sábado, febrero 26, 2005

alfombras rojas y manicuras

se me rompió una uña. margarita la mira y me dice con aire de neurocirujano que tiene la peor noticia: es desde la raíz. ¿ hace cuanto que circulo por la vida con esa pequeña rasgadura ? varios meses. al principio le puse una curita, ahora me entero que eso fue peor. después me la vendé con cinta de papel, después simplemente la pinté como a las otras, de un rojo fuerte, a veces negro, a veces azul diamantado. en la mesa de la manicura de la calle rivera, el interrogatorio continúa con la seriedad y la gravedad del caso. que cómo fue. es raro, pero siento que me tratan como a una víctima de violencia doméstica en una comisaría. quiero que curen la uña, no que pregunten. así que dejo que el torno mágico trabaje y pula mientras empiezo a recuperar el momento en que tuve el accidente. había quedado sola en el despacho de valijas de un vuelo interno y apareció una suerte de adonis con un teléfono celular. también apareció mi valija italiana de tela, objeto raro en esa plaza tan plastificada. hice un intento por atraparla en la cinta, me enganché en el tejido y se me rompió la uña. lancé un gritito de dolor y retiré la mano de la valija. el adonis se hizo cargo y la bajó. nos sonreímos y le agradecí. tuve ganas de decirle que su celular lucía fantástico, pero me pareció un elogio muy impersonal. él era fantástico. salí del vestíbulo a la parada de taxi y como siempre, hice tiempo hasta que llegara un taxi verde cotorra. creo que me traen suerte. ojalá que yo a él también. hace un tiempo empecé a verlo en las revistas y en los afiches del cine. quizás el domingo le den un oscar por mejor actor, se lo merece además por bien educado.

2 comentarios:

gitargirl dijo...

asi que Ud usa valijas italianas de tela? Ud es una mujer elegante y distinguida Sra. Milans.

Rebecca Milans dijo...

uñas french, valijas de tela, carteras de rafia, nunca un horóscopo chino, a la bolea con mi propia bola de bowling hecha a medida, el campari batido con tres hielitos y servido en copa de martini son manias no necesariamente los vea como un carnet de elegancia