era el típico gordito que a las mujeres nos gusta llevarnos al final de una fiesta. tenia rulitos, sabia todos los grupos de música disco de los setentas y podía tararear cualquier tema con afinación y gracia. sonreía, inocente, sin generar ningún tipo de compromiso ni alarde. con esa misma modestia pidió disculpas y se fue cuando la banda lo invitó a tocar. agarró su saxofón y la rompió el gordito. todos sus pasos no hacían más que sumar puntos a los ojos de las dos amigas que no se movían del sillón. por el lugar desfilaban todos los galanes disponibles de la noche, el tipo alto con cara de francés, aire taciturno y botella de cerveza, el pequeño musculoso que acosaba a una de ellas desde que llegó rememorado charlas que seguramente nunca mantuvieron y el mozo rubio que parecía salido de un relato del romanticismo, delicado y bello, frágil y de mirada penetrante. el tiempo transcurría y la música iba evolucionando hacia el universo de lo bailable. los hombres pasaban una y otra vez delante de las dos mujeres, con el paso resignado de los leones enjaulados. era evidente que, a esa altura de la noche, estaban desesperados por concretar. todo el resto de las mujeres habían venido con sus maridos, así que la dos únicas vestales estábamos evaluando los riesgos de confundirnos con los locatarios o simplemente escapar a tierras más serenas. cuando el francés pidió un whisky luego de tres litros de cerveza quedó automáticamente descartado simplemente por borrachín. el joven mozo no estaba tan seguro de su encanto y simpatía por lo que abordarlo ya daba un poco de pereza. en una rápida maniobra se pudo neutralizar los embates del acosador. mientras nuestro admirado amigo tocaba el saxo y arrancaba aullidos de la audiencia, el anfitrión se acercó y comento que el gordito, gracias a algunos excesos, tenia el cerebro dañado.
5 comentarios:
Me encantó a rabiar el título de tu blog. El contenido del post está rebueno. Espero visitarte más adelante. Saludos desde Lima-Perú.
Veo que la noche fue bien movidita...El que tiene más cara de inocente,seguro que es el serial killer...
gracias beba, te visitare tambien. y sobre el seril killer...puede ser, por las dudas no le di mi telefono a nadie
El anfitrión se lo llevó al gordito. No se puede confiar en nadie...
es cierto adrian, el anfitrion era el tipico pelado aguafiestas !!!
Publicar un comentario