miércoles, enero 19, 2005

siendo gata es más fácil

sigo en mi operación limpieza y orden y encuentro un cuaderno de habla de dimitri , de gladis y de ulises. dimitri era una gatito dorado y abusador que cuando era bastante grandecito mamaba de su flacucha madre, gladis. ulises era el dueño de la pulpería que quedaba a la vera del camino, unas leguas mas allá. un empresario de la posmodernidad. estaba dedicado básicamente al contrabando de sábanas y cachaça por la frontera de río branco y manejaba los restos de una camioneta adaptada de una fort “ t “. era joven y emprendedor, pero tenía una expresión dramática en la cara. su pulpería era realmente una maravilla armada con unas chapas de dolmenit negras bajo un hermoso ombú. la rolliza y simpática mujer de ulises, una paisana que no tendría más de veinticinco años, era quien atendía la pulpería y también servía las copas. para hacer las cuentas usaba una calculadora que pronunciaba cada número cuando se apretaba la tecla correspondiente : “ tres, siete, nueve “ decía la máquina en aquel sitio solitario y descampado. ulises usaba su cascajo para dar lástima a los aduaneros cuando efectuaba las tareas del contrabando pero los domingos iba a la ciudad a pavonearse a la casa de los suegros en un flamante camión de dos ejes. su apariencia precaria era solo una treta más en pos de la supervivencia. siempre pensamos que gladis también había sido la madre del gato dólar, que era una fiera amarilla e inaccesible que a veces podíamos sorprender merodeando la cocina. inmediatamente corría hacia el campo y desaparecía entre los pastos como una liebre. el asunto fue que dimitri , el gatito mamón desapareció misteriosamente una vez que pasamos una semana en la ciudad . lo encontramos dos meses después reinando en la pulpería de ulisies, ahora asumido como gata y nombrado como duquesa . sus nuevos dueños sostenían la teoría que al gato hay que darle de comer hasta que reviente para evitar que se haga lambeta y acose los alimentos del almacén. puedo asegurar que al antiguo dimitri , travestido por necesidad, le faltaba muy poco para llegar a ese punto.

5 comentarios:

reuben dijo...

Personaje interesante la paisana que atendía la pulpería, con su calculadora que cantaba "tres, siete, nueve...". La vida se debe organizar alrededor de este tipo de mujeres. Seguro que la teoría acerca de los gatos era en realidad de ella.
Lindo blog. Saludos.

Natalia Mardero dijo...

Dimitri me hace acordar a Neme, no me mama pero una buena parte de mi sueldo se va en alimentarla. No sé si se da cuenta de eso.
Hice que Paula tenga su blog: www.goodgirlsmoking.blogspot.com

Adrián dijo...

Qué contraste entre estos dos hermanos, el cómodo dimitri y el salvaje dólar. Este me gusta, espero que vuelva a contar sus aventuras.

Rebecca Milans dijo...

por supuesto que del gato dolar tendremos mas aventuras, de dimitri no supe mas despues que se tranformo pero debe estar del tamaño de un colchón de dos plazas a esta altura. dolar no fue siempre salvaje, en su pasado en los deportes extremos esta la explicacion a su comportamiento anti-social ya les contare !

Meritxell2000 dijo...

Un relato corto fantástico:me ha encantado y espero que nos cuente más de ese tipo (haya gatos por medio o no...)

Este diario engancha,es un peligro.