domingo, abril 24, 2005

a la deriva 2

revolvió en el bolsillo menor y encontró la pinza de cejas. inmediatamente empezó a trabajar en la zona del entrecejo, si encontraban su cuerpo flotando, al menos no tendría un pelo fuera de lugar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Eso ocurrió todos...los días...hasta que determinó creer en la propia naturaleza, y dejó crecer las plantas al libre albedrio!
Espero que te guste mi comentario, saludos de un piscis a piscis.

Adrián dijo...

Es el que piensa que le va a pasar algo, vive preparándose, y nunca le pasa!
(hay un apunte de Girondo en ese sentido, cuando lo encuentre vuelvo)