que duerma su borrachera sin que se agarre un calambre en el medio de la noche.

domingo, noviembre 04, 2007

olvidame

abrí el correo y todo parecía arder. acusaciones, reproches, dudas crueles, desorden. hice click y busqué otro. me invitan a no se que seminario a escuchar a un super nerd que hablara de algo que seguramente cambiara mi vida. lo anotaré, si no tengo nada que hacer ese día en el centro, iré hasta ahí a tomar un café con anteojos. me gusta la sonrisa del nerd. están en un periodo bastante luminoso. a veces, hasta son sexys. les costó, pero lo están logrando. nunca tendrán la cinturita del mozo del café ajustada con el delantal verde pero bueno, pocos logran tener semejante atributo. click. rebotó mi mail al primer violín. ok. ya dejó esa dirección. la gente no es consecuente con su domicilio electrónico. no importa, el primer violín no es un alimento básico de mi dieta. click. nadie manda un chisme lo suficientemente interesante o divertido. la ciudad está más ventosa de lo que hubiera querido. el tedio del sábado y el domingo hacen una cola y se desplazan por la pista vacía con el ritmo de una conga. click. no me entusiasman las películas de la cartelera. esperaré al jueves próximo. click. le corté el rostro, en buen romance. lo dejé ahí, bañado de indiferencia. mientras lo miraba, intentaba recordar algo desagradable de su persona, algo que me diera un poco de asco. a falta de elementos reales, inventé una hilera de verrugas rosadas en el centro de su espalda. no tuve que fingir, le hable con verdadera repulsión. él trató de seguir la conversación, con esa técnica de remo en contra de la corriente que lo caracteriza. pero la catarata lo empujaba al abismo. lo corté con un silencio y la típica mirada del bulldog antes de merendarse al caniche. se escabulló como una rata herida. hice un esfuerzo por traerlo a mi mente, desnudo, tumbado, dormido. en ese momento me acorde que era lindo. como cualquier joven digamos, nada que merezca una reverencia. .

domingo, octubre 07, 2007

dia franco

por causa de una lotería hormonal existía aquel extraño, bizarro y maravilloso día ocho. el día más largo del mes, el día más caliente del invierno, la primavera, el otoño y el verano. un pequeño collar de doce cuentas anuales de sexo indiscriminado. un boleto para pasear sin límites por el bajo vientre. todo era posible y en cualquier circunstancia. el portero de aliento a caballo viejo podía incluso, verse sexy e insinuante pese a no despegar el cigarro de la boca ni esbozar una mínima sonrisa. aquel hombre de cabeza cuadrada y mirada torva que tenia la cintura de un refrigerador lleno de melones podía llegar a ser un adonis. una mínima señal y ella se tiraría en picada en los brazos de aquellos seis obreros pasados de peso y años que revestían con gesto cansino, hacia varios meses, un edificio de ladrillos. un micro de estudiantes secundarios llenos de granos y olor a paja, el policía que dormitaba bajo los tubos fluorescentes en el interior de un banco en la noche, el dependiente de la farmacia que se sabia mil nombres de remedios de memoria pero carecía de otros intereses. todos eran bonitos, todos eran prospectos para irse a la cama, todos estaban misteriosamente, buenos. no esta un día para llamar a un ex y sugerirle un encuentro, no era un día para conductas histéricas. el día ocho había llegado a su vida solamente para bajar cualquier barrera posible, social, estética, olfativa, conceptual u operativa. por esas horas se encerraba a la razón para dejar solo espacio al corazón y a cumplir los deseos urgentes. en fin, sigamos usando eufemismos. igual el lector sabrá comprender de que hablo.

sábado, octubre 06, 2007

coco taxi

subidas en la esfera amarilla y veloz, a toda maquina y con el viento en la cara nos sentimos como en el auto de adelante de cualquier persecución hollywoodense. el taxista nos intenta dar un mini tour que no pedimos, describiendo la historia del barrio chino, que se parece a las historias de todos los demás barrios chinos que conocemos. tiene el casco puesto no para prevenirse de accidentes sino para evitar el ruido estruendoso de su maquina de tres ruedas. rodamos primero hacia el mar que se ve especialmente brillante en esta tarde tropical, desembocamos en una columna griega o corintia o algo parecido. Debe ser una replica que algún gobierno europeo regalo en un momento de bonanza o que algún rico dueño de casino atesoro alguna vez para pavonearse frente a sus amigos. para nosotras solo vale la sensación del motor vibrándonos el cuerpo y la aventura de atravesar una ciudad en esa suerte de aparato mágico y precario. tomaremos un refresco en el hotel inglaterra, no en la terraza calurosa, sino en un digno salón donde ven béisbol en la tele, hay aire fresco y un mozo lleno de ceremonia. ahí vamos a hablar de chicos, de oscar wilde, de johnny deep y de toda una galería de lindos por siempre. después caminaremos un tramo mínimo por la calle, solo lo necesario para comprar unos libros, ponernos en la agenda de una peluquería y revisar algún que otro negocio de la glamorosa calle obispo. perdemos el tiempo para encontrarlo, nuevamente en el camino de regreso al centro, otra vez en coco taxi, calladas y oyendo el ruido del mar, la charla del taxista y el zumbido interminable del motorcito forzado hasta el extremo por darnos ese último viaje de rock and roll.

