me gusta pasearme con mi sombrilla japonesa. quizas, se pueda ver como un gesto de extravagancia pero a mi me proteje de quedar achicharrada bajo el sol vertical. me la compre hace unos años en una especie de tienda de variedades de donde me traje tambien el esqueleto a pilas que es capaz de levantarse de la tumba y sacudir la cadera con la musica de cambio de habito. mi sombrilla es de un papel violeta ordinario, que recuerda al que usaban antaño para envolver las manzanas en el mercado. las varillas estan toscamente adosadas al conjunto y barnizadas por un enemigo, pero me las ingenie para pintarle una serie de magnolias blancas en el interior con bordes en oro lo que le da una apariencia cara y sofisticada. el arte y la simulacion se dan un humedo y caliente beso frances.
1 comentario:
muy lindo, muy lindo
(me hice fan suyo)
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