viernes, marzo 18, 2005

buen lugar para una siesta paraguaya

cuando uno vive en el sur y lo han dejado soñar, siempre lleva en su pequeña maleta de imaginario un paisaje lejano y extraño en el que sentirse diferente, especial, feliz. gracias a las narraciones paternas, este universo extraño estaba en mi propio país, en pueblos o villas bastante cercanas donde personas comunes hacían de la vida un asunto extraordinario. nadie alimentó el mito del viaje a disney, ni el de conocer parís, ni triunfar en nueva york. no soñé con las delicias extramuros. minas, josé pedro varela, josé ignacio, tomás gomensoro eran mis mecas y quizás, aun lo sean. esa virginidad de expectativas me permitió descubrir, fuera de cualquier programa y en plan de trabajo, pequeños trozos del paraíso como este hotel de asunción del paraguay donde las cacatúas te despiertan en las mañanas y se pasean tan campantes como cualquier huésped rentado. no hay como entregarse a la humedad y el calor tropical de la ciudad desde esta quinta colonial que albergara a la maravillosa irlandesa que fue cortesana y guerrera, amante y soldado del paraguay a la que algunos conocieron como mademe lynch. los dos salones del restaurante tienen los techos pintados a mano con diseños franceses del siglo dieciocho que representan flores y pequeños pájaros entre lazos y volutas plenas de romanticismo. mecerse en los sillones de la terraza después de cenar un surubí con hierbas o dormitar en las galerías de la entrada, frente al jardín, le puede dar a nuestra visita una dimensión de viaje inédita y plena. en ese contexto la misteriosa quietud guaraní se transforma en el marco maravilloso de un transcurso inolvidable hacia ningún lugar. si quieren darse un baño por una historia ignominiosa, como es la de la guerra de la triple alianza, viajen a esta ciudad, pasen unas noches en este hotel y recurran a los pocos libros de historia, pero muy valiosos, que se encuentran en las librerías de la plaza de las prostitutas, es decir en la plaza uruguay.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Pues sí, yo estuve por ahí (he estado en cualquier lado, cualquier lado donde puede un ser humano ir sin subir a un avión). Es que un alumno que tuve es de Paraguay y nos invitó. Y ...es una maravilla.
Me has traído un bello recuerdo, gracias!

Rebecca Milans dijo...

Nfer gracias por tu visita. me alegra que tengas tambien un buen recuerdo, en el rio de la plata el paraguay tiene una fama pesima y al viajar y conocer la gente, los lugares, la cultura - vastisima, no solo guaraní - uno queda maravillado porque es un lugar sorprendente, diverso, rico desde el punto de vista que se lo mire. yo tambien tengo adversion a los aviones pero logre de todos modos subirme y no me arrepiento

Unknown dijo...

Rebecca...el mundo es un pañuelo (no se me ocurre nada más inteligente...).
Si: Soy de Paraná, del "caserío" que Darwin cita en su libro, estuvo ahí, del caserío que se hizo ciudad, calculan, un 25 de junio, porque...nadie nos fundó... una noche del lado de Santa Fe de la Vera Cruz vieron luces y decidieron mandar un cura a acristianar esas gentes... de la Mesopotamia Argentina, vecinos somos, y por cierto lo del avión está por verse. Relación coste/beneficio, hasta ahora no hay propuesta que lo amerite...
Bueno si querés te enlazo, ya me ha visitado otra gente de por acá y me da mucho gusto pues muchos de los que me animaron son amigos de un amigo muy querido de las Uropas, y me gustaría que hubiera gentes de los dos lados del atlántico.
¡Un abrazo entrerriano y cuando gustes, aquí está tu casa! (lugar hay de sobra,los críos abrieron sus alas y tienen sus propios nidos...)

Rebecca Milans dijo...

tenes razon javier sobre lo que influyen nuestros afectos en nuestro gusto o fantasia sobre un determinado lugar. mi abuela me hipnotizo una tarde haciendome cuentos sobre bolonia, una ciudad techada, nunca mas me olvide ! viaje a sicilia gracias a un cuento fascinante que me hizo un amigo en la barra de un bar pero el tema con el paraguay fue distinto, no esperaba ese nivel de deslumbramiento. por suerte desde hace un tiempo tengo un grupo de amigos argentinos que pasaron por el mismo efecto y compartimos esa conexion con el pais, el pasado y la gente. y es tan cerquita... !