domingo, agosto 12, 2007

ficción en las cuatro ruedas

dice mi chofer que no pueden evitarse las mentiras de taxistas. que es todo un género. que se alimenta por las noches en las paradas frías donde solo un mate y una mentira logran alentar a los trabajadores del volante, ávidos de mitos urbanos. ayer tuve dos viajes al pinar, ida y vuelta. me hice para toda la semana. el martes a las seis de la mañana me salió un viaje al aeropuerto y cuando estaba volviendo, uno a punta del este. anteanoche se subieron tres chiquilinas. lindas pibas, bien vestidas. querían que aceptara un celular por llevarlas a carrasco. como les dije que no entonces me ofrecieron sexo. iban a comprar droga. salieron de una casa bien, de clase media. hablaban como chicas de colegio, no parecían prostitutas ni chiquilinas de cantegril. el taller es otro sitio donde las mentiras parece que están a la orden del día. es decir, hay una serie de victimas clásicas de las mentiras de taxistas. los primeros son los demás taxistas, después están los patrones, después los mecánicos, los empleados de la estación de servicio que lavan el taxi, los parientes y después, los pasajeros. mi taxista circunstancial los denuncia sin mucho asco. me da formulas para darle pie a un taxista, para que desarrolle su mentira. dice que es bastante fácil, uno les tira un cabo y ellos enseguida se agarran de la soga, como desesperados. a mi me gusta el cuento clásico del taxista al que se le subió una pareja de una mujer joven, muy linda con el marido y el marido se la entregó. el quería mirar, claro. ella estaba como un fuego. este cuento, alguna vez, también me lo contó beto, un fletero poco glamoroso de la empresa tucumán. quien sabe, capaz que en otros tiempos, antes de sacar aquella gigantesca panza, manejó un taxi.

domingo, agosto 05, 2007

la conspiración de la nostalgia

comprobado: las mejores historias sobre conspiración, se escuchan dentro de los taxis. este asunto crucial en la vida urbana, se convierte en un gran problema en una ciudad, donde se ha inventado una pantalla de fibra semitransparente que separa los pasajeros de los conductores, denunciantes naturales de las cadenas más odiosas de asociación para delinquir. pues bien, los amantes del género debemos acostumbrarnos a escuchar historias entrecortadas por la caída fugaz en el interior de un bache, la interferencia del sistema de radio, la bronquitis del conductor o su bajada del tono coloquial al cómplice, donde a veces perdemos partes jugosas del relato. las hipótesis de los taxistas abundan en argumentos sólidos condimentados con coherencia y lógica. parecen las intervenciones de los fiscales brillantes de algunas series de la televisión. todo es comprobable, todo es factible, como se supone que es la verdad. hace poco tiempo un taxista aprovechó un viaje más o menos largo en una noche de temporal para reflexionar sobre la conspiración de la nostalgia. aquella en la que intervinieron, entre otros, magnates del negocio de las fiestas de apolillados junto a meteorólogos corruptos y una cadena más de mercaderes de la desgracia. el temporal del 23 de agosto era inminente, pero la venta anticipada de entradas para la noche más esperada del año en la que cien mil personas pagan fortunas por bailar música envasada al vacío, no podía frenarse. cientos de espacios reservados con un año de anticipación, servicios contratados, personal, alimentos y bebidas no podían quedar, de un momento a otro, sin financiación. alguien calló a los meteorólogos, alguien calló la voz de los expertos de bagé que alertaron sobre los vientos de 150 kilómetros por hora, alguien se hizo cargo en su consciencia de los muertos y los destrozos. también alguien dejó que la verdad subiera a un taxi, vestida de teoría, detrás de una pantalla de fibra de vidrio.

domingo, julio 29, 2007

nylon y plumas

al salir esta mañana vi su sombra, moviéndose en la puerta de mi casa, en el corredor más exactamente. una silueta conocida y querida, una silueta imposible, inexistente en el territorio de los vivos. con esa tibieza en el alma por el inesperado reencuentro, pude salir al frío de un sábado de invierno aquí en el sur, donde sopla fuerte desde la mismísima puta madre. no me fijé pero seguramente por las veredas circulaban señoras con arreglos de pingüinos en la cabeza. tocas de foca de pelo corto, bikinis de chinchilla y otros accesorios de seres vivos de naturaleza polar. este es un sábado de elegancia, no hay dudas. nadie tuvo la osadía de taparse con diarios o andar descalzo, al menos en mi presencia. a todos se los veía orondos bajo sus capas de búfalo con botones de cocodrilo del ártico. el ambiente del antiguo convento de la calle ocho de octubre estaba gélido, pero los paneles cubiertos de fotonovelas en color alegraban un poco la cuestión. caminé creándome un cierto suspenso, como protagonista en una película de novicia embarazada, perseguida por la maldad de la hermana superiora en un intrincado laberinto de corredores inmensos. me imaginé a una muchachita de las uñas frágiles, con las medias un poco caídas separada del páramo apenas por un vidrio. en ese momento me entraron unas enormes ganas de tener un bigote de chocolate a la española, de aquellos que me preparaba en la infancia, con una receta medio variable de mi padre, que incluía maicena para espesar. tuve ganas de estar con sombrero de piel de zorro, bailando en la pista de un club húngaro, con un vestido tejido de lana con flores celestes en fondo gris y marrón, con botas de piel y medias dobles, apretada en por los brazos de un galán alto vestido de saco negro, con un cierto olor a naftalina.

