miércoles, febrero 02, 2005

tabaco y traidores

nací en una casa de fumadores, en una familia de fumadores en la que, inclusive, había un niño con “ permiso para fumar en público “ desde los ocho años. para evitar que cayéramos temprano en el vicio, mis padres no nos enseñaron a prender fósforos. éramos grandes el día que una visita ocasional descubrió esa carencia de nuestra formación y sin dudarlo se instaló por horas en la mesa de la cocina haciéndonos prender fósforos de cerilla de aquellos cortitos y blancos. inmediatamente me dediqué a fabricar bombas con la complicidad de mi amiga la gorda, siempre dispuesta, hasta el día de hoy, a las actividades subversivas. mi hermana directamente se encerró en el bañito del fondo con rayuela y una caja de master con filtro. así empezó su carrera de fumadora empedernida que continua hasta el día de hoy. por mi parte, insistí en el camino pirotécnico hasta que un almacenero de la otra cuadra tuvo la peregrina idea de quemar un judas en el frente de la carpintería abandonada. siempre dispuesta a las tareas colectivas, participé recaudando las ropas viejas, el dinero para las bombas y palos para la figura. no sabia en que consistía esta misteriosa tradición pero cuando vi que estaban quemando la figura de un hombre elevado sobre maderas, casi crucificado, les aseguro que el resultado no me gustó nada. me volví a mi casa totalmente desilusionada por lo que los demás valoraban como diversión. por eso no doy dinero a ningún niño que me pida un peso para el judas. déjense de joder con judas.

7 comentarios:

Rebecca Milans dijo...

de todos modos pienso que los niños que hoy piden un peso para el judas con un oso de peluche grande o una muñeca apenas travestida, en todos los barrios, no tienen la mas minima idea de todo el ritual. lo se porque mi sobrina participo de una campaña de finanzas de este tipo con su hermanastro y no es para nada adepta a los explosivos, en eso, no se parece a la tia

Anónimo dijo...

es más, yo diría que ni siquiera lo queman, lo guardan para el año siguiente. una vez me pidieron "plata para el judas" y no había muñeco en ninguna parte.todo eso pasó a formar parte de nuestra vejéz.

Anónimo dijo...

el judas y su entorno forman parte de las vivencias que más recuerdo de mi infancia. desde ver la reacción de los adultos frente a nuestro pedido(alegría, indeferencia, colaboración, complicidad, odio y resentimiento)hasta mi corazón bombeando a mil viendo explotar en mil pedazos aquel ser que tanto me costó armar. horas sentados esperando que pasaran los grandes. horas esperando la cara adecuada. horas esperando que pasara la judía de todos los años a sermonearnos quien sabe por què. cuando nos aburrimos de los cuetes (ni me gustaban ni me gustan ahora)mi hermana, unos vecinos y yo pasamos a dividir las ganancias y comparnos varias cosas. yo elegí durante tres años revistas de superman de EN. es más, el judas nos permitió ver el negocio como un buen pasatiempo en aquellas tardes de enero sin sombra en mi cuadra. se moría el judas y seguíamos con canje de revistas.
uno de mis hijos pidió pal judas y lo armamos posta. no lo pudimos asesinar porque nunca hubo fogata en la esquina. simpol.

Anónimo dijo...

la primera pitada fue de barba de choclo y papel de diario. alberto, el gordo germán y yo quedamos violetas y muy mareados.el choclo afanado de la quinta del griego tenía esa única función. el lugar del crimen fue durante unas semanas el monte de coronillas del abandonado y prohibido círculo de la prensa en san luis. cruzábamos las sombras del parque, cruzábamos la pequeña presa que aquietaba el agua del bagre y nos internábamos del lado de guazú birá. un día alberto trajo un denver y decidimos fumar denver. nos peleábamos para no ir a comprar, porque con 10 años los del almacén nos prendían fuego con los viejos. al fin de ese verano del 76 ya fumábamos derby peñarol. el gordo pateaba porque era bolso pero lo cagábamos a gritos y listo. en el verano del 77, la prensa (así llamábamos al círculo de periodistas cerrado por los milicos)todavía estaba vacía y guardábamos un par de revistas chanchas y puchos de varios tipos.
gracias rebecca por prestarme un poco de tu lugar para acordarme de esto.
simpol.

Rebecca Milans dijo...

entonces simpol usted propone que los adultos retomemos el manejo de la " quema " del judas porque a esta altura se esta convirtiendo en un ritus interruptus ? puede ser, al menos para que los niños sepan llevar esto hasta sus ultimas consecuencias

Anónimo dijo...

no sé, estimada rebecca. en realidad no pienso nada en lo que respecta a lo que deban hacer nuestros chicos con nuestras viejas costumbres. solo le estaba contando y pensando en letra bold...
aunque no lo tengo muy claro, tiendo a creer que si una buena costumbre para mi persona se perdió es porque una buena para otro se formó. no sé, no lo tengo muy claro.
simpol el dubitativo.

Rebecca Milans dijo...

usted inicio su negocio con sobrantes de la recaudacion del judas, yo fui incitada a los cuatro por mi padre a vender las flores del jardin ( los lirios que el mismo habia plantado ) pero con el detalle que era un 2 de noviembre y por mi casa no pasaba nadie. mas adelante encontramos una capitalista, chita, la abuela de mi amiga la gorda que ademas de hacer cuentos aterradores sobre monjas que levitaban nos compraba una caja de cigarros que nosotros vendiamos en el quioskito de canje de revistas de a uno a nuestros amigos grandes, mi hermana era cliente garantizada !