miércoles, enero 19, 2005

bajo el peso de la ley

en mis manos tengo un álbum de recuerdos, es lo único que hay para pasar el tiempo en esta sala de espera que tiene las paredes revestidas de un papel color pastel, tonos de salmón y un verde bien típico de motel. en el interior hay todo tipo de tarjetas de agradecimiento, algunas tienen a piolín y silvestre, a barbie, los super amigos, atardeceres con puesta de sol, el pato lucas, otras son polaroids de familias hispanas y hay dos o tres carátulas de discos de hip hop firmados por músicos de aspecto latinoide. todos agradecen al dueño de la empresa por haber sacado de la cárcel a alguno de sus amigos o parientes. en general las postales están firmadas por mujeres, madres, tías, novias, abuelas de los presos. este es un viaje no planificado al universo de jackie brown. después de dos horas decido sentarme en el frente del negocio, en el césped, para seguir esperando. llegan varias camionetas 4 x 4 con tipos macizos, que usan bermudas caqui, gorritas tipo cap, esposas en la cintura y lentes negros. el ambiente es decididamente familiar. estamos a solo unos pasos de la cárcel, es algo que me entero mientras miro las petunias del primoroso jardín. este barrio está todo dedicado a las fianzas, son varias manzanas de lindas casitas de un piso, con jardines y carteles impolutos, en las que trabajan las administraciones que garantizan la libertad bajo palabra de los reos. se parece un poco a la zona del country en punta del este pero no la habitan turistas glamorosos. se bajan dos tipos de un convertible negro, con los ray-ban calzados y mientras uno entra a la oficina a hacer el papeleo el otro se dedica a coquetearme. solo quiere contarme su vida, sin preguntarme de dónde vengo ni quién soy, me cuenta que es un caza-recompensas, que vienen a buscar los datos de uno que se fugó y vale 7.000 dólares. me cuenta que la semana pasada pudieron capturar a uno que valía 50.000. no le pregunto que delitos había cometido y después me quedo con la duda. lo miro con franca admiración y entonces me confiesa su más íntimo secreto. en realidad, esto es lo que hace para ganarse la vida, su verdadera vocación es la actuación. es más, tiene un bolo en una telenovela de telemundo que esta al aire. ahí actúa de malo, claro.

7 comentarios:

Rebecca Milans dijo...

tengo que buscar la tarjeta del fianzador y mandrle una postal, como corresponde. buscare una con el monumento a La Carreta que tan bien nos representa

sigmur dijo...

¡Otra vez te cruzaste con Aldo!

Tío Jack dijo...

Me encantó.
Gracias.

'-.-' dijo...

:)

Adrián dijo...

"estamos a solo unos pasos de la cárcel, es algo que me entero mientras miro las petunias del primoroso jardín"

grossa!

Adrián dijo...

con todo respeto ;)

Rebecca Milans dijo...

nunca estuve en disney world pero me imagino que se parece un poco