domingo, julio 22, 2007

hasta siempre, comandante

me tomo un campari con pistachos en el jardín del nacional. se oyen los trinos de unos pájaros que aúllan, seguramente desde el rigor de una jaula. en un rincón, un exquisito cuarteto constituido por contrabajo, cuatro, flauta dulce y bongó lleva adelante una versión de yesterday. suena bello y bizarro a la vez, dado el entorno. unos turistas italianos aprovechan la ocasión para conversar por su celular. a pedido del pueblo turístico interpretan hasta siempre, comandante . las voces son espectaculares. todo huele a nostalgia, a un pasado glorioso que no volverá por mas que se recree una y mil veces gracias a las propinas en dólares. el hotel de 1930, la música de la revolución hecha para turistas rubios, es lindo pero también apesta. la acústica de esta pasiva es sensacional, la columnata de mármol que me separa con el verde del jardín y la fuente mejoran lo inmejorable: un grupo de afinados naturales, unos talentosos desde la cuna. de las canciones del ardor revolucionario a la garota de ipanema, todo puede ser posible. una negra se hace la turista disfrazada con un sombrero y un par de hojotas de celeste rabioso. este hotel es más familiar, mas reservado también. hay muchas gringas con la piel blanquísima y casi ninguna mujer local con aire de estar en servicio. tengo el plan de alimentar a los pájaros con el resto de mis pistachos. esos pájaros que me tienen seducida desde que llegue. son negros algunas veces y otras, azules. los alimentaré en memoria de chris penn . la primera vez que lo vi, fuera de la pantalla, estaba tirándole pistachos en el bar de un hotel a una ardilla. a veces lo hacia el, a veces enviaba a su abogado. ahora esta muerto pero para mi, el hermano gordo y feo de los penn aun tiene quien le escriba.

domingo, julio 15, 2007

sobrevivientes rubias

está claro que aqui, una mujer más o menos desesperada por cariño, adopta un perro pulgoso, le pone nombre, lo baña, lo engorda y lo lleva al veterinario. lejos de la urbe y la oferta masculina más o menos pasajera, la mujer intenta poseer una porción de cariño que la independizará de los vaivenes del amor en dos patas.una vez asegurada esa compáñía básica y sincera podrá dedicarse a lo que ha venido hacer e inclusive mostrarse útil, buena persona y madre probada a la vista de los demás. puede incluso contar a los otros las desgraciadas circunstancias de la adopción del pulguiento o la pulguienta, como realizó el rescate, los peligros que su mascota corrió y que hizo ella para salvarla. al igual que las madres maduras cuando cuentan mil veces a sus hijos adolescentes los sufrimientos del parto o los momentos dramáticos en los que su vida pendió de un hilo por el simple hecho de parirlos, estas matronas contra-natura se explayan en detalles sórdidos en los que figuran la sarna, las mordidas feroces, las heridas hechas por el golpe de machete de un guajiro desalmado y el valiente amor con el que fueron curadas.si bien alguna vez nos dijeron que " todo lo que necesitas, es amor " hay gente que se conforma con " todo lo que necesitas, es contarlo ".

domingo, junio 24, 2007

el chupon y la máquina del tiempo

en una mesa , unos rockeritos hablan de todo un poco. después de la noche de toque hay que alardear de las conquistas obtenidas. uno se detiene en contar un chupón, los otros lo alientan y el tema del chuponear se instala en la mesa como el asunto del calentamiento global en cualquier asamblea de notables. el de pelo ceniza, larguito como uno de los hanson, se regodea en detalles, lo mejor es chuponear, apunta otro. los demás están de acuerdo. chuponear es la mejor parte, nueve votos y uno que se abstiene. la asamblea habló. más cerca, en la barra, dos amigas veteranas narran hazañas sexuales más o menos recientes. encuentros patéticos con tipos carentes de habilidades para la cuestión íntima. tipos absolutamente vulgares como aquel que tenía una especie de fiambre español del guinnes colgando entre las piernas. intercalan las escenas bizarras con cuentos llenos de ternura. una recuerda haber despertado en un garaje rodeada de bicicletas oxidadas, máquina de cortar el pasto y millones de pares de ojos de gatos brillando en la oscuridad. ellas no pueden disimular sus arrugas, las patitas de gallo se marcan en la zona de los ojos, el gesto de la boca, un poco adusto y la punta de la nariz que empieza a apuntar hacia abajo. el sexo parece haberles quitado vidas, como en un juego electrónico. cada aventura es un poco menos de tiempo. cada día después es como un año después. el desgaste es grande, el alma pierde mucha energía, todo se va reduciendo, arrugando, secando, machucando después del encuentro de los cuerpos. al contrario sucede en el chupón, donde la energía se regenera en función de un nuevo chupón y así sucesivamente. un chupón lleva a otro y un chupón después de otro es mejor que el primero. el arte de chuponear te prende la piel, te tensa y te calma, te envuelve y renueva. cada chupón es un año más de vida, es una nueva ilusión. el chupón es la máquina del tiempo.

martes, junio 19, 2007

como quieras

me gustaría que me hicieras reír por un rato. debajo de las frazadas es un buen sitio para reírse. tengo una mantita rosa que se transparenta un poco. citémonos ahí abajo, en el mundo de las carcajadas y los grititos. si estas inseguro nos podemos encontrar tras un cristal amarillo. ahí todo será mas vistoso, especialmente los bordes azulados o verdosos. predominara el brillo y todo será estimulante detrás del vidrio. como el atardecer en un campo recién florecido al tercer día de la primavera. nos revolcaremos en un prado y los ojos quedaran llenos de flores. si piensas que estas un poco vetusto, cargado por las marcas del tiempo y la mala vida podemos ir a mi piecita de luz roja. allí no se distinguen ni arrugas ni lunares y te veré como de quince. los dientes amarillos se ven espléndidos, como de diamante gracias al efecto de la luz y los pliegues serán finas líneas que te darán una feliz expresión. ahora bien, si estas fuerte como un potro y sos capaz de bailar con la levedad de un ángel, te espero en la pista, bajo la bola de espejos con las robóticas multicolores dibujando mil estrellas sobre el piso. estaré dispuesta para la lambada, la bachata, el cha cha cha y el tango. en el caso que estés mas loco que treinta cabras atadas por los cuernos y seas el mas perverso entre los perversos, entonces accederé a entrar, otra vez, en tu habitación oscura.

