bailo apretada con un gaucho vestido de domingo. bombacha negra, chiripá colorado, camisa blanca bordada con rosas rojas, bigote generoso, perfume envolvente y sombrero de ala ancha colgado en la espalda. la orquesta toca una clase de corrido mexicano de esos que desafían cualquier chance de melancolía. el océano enmarca el patio de la escuela donde estamos todos los habitantes de la villa, dedicados a la colaboración, el beberaje y la danza. a mi lado, mis amigas porteñas, de minifalda de cuero, en los brazos de otros gauchos danzarines. sé que me ligué el galán del baile, pero trato de disimularlo y no sentir culpa. no sé si son las dos o las tres, si tomé cerveza o whisky, cierro los ojos y me dejo llevar por el experto.
1 comentario:
este post debería venir con mp3 de la música de fondo...no, mejor no :)
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