para dormir a un niño, es bueno tener un pecho amplio y mullido, la piel tibia y las manos grandes con dedos calentitos. suele ser muy propicio un pie un poco más corto, para mecerlo lento e inducirlo despacio. tal vez sea necesario, para dormir a un niño, tener el ronroneo de un enfermo cardiaco y la mirada estrábica de un feroz basilisco.
1 comentario:
yo aun sigo colgada en el universo asimetrico, no logre aceptar la estandarizacion del modelo en la escuela. lo odié. por eso me gusta la arquitectura normanda en la que los edificios, construidos en el siglo X y XI son totalmente asimetricos. tambien me enamoro de los lados no armónicos de la gente aunque solo sea una extraña pronunciacion de la ere
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