domingo, junio 17, 2007

yo a las minas...

anotá : menzole. lo venden en todas las farmacias. antiparasitario. cuesta mas o menos trescientos pesos. venta libre. lee bien las instrucciones, creo que es una pastilla por kilo. si pesas sesenta, son seis pastillas, si pesas setenta son siete y así. te lleva una semana mas o menos hacer el tratamiento. pero lee las indicaciones porque hay que tomar el doble para eliminar la tenia. la tenia es la mas jodida asi que agarra y tomate la dosis doble, es inocua. toma la versión completa aunque tengas que comprarte otra cajita mas porque de esa manera eliminas todas las opciones. depresión, anemia, cara demacrada y que te pique el culo. seguro que son parásitos. ¿ vos tenes gato ? a mi no me pica el culo. no importa, seguro que te vas a sentir mejor. a soledad le dije que se hiciera el tratamiento y no me hizo caso. dos semanas después me llama y me dice. no te cuento porque te va a dar asco. ¿ que cosa ? largué dos bichos. ¿ en serio ? si. yo, a las minas, las desparasito.

martes, junio 12, 2007

extracto de la cartera de una dama

a la vista es un día claro. pero dicen que hay niebla en todas partes. montevideo, san pablo, buenos aires, tienen sus aeropuertos convertidos en hoteles involuntarios. de vez en cuando, baja o sube algún avión y rotan en sus asientos, los cuerpos extenuados de los viajeros que ya olvidaron el sentido de ir a donde pensaban ir. al menos eso dicen los diarios que llegan a la isla desde hace un par de días. navego por la frecuencia versátil, tengo mi pequeñísima maleta roja de seis kilos lista para cualquier contingencia. puedo regresar a casa o emprender cualquier estilo de viaje. me da lo mismo. salimos cuando sea necesario. sola o acompañada. estoy absolutamente en tránsito. mis pertenencias incluyen cosas como un juego de ruleros de velcro, pantuflas livianas, crema desmaquillante, revistas, mantita, pañuelos refrescantes. para los momentos creativos la libretita de espiral con tapa dura, para arrebatos de higiene una muda de ropa interior limpia. la edición de misales de marosa di giorgio para inspirar cualquier actividad erótica. desde anoche, a la hora de la cena, porto un nuevo adminículo destinado a darme confort y felicidad. un origami profiláctico que nos permite a las damas evacuar líquidos de pie, sin tomar contacto con ningún artefacto sanitario. esta joya del diseño es un cono invertido y ahuecado estratégicamente, transportable, descartable y ecológico, porque es de cartón. tiene una capa externa brillante con estrellas rojas dibujadas, las instrucciones de uso y el nombre del bloco de samba que lo promueve durante el carnaval: xixi feliz. me contó su principal impulsora, sueli nascimento, quien transplantó el invento desde parís a botafogo, que la versión impuesta por ella es una adaptación a la morfología de la mujer brasileña un poco más generosa en sus medidas intimas. este grupo de mujeres dispuestas a liberarse y tomar cerveza desenfrenadamente durantes tres noches de carnaval tiene un enorme estandarte que representa este artículo indispensable para igualarse a los hombres en esas noches de calor. apartadas del sambódromo, la televisión, daniel lucas y los planos ginecológicos de las garotas perfectas, las chicas solo quieren divertirse.

domingo, junio 03, 2007

el cuento del violín

parecía un mal entendido. un timo gigante. una mentira de tamaño y extensión relevantes. impresionaba el uso que había tenido semejante estafa, durante años, como arma de seducción, status y diferenciación. era difícil resistirse a la historia del niño prodigio, al enano que deleitaba a las plateas de viejas enardecidas con las notas que arrancaba de su violín. los viajes, los teatros del mundo rendidos a sus pies, el profesor del método con nombre impronunciable, que tan bien había guiado sus pasos, el primer amor con una compañera de orquesta, los celos en el ambiente artístico, la soledad... la funda de aquel violín maravilloso, el cassette con una grabación de una pieza compuesta por él, todo era absolutamente romántico, en el sentido mas estúpido de la palabra. pues bien, todo aquello no era más que una mentira. siempre había sido un perro con el violín, no lo habían dejado tocar ni en la fiesta de fin de año de la academia cuando tenia seis años. ni siquiera en el jardín de infantes de los músicos lo habían dejado manifestarse. el resto de su carrera había sido consecuencia de las inversiones paternas en profesores cada vez mas caros e inescrupulosos a lo largo del mundo, que a su vez lo habilitaban a becas pagas en sus espacios de clase y lo aguantaban mientras el cheque se depositara puntualmente. esa carrera había sido breve y de final estrepitoso : solo tres años. apenas ingresado a la primaria de la música lo habían enviado a tomar clases de gimnasia, cerámica o cualquier otra cosa que no fuera de carácter artístico. pero la familia había cuidado el mito hasta casi cumplidos los dieciocho, pagando excursiones dos por tres a playas caribeñas en las que el hijo llevaba, a modo simbólico, el estuche del violín.

