domingo, febrero 12, 2006

de barreras y exilios

existen en la naturaleza humana, algunas infranqueables barreras que definen el territorio de los hombres y el de las mujeres. dos zonas diferentes, con reglas a veces opuestas o al menos contradictorias. una norma estructural de un lado, puede ser un bochorno del otro y viceversa. en terrenos como la belleza, lo correcto, los modales, la alimentación, la vestimenta y la conversación están los más coloridos ejemplos de esta suerte de puerta de brandeburgo que separa dos territorios irreconciliables. tal vez estas barreras justifiquen el interés de tantos inquietos inmigrantes ilegales que sueñan cada día con pasar al otro terreno, quebrantar un dictado o espiar impunemente la zona del enemigo. adueñarse de la información secreta que se distribuye del otro lado, puede ser parte de la diversión a lo largo de la vida de muchos hombres y mujeres dispuestos a terminar exiliados en islas remotas, por incorrectos. un hombre puede ponerse por afuera del pantalón una camisa a rayas celestes con cuello blanco o una inconcebible camisa de bambula. ¿ que tiene que perder, si esta sensacional ? pero ay! de la veterana que se calce una minifalda aunque tenga una piernas excelentes. recibirá todo tipo de censura. a ellos se les puede perdonar el horror en el vestuario o el petit horror que es mucho peor. detalles detestables pero livianos por que al fin...son hombres ! la coherencia en el vestuario femenino es una regla de hierro. la fantasía se puede aplicar pero dentro de estrictos parámetros en los que se menciona a un extraño y vetusto concepto llamado decencia que cada vez entendemos menos pero acatamos de todos modos. el desparpajo tiene diferentes traducciones según el género al que se aplique. en el hombre se llama audacia. en la mujer se llama desubicación. cantar a capella sin ser profesional, a la vista de todos, con actitud de estoy matando es un buen ejemplo del asunto. mucho mejor si se hace en un asado de amigos, mezclado con el humo de la parrilla mientras yacen los restos de un cordero mamón en forma de costillitas. al fin y al cabo, cuando la carne es buena, ni el más santo desconfía.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora la sociedad de consumo también tiene exigencias para ellos. Aquí los veo todos los días: depilados, impecables, usando cremas, con camisas por adentro. Ya ni ellos se salvan de la reglas.

Confieso que aunque siga prefiriendo los chicos con remera y jeans viejos, y peludos, esta cosa de que tengan que sufrir con la depilación me simpatiza. Mi esperanza es que renuncien un día, a la de ellos y a la nuestra.

Rebecca Milans dijo...

creo que el dia que exista la renuncia a la depilacion, yo no tendre ni un pelo más o estare bajo tierra !

Tomás Eastman dijo...

Algún día veré.
En verano. Una mina con shorts, una camiseta arremangada y sostenida por la panza (embarazadas no valen), una birra en la mano, chancleteando por el rioba.

Anónimo dijo...

Ay sí Warren, qué lindo. Si nos dejaran un poco en paz.
Claro, porque está pasando al revés. En lugar de liberarnos nosotras ahora son los chicos que tiene que seguir esta pesadilla estética.

No sé cómo va en tu isla, pero acá me encuentro tipos en la peluquería con la gorra de los claritos.

Me quedé pensando que lo de la depilación es el clásico ejemplo de la falta de solidaridad femenina. Porque lo tenemos que hacer todas. Toditas y ahí ya está. O así o nada.

Von dijo...

Los hombres se depilan en italia? Todo todo?

ciudadano intermitente dijo...

todo esto es como un manifiesto posmo.

al final parece q en la lluvia de eufemismo y dialecticas, caben los romances.

o que bah, basta con el sexo no?

nos leemos

basilia dijo...

algunas cosas se definen por tener o no pelos, por tener grasa o arrugas, por ser deshubicadas o poco producidas, las féminas llevamos la peor parte en toda esta mezcla de productos y demás; pero mi sorpresa va en aumento al percatarme de la cantidad de metrosexuales que nos circundan y están en alza. salís con un pibe y terminás hablando de limpiezas de cutis y claritos!!

Rebecca Milans dijo...

veo que agarraron para el lado de los pelos y no creo que sea el punto álgido de la cuestión. sobre limpieza de cutis, blanqueamiento dental, lentes cromáticas y esas cosas pero a mi me preocupa mas el tema del bochorno, de la expresión oral, el tema del papelón...que lindos son !!! gracias por venir

Fedosy Santaella dijo...

No te preocupes, los otros hombres sabemos que aquel esta haciendo el ridiculo...

DEbo los acentos.

SAlud!

basilia dijo...

papelón vendría a ser un papel bien grande, como un rol exagerado juzgado por los demás:: cual sería el peor papelón? que se rían? y?
los aprecio blogeros!!

Rebecca Milans dijo...

en general nadie se rie cuando sucede el papelón, al menos en nuestra sociedad en la que nos gusta destrozar al sujeto a espaldas y en lo posible con puñal

Anónimo dijo...

"creo que el dia que exista la renuncia a la depilacion, yo no tendre ni un pelo más "

siempre contra!

la cosa pasa por si nos andamos fijando en esas cosas o no, el malestar comienza cuando por todos los medios nos quieren despertar, un otro más y así no te joden.

no te mostrés gil, que la arruinás.

basilia dijo...

marcanthony:
no proyecto romances; disecciono.
no era crema de manos ni tinta de pelo, era limpieza de cutis y claritos, a leer bien estimado,
no hay necesidad de seguir aumentando tus asuntos pendientes con las mujeres.

Rebecca Milans dijo...

karke querido ! tanto tiempo...saludos a aquellas tierras ! sin dudas estos comentarios de peluqueria no son muy estimulantes, prometo cambiar hoy mismo de post

creo que le estan haciendo propaganda a su blog m.a. sonria !

Umma1 dijo...

Un hombre que te hable de cremas y tinturas,horror, para salir huyendo...
Me parece que a ellos también se les exige. Tienen un sentido del ridículo mucho peor que el nuestro. Porque nosotras nos reímos de nuestros desaciertos, ellos los padecen como puñaladas. Y en honor a la verdad, nosotras estamos muy descuidadas. Con la moda que se lleva, ¿quien nos va a criticar?, si esto es una suerte de trapos de mal gusto, sin solución.