viernes, abril 29, 2005

insólito hallazgo

en la calle juan jacobo rousseau hay todo un circuito de despiadadas depiladoras.

jueves, abril 28, 2005

la llamada del domingo

durante unos minutos compartieron una animada charla sobre diversos métodos de exterminio. la madre le dijo que ella contaba cada uno de los granos de veneno para poder mantener el control sobre la voracidad de sus víctimas. actualmente estaba usando solo tres granos y los reponía a las pocas horas, ya que el efecto no se lograba si los gránulos se oxigenaban demasiado. asesinar a sus enemigos implicaba una estrategia y también atender los detalles. la hija escuchaba, del otro lado de la línea, las importantes conclusiones de su progenitora, asintiendo con admiración por sus altos conocimientos. estoy muy contenta, vengo ganando la batalla, dijo la madre. ¿ encontraste los cuerpos ? preguntó la hija. no, pero mueren en sus guaridas. esos que vemos generalmente corriendo, son los más godos, los que pierden la capacidad de esconderse. también estoy matando cucarachas.

miércoles, abril 27, 2005

lo que no se llevará el viento

ya saben lo que me gusta la sudestada. este fin de semana lo he pasado en cama, griposa y resacosa después de una noche en un ambiente apestoso. a veces me gusta estar enferma, no moverme demasiado pero tarde o temprano, me aburro. así que salí a la calle, en una de las noches más frías en lo que va de este otoño. viento fuerte, muy frío y del sudeste. sumé varias capas de ropa, que incluían el neopreno y también un impermeable liviano y al mismo tiempo abrigado. solo me faltó un gorro. las primeras calles que recorrí estaban vacías, a nadie le gusta salir a tomar viento un domingo de noche en la ciudad. pero yo tenia planes concretos. uno de ellos consistía en darme por curada de esos dos días perdidos de gripe. cuando bajé por el costado del a plaza independencia rumbo a mi bar favorito la sudestada se expresó en su máximo esplendor. un viento súper potente me dio en la cara y una lluvia fina de miles de gotas se desprendió de una gigantesca ola de la rambla directamente hacia mi persona. en el bar había un chico que no conozco mucho, pero como estaba semivacío, pudimos conversar placidamente sobre nuestro respectivo amor por el viento fuerte, por las películas vistas desde la cama, por la vida vagabunda en general. casi no había valientes en la calle. apenas unos fantasmas arrastrándose lentamente. le hablé de una película que había visto mientras cumplía mi rol de enferma y él me describió de forma mágica el beso que hay en el film. quedamos silenciosos y tibios después de este tema. me imaginé como sería darle ese beso a él, ahí, del otro lado de la barra. sonreí. después llegaron más personas, amigos y clientes. el encanto no se rompió. el beso había quedado ahí, como algo colgado entre los dos. decidí salir otra vez a tomar el viento, ahora me arrastraría por la espalda. quería hacer unas compras antes de irme a dormir, hojuelas de cereal, sin ellas no puedo vivir. algunas manzanas. algún yogur con moras. moras como las que plantamos alguna vez en el jardín. las que nos enseñaron a macerar en azúcar durante unas horas. y después, al comerlas, quedar con los labios dulces y morados como vampiros de una película sexy. para dar besos como ese que quedó pendiente, en el viento de la sudestada.

martes, abril 26, 2005

mito

el tipo poseía un refinadísimo pedigrí de mentiroso. tal vez, la sangre que corría olímpica y abundante entre sus venas, no fuera más que agua coloreada con papel crepé. como un auténtico y reputado profesional del universo de lo falso, nadie sospechaba de su pequeño vicio. las madres entregaban a sus hijas envueltas en papel de regalo mientras hacían cuentas sobre el patrimonio generoso del futuro marido que sus nenas acababan de cazar. claro que eran varias nenas las que se preparaban para ir al altar, al mismo tiempo, con el mismo súper marido. varias nenas que buscaban su futuro hogar, su níveo vestido, su servicio de fiestas, su orquesta y su hotel para la noche de bodas. mientras tanto, el mentiroso saltaba todo tipo de barreras para estar presente en las tres casas, atender a las tres novias más sus parientes, figurar en las celebraciones previas de todas y tratar de disimular los kilos que estaba perdiendo devenidos del esfuerzo sobrehumano de hacer lo mismo tres veces por día en diferentes puntos de la ciudad. pero llegó el momento de las tarjetas y los invitados y ahí, no pudo tener todo bajo control. un amigo de una de sus novias lo reconoció como el novio de otros tiempos de una conocida y atando cabos empezó a seguirlo. bastaron dos días para conseguir la evidencia, es decir la otra invitación de boda. cuando lo confrontaron con la verdad, el marido de fantasía simplemente lloró. después, hubo que empezar a devolver los regalos.

lunes, abril 25, 2005

catálogo de novedades

era el típico gordito que a las mujeres nos gusta llevarnos al final de una fiesta. tenia rulitos, sabia todos los grupos de música disco de los setentas y podía tararear cualquier tema con afinación y gracia. sonreía, inocente, sin generar ningún tipo de compromiso ni alarde. con esa misma modestia pidió disculpas y se fue cuando la banda lo invitó a tocar. agarró su saxofón y la rompió el gordito. todos sus pasos no hacían más que sumar puntos a los ojos de las dos amigas que no se movían del sillón. por el lugar desfilaban todos los galanes disponibles de la noche, el tipo alto con cara de francés, aire taciturno y botella de cerveza, el pequeño musculoso que acosaba a una de ellas desde que llegó rememorado charlas que seguramente nunca mantuvieron y el mozo rubio que parecía salido de un relato del romanticismo, delicado y bello, frágil y de mirada penetrante. el tiempo transcurría y la música iba evolucionando hacia el universo de lo bailable. los hombres pasaban una y otra vez delante de las dos mujeres, con el paso resignado de los leones enjaulados. era evidente que, a esa altura de la noche, estaban desesperados por concretar. todo el resto de las mujeres habían venido con sus maridos, así que la dos únicas vestales estábamos evaluando los riesgos de confundirnos con los locatarios o simplemente escapar a tierras más serenas. cuando el francés pidió un whisky luego de tres litros de cerveza quedó automáticamente descartado simplemente por borrachín. el joven mozo no estaba tan seguro de su encanto y simpatía por lo que abordarlo ya daba un poco de pereza. en una rápida maniobra se pudo neutralizar los embates del acosador. mientras nuestro admirado amigo tocaba el saxo y arrancaba aullidos de la audiencia, el anfitrión se acercó y comento que el gordito, gracias a algunos excesos, tenia el cerebro dañado.

domingo, abril 24, 2005

a la deriva 2

revolvió en el bolsillo menor y encontró la pinza de cejas. inmediatamente empezó a trabajar en la zona del entrecejo, si encontraban su cuerpo flotando, al menos no tendría un pelo fuera de lugar.