sábado, junio 02, 2007

la maldición del cocinero

en la mesa somos unos cuantos. en un extremo se habla del tango de villa urquiza, el ocho básico y de la revolución del 87 cuando el tango argentino llegó a broadway y se convirtió en una industria para bailadores, zapateros, dueños de piringundines, vendedores de medias de red y chambergos. todos los detalles sobre la sin rumbo, milonga guía y patrona del tango argentino moderno. todos los detalles sobre la marshall, milonga gay que también brilla en la noche porteña. en otra punta se habla seguramente de armas cortas, de pianos de madera noble o de algún asunto por el estilo. el grupo se distingue por la gigantesca barba del alemán que desde la cabecera cuenta alguna cosa divertida a un grupo de damas que lo miran con aire de espanto y satisfacción. también están los dueños de un bar de puertas cerradas al que no se puede llevar a ningún amigo policía o miembro de una recaudadora de impuestos. un tugurio nuevo en la ciudad donde se fuma y se consume a gusto sin tener que ir a la terraza o esconderse de los demás. un sitio que hubiera visitado y considerado indispensable en mi adolescencia al que hoy, no iría ni loca. a mi lado, con la mirada de un carnero degollado, el chef. supervisa cada subida de tenedor de mi boca y se asegura que trague por completo su obra maestra. unos centímetros mas abajo, los gritos desconsolados de mi hígado que trata por todos los medios que el veneno no lo alcance. son litros de crema doble mezclada con champiñones que bajan alegres por mis tripas, incendiando todo ese camino que aboné durante meses de verduras frescas, hortalizas apenas remojadas y carnes magrísimas. toda una estrategia de vida y salud absolutamente tirada por la borda, solamente por tenerle piedad a ese hombre que no sabe cocinar sano.

martes, mayo 29, 2007

la patada en el espejo

la pullman esta a punto de explotar. la platea y la tertulia alta, también. en escena raphael frasea “pasé de la niñez a los asuntos…”, “pasé de la niñez a mi garganta “, letra del genial manuel alejandro. todos contenemos la respiración, parados, amontonados como abrigos en ropería de baile. llega “que viva la novia “y el cantante confiesa que “la mujer que yo quiero se casa con otro “- que estúpida – interrumpe una fan enardecida de la platea. todos explotamos de risa. el divo también. pide un aplauso para la autora del chiste. todos pendiendo del escenario y su mago mayor. a solo unos metros distingo la cofia de la hermana superiora del convento de minas y guayabo. en el medio de todo parece levitar, muerta de amor. canta “que sabe nadie “y todos aplaudimos a rabiar su propia furia. ahora el niño dice “y estoy aquí para decirte….amooooor…amooooooooor “y nos volvemos locos de golpe. en el piso del escenario quedan los restos del espejo que el divino destruyó a patadas en el final de una canción. se hace un segundo de mágico silencio que alguien corta con un grito destemplado: rompió el molde , creo que la septuagenaria no se equivoca. estamos en un concierto de rock and roll a veces a capella, a veces con piano, a veces con gestos y luz. sobre las tablas el más punk, el sobreviviente más salado en la escala de richter. en las butacas, las almas cansadas de cientos de ancianas de peinado de peluquería y tapadito de piel,intentando, como yo, volver a respirar.

miércoles, mayo 23, 2007

un hombre de java

a efectos de un mejor estudio, lo observo tumbado. de cúbito ventral se ve como una mancha oscura, como una sombra dibujada por un grabador obsesivo del siglo doce. miles de rayas finas que se mezclan en diferentes direcciones de un lado al otro y delinean las piernas, los muslos y los glúteos. al tacto, es suave y cálido. solo la espalda carece de pelo o plumas en este mamífero perfecto que se extiende por un metro y ochenta centímetros, domina la pelota con la pierna derecha y escribe con la mano izquierda. cada pliegue tiene una intención angular, una punta filosa cubierta de hueso y piel. respira con suavidad y duerme en silencio, profundamente. este pitecántropo erecto de ojos oscuros y ángulos pronunciados circula sostenido por dos piernas, consume vegetales y absorbe cerveza negra. contiene algunas emociones, las guarda, las protege bajo la piel seguramente para preservarlas del frío del invierno. acostumbrado a las cavernas, guardó un par de aletas de sus épocas de anfibio plegadas y disimuladas en la parte superior de la espalda. también ocultó los rastros de su cola en una pequeña protuberancia por la zona del cóccix apenas perceptible al tacto. estoy ante la versión humana de una navaja suiza, con múltiples recursos plegados al cuerpo principal, de efecto y utilidad insospechada.

lunes, mayo 14, 2007

cincuenta metros perfectos

la esquina de conde frente a la catedral tiene un negocio que se llama café conde. vendría a ser el equivalente a la biela en buenos aires pero con mesas de plástico en la terraza exterior. un sitio de culto en el que se reúnen todos los modelos humanos posibles del casco urbano. adentro, junto a la barra se amontona la gente que quiere comer un sándwich y hacer del desayuno del domingo una tertulia lenta y encantadora. yo vengo por el café de siempre, el santo domingo ningún otro me puede proveer tanta felicidad. huele fuerte como una patada inesperada en el medio de la canilla. se puede tomar a sorbos breves y dejar reposar ese final amargo y tostado en el fondo de la lengua. en la vereda pasa un mulato que vende un aro para hacer pompas de jabón. si no fuera por las restricciones aéreas me llevaba un montón para regalar a mis amigos. falta una hora para el mediodía pero las campanadas de la catedral entrenan de todos modos a un grupo de palomas grises de plaza, clásicas pero mas pequeñas que las del sur, en esa vuelta tradicional alrededor del espacio antes de desaparecer en el patio de la iglesia. un truco para arrastrar a los fieles a la misa que seguramente dios recompensa con una porción extra de migas de pan dadas por un batallón de ancianas caritativas en un sitio que no queda a la vista del publico. se hizo tarde y no podré visitar el negocio de las japonesas que hacen las uñas, una pena porque mis pies merecían un esmalte mas claro, tal vez un fucsia pero no importa, usare botas. anoto en mi mente posibles actividades para la próxima vez, seguramente repetiré mis incursiones a la peluquería del numero 156, el salón jeannite con sus peluqueros jovencísimos que bailotean hits de marley entre miles de apliques de pelo sintético y lacio. en un sitio como este es difícil que alguien necesite mucho más para ser feliz.

sábado, mayo 12, 2007

san antonio

a las seis de la tarde lo vi subir la esclarea. soy un mentiroso, yo miento, había dicho un par de días atrás. esa declaración, tan clásica y al mismo tiempo infrecuente en la boca de un hombre me causaba un gran alivio. no tenia intención de impresionar y no quería ocultar los hilos de su seducción. por el camino había levantado a una chica que hacia auto-stop. como siempre, se manejaba como un tipo que nunca pierde la oportunidad para llevarse algo puesto. por una razón inexplicable, la bajó en el medio del camino. quizás este cuento era una forma galante de decirme que me había venido a ver, por segunda vez en menos de cuarenta y ocho horas y que había dejado un par de opciones de carne fácil en el camino. a pesar de sus conversaciones simples y explicitas en muchos casos, usaba formas poéticas de decirme algunas cosas. a mi también me costaba acercarme, invitarlo, introducirlo en algún aspecto de mi vida. algunas veces nos dábamos grandes libertades cuando estábamos juntos, pero previamente, había como una especie de danza del imposible que debíamos bailar de a uno, con obstáculos colocados sabiamente, de manera que se pagaran posibles culpas por el simple hecho de vernos. a pesar del paso del tiempo seguía existiendo un hilo fino, transparente, invisible y tenso entre los dos. se trataba de una atadura rara y magistral que no habíamos hecho a propósito hacia algún tiempo. él se iba poniendo viejo y encantador, con esa timidez gigante y al mismo tiempo desafiante para mí. ya no era un reto como antes, una jugada al 24 con los ojos vendados y la fila enorme de fichas encima del paño. tenerlo enfrente no me hacia temblar las rodillas ni sonrojar. nuestra relación estaba empezando a ser como ese sol de las seis y media de la tarde de otoño, un poco inclinado, un poco decadente, un poco tenue pero maravilloso.

miércoles, abril 25, 2007

deja el tabú, el huevo es salud

aunque no lo crean estoy usando la cafetera del cuarto del hotel. yo, la que no hace café nunca en su vida (siempre hay alguien dispuesto a servírmelo) estoy filtrando café de tarde, de noche, a cualquier hora. consumo una especialidad local, pero con un toque arábigo que me tiene totalmente loca. el olor del café en esta parte de la tierra es capaz de cambiarle el humor a cualquiera, aun cuando el taxista se pierda en menos de dos cuadras y se ponga a conversar con un colega por celular y su taxi avance diez kilómetros por la ciudad para estacionarse en una trancadera, tal como le dicen aquí a los embotellamientos del transito. el domingo me fui caminando sola hasta la parte vieja de la ciudad y me quede sentada en la parte trasera de una iglesia donde estaban cantando un coro y un pastor a toda maquina. con mi botellita de agua me instale bajo la sombra de un árbol añejo y disfrute del repertorio completo de la misa que tenia aires de rock progresivo de principios de los setentas. las canciones parecían no terminar nunca, a veces decaían pero el coro mantenía una retórica especial con el pastor hasta hacerlas arrancar otra vez. solo el podía darle el fin con un contundente: amen! el pastor era el rey del swing, no le vi la cara pero me lo imagine, con un traje brilloso balanceándose frente al coro de ángeles. el calor aun no arreciaba bajo el árbol de doscientos años, a unos pasos de la avenida george washington y si bien me anunciaron al aire pegajoso no me resulto tan incomodo. me fui después de escuchar el hit “el pecado “y un tema cantado con aires sexy “el es mi redentor “. guau, cuanta sensualidad en esa iglesia. creo que es parte de lo que hay en todos lados. aquí los piropos abundan, no me cruzo con ningún tipo que se quede callado. pero lo hacen por lo bajo, con suavidad y estilo. las viejas sacan paraguas negros para protegerse del sol y disfruto del reencuentro con este viejo y nuevo amor .

miércoles, abril 04, 2007

serenisima

desde hace algun tiempo decidí transformarme en lo que nunca quise ser. una forma sencilla y económica de combatir el hastío en el término medio de la vida. uno siempre conoce tan bien lo que no quiere ser que hasta se olvida de ser. analicé varios modelos en pos de encontrar el que pudiera conformarme mejor y ahi descubrí a la princesa. este tipo de mujer, que no detenta título nobiliario, se comporta como tal y obliga casi sin querer a que todos los demás sean de alguna manera, sus súbditos. por ejemplo si un hombre lleva a la princesa a la pasiva a por unos panchos en un empuje masculino de barbarismo la aludida sabrá comportarse debidamente ante el populacho. al fin, es la princesa. aunque haya concurrido al local desde su mas tierna infancia con su familia o incluso con anteriores parejas, con amigas o con aquella promitente a suegra millonaria y obesa que le hacia honores a a las húngaras con mayonesa, para la princesa siempre será la primera vez. la princesa conoce a los botones del ritz y como está en la pasiva no saludará nunca al mozo que la ve hace treinta años, en todo caso preguntará con sorpresa donde es el tocador aunque aun quede un antiguo graffiti de su autoría en la puerta : male y alejo. actuará hasta irse como una recién llegada. antes de abandonar mi aspecto de sapo para convertirme en princesa apócrifa tenía una mala imagen de estas mujeres de zapatito blanco en toda ocasión. ahora las miro con otro respeto.es muy sacrificado tener un vocabulario que contiene en vez de expresar, un vestuario que aprieta en vez de liberar, unos zapatos que se manchan a un ritmo vertiginoso. porque no hay un rolls royce en la puerta, ni un chofer con sombrilla, ni una alfombra para evitar los charcos. el mundo real no se diseñó para que una sea la princesa y cada detalle de la vida moderna te lo expresa. en el rostro de la princesa siempre debe haber un cierto dejo de insatisfacción sutil, chiquito, pero permanente. su sonrisa deberá estar pintada con el color labial de la resignación. si una amiga o un pariente tienen un bebé e insisten que la princesa lo alce a pesar de su impoluta vestimenta, ella lo hará como si se tratara de un niño africano ante una maraña de fotógrafos. solo un ratito, lo suficiente para sonreir y salir en la foto. y al separar a la criatura de su flamante traje, ahora sucio, disimulará su enfado con otra sonrisa posada. en ese dulce gesto esta la grandeza de una falsa princesa.

jueves, marzo 22, 2007

el robot, el tonto y la sicopata

aquellos días se preguntaba que lo había alejado de su temprana vocación para la comedia. había hecho un par de malas opciones, algún pequeño traspié como aquel que lo había sentado por ocho meses en el estudio de una sicóloga totalmente chalada que lo acosaba por teléfono para que le prestara los libros que estaba leyendo y se las ingeniaba para no cobrarle. aquella extraña mujer se inmiscuía en sus negocios y le pasaba dos por tres datos confidenciales de terceros desde un hall de distribución rodeado de tres o cuatro ambientes semidestruidos en los que el revoque caía en pedazos que eran alegremente recibidos por alfombras hechas de trozos de nylon transparente. una profesional que como personaje que no tendría cabida mas que en un flm de david lynch o en uno de tim burton. aparentemente era una eminencia pero no le quedaba muy claro en que rama. otro error involuntario había sido sentarse en aquel sillón de la bolsa de valores esperando el inicio de un seminario y terminar a los pocos minutos en una reunión de subsuelo entre funcionarios estatales y empresarios en la que se hablaba de contenedores, fraudes y scanners aduaneros. debía incluir en la lista el encuentro con aquel ser absolutamente imbécil y pagado de si mismo que se creía un autentico genio de la literatura. cuatro horas de su vida intentando perdonarse por haber propiciado aquel exótico encuentro que seguramente, no sería el último. no había podido sincerarse con el sujeto y decirle que no era el personaje que estaba buscando y nunca lo sería. había cometido toda clase de dislates solo por el gusto de contarlo después pero sentía que se pasaba de la raya. quizás la falta de nuevas aventuras, opciones, personajes, le hacían caer en este elenco deslucido y patético. esa tarde caminó por la calle ponce y se subió a un taxi conducido por un japonés de unos cincuenta años. seguramente – pensó – este es un ex ingeniero de la sony que fue sustituido por un robot.

miércoles, marzo 14, 2007

bailando con cascarudos

lo que parecía un bucólico retiro a los limites de la nación se ha convertido en una aventura, una suerte de thriller biológico. solo falta denzel washington. las vacaciones solitarias en un sitio amigable y calmado donde se prefiere la natilla famble a la teve cable se han convertido en una experiencia extraña, perturbadora y con toques de flower power. un inesperado campamento de woodstock integrado por cascarudos negros, de tamaño mas bien pequeño puebla amablemente mi habitación, los corredores, el estar y el baño, por supuesto. cada incursión a la ducha requiere de un pequeño esfuerzo para eludir el pudor porque a la hora de abrir el grifo habrá trece o catorce de mis cohabitantes dispuestos a resbalar en el agua tibia y jabonosa. tal vez un cascarudo incomprendido, un poeta oscuro, un seguidor de lautrémont o de jim morrison es el que flota en el water desde las primeras horas del día. tal vez, sea un aspirante a buzo que se entrena por su cuenta mientras su familia hippie opto hacer, seguramente para ahorrar, un campamento multitudinario en mi cuarto justo en carnaval cuando los precios de las cabañas suben impetuosamente. no hay un jefe, un responsable a la vista de estos desmanes. todos se ven iguales, espero que no se ofendan, no tengo ningún interés en discriminarlos. no le hacen asco al blanco: lavabo, bañera, water, bidet, toallero, piso en damero…seguramente estarán pensando aterrizar en mis sábanas ni bien apague la luz generando un particular diseño de piel de dálmata .

martes, febrero 27, 2007

cementerio de mascotas

las tías no tenían mucha vida social. estaban a una altura de la vida en la que se conformaban con una visita semanal al cementerio, a regar las plantitas en las tumbas de sus mascotas perla y susana , dos caniche escuálidas que habían usado rulos blancos iguales a los de sus amas. las tumbas de sus dos nenas estaban lejos del ingreso al parque, en una pradera baja y solitaria. los empleados nunca recibían propina para atender el predio de manera que tampoco se acercaban a el. cada sábado de tarde, a la hora de la siesta llegaban las tías en el austin negro con las sillas plegables y los enseres de jardinería. por un par de horas se instalaban junto a sus amadas perras. a veces usaban una regadera que cargaban en la canilla del sector de los álamos, algunas veces tiraban una bola de yuyos al basurero antes de irse, o un vasito de papel. los que se habían arrimado a la zona a husmear a las viejas las habían visto conversando a las risotadas en sus sendas sillas. después a la salida, resultaba desconcertante verlas pasar con los ojos rojos, como de llorar. cuando juana enfermó maría intento por todos los medios conseguir una excepción para sepultar a su hermana cerca de la tumba de las caniches pero no hubo caso. la borocracia no esta a la altura de las necesidades de los hombres y menos de dos mujeres viejas . tal vez por eso se entregaron juntas a los brazos de morfeo una tarde de sábado usando vaya una a saber que sustancia ilegal .

jueves, febrero 22, 2007

la maquina del tiempo

el ómnibus de los domingos está lleno de ancianos. mujeres con moños y bastones de madera rústica que van al hospital a visitar a otros mas jóvenes o tal vez mas viejos pero enfermos. también viajan algunos viejos que regresan de almorzar con sus hijos y suben algunos turistas ancianos que circulan por el centro. cada parada suben más ancianos y en las veredas quedan transitando los mismos ancianos cuando eran jóvenes. por cada anciano de pelo blanco y ojos azules, pasa un tipo alto y rubio usando un jogging. por aquella achacosa señora con la fente poblada de manchas, pasa una airosa muchacha de pantalones rosados. en el interior del vehículo solo viajan las respiraciones cansinas, los bostezos, los chirridos de las dentaduras postizas. tal vez alguna mano arrugada encontrando el frío caño del asiento como único soporte y salvación ante una frenada brusca. en el interior de la mole de chapa y motor crugiente viajan los recuerdos de muchos otros domingos, la llamada que no recibió en una semana, las gotas inolvidables sobre la chapa aquella tarde de lluvia, el sabor de un dátil recien salido de la caja, un guiño cómplice a un niño que se hace la rabona, el alivio al sacarse los zapatos de paquetear, los acordes de una milonga sonando desde adentro del placard de roble. fuera del bus, están los restos de la semana hechos añicos, el tiempo implacable que no dio el suficiente descanso, la paciencia que se acaba a la hora de esperar en la fábrica de pastas, el precio del uniforme de los niños ahora que empiezan las clases, el nombre de aquella mujer que pudo ser la novia pero nunca se dio, las cuotas del auto que no terminan este mes. porque existe una doble dimensión de los domingos que clona a las personas y las transporta a diferentes etapas de sus vidas. algo que no sucede otro día de la semana. algo que es solo conscuencia de las exentricidades del señor domingo .

martes, enero 16, 2007

ultra

ronronea en las calles. otra vez. se abren las puertas y su chapa despareja pintada de blanco brilla con un indiscutible orgullo. otra vez en la ruta. ahí esta el ultra, el prototipo de auto deportivo made in uruguay que desde su origen luce la banderita nacional en un costado pintada como en el cuaderno de un escolar de tercer grado con la misma belleza e impunidad. la maravilla blanca con detalles en celeste cielo volvió a tronar por calles y avenidas de la patria. el dueño, creador, factotum de semejante ironía con ruedas lo deja cerca de la vereda en la esquina de dieciocho de julio y paraguay. nadie puede evitar esa visión mágica. un ultra chato, ultra liviano, ultra rápido bólido que desde su corazón artesanal desafía al viento y las leyes de la física, además de las de la estética, el diseño, la lógica y la decencia. no todos pueden hacer en su garaje, en entretenidas jornadas de fin de semana una joyita del automovilismo y encima lograr que ruede, consuma combustible y transporte inclusive a la vecina que esta buena. mientras apuro un trago de café trato de imaginarme a ese diseñador, a ese ingeniero de las pistas, a ese porsche vernáculo calzado en un mono de carreras, con un casco en una mano y un volante retráctil en la otra, con la cara tostada por los atardeceres en la costa amalfitana o tal vez la rambla de piriapolis. ese ídolo ignoto que no aparece en las revistas ilustradas al que deberíamos al menos otorgar una reverencia .

martes, enero 02, 2007

venus en la ruta

los dos están separados por unos pocos metros. ambos son los típicos negocios oportunistas instalados a la vera del camino. si bien uno tiene letreros que anuncian remate y ofertas, el otro se mantiene sin ningún tipo de señal alfabética. los dos despliegan el mismo producto estrella, mezclado de objetos menores, repetido hasta el cansancio sobre el pasto desprolijo: venus de milo. tal vez sean de cemento pero reciben una mano de pintura a veces blanca (sugiriendo mármol o yeso) a veces rosa. las venus no está todas erectas, algunas desafían la vertical y se balancean en el espacio sugiriendo racimos de jóvenes una noche en un parque de diversiones. adelantada de la era del topless, la venus de cemento muestra sus atributos y baja la mirada en un cierto rasgo de pudor, mientras espera la llegada de un nuevo dueño que, por lascivia o por amor al arte antiguo, se la lleve tan orondo a su jardín de balneario.