lunes, mayo 02, 2005

después del ensayo

ayer, la violista que toca a mi lado se quiso suicidar. uno de los fagot , que tiene unos veinticinco años, le rompió el corazón. ella esta en crisis desde hace tiempo y toma unas pastillas que son bastante fuertes pero parece que olvidó tomarlas por una semana y todo se desmoronó y el fagot se borró y a mi me tocó hacerme cargo del fardo. llamar al médico de la orquesta, buscar a su siquiatra, internarla y armar una farsa para que el director, que es un polaco malhumorado, no se entere y la despida de la compañía. por suerte tendremos un receso de una semana y su ausencia no se notará. en el sanatorio nadie podría tragarse que emma tuvo un accidente vascular, las venas cortadas no se tapan con mentiras. tuve al menos alguien que colaboró inesperadamente conmigo en todas las instancias y hasta el momento ha sido una gran compañía para las dos en la sala del sanatorio. es alberto, el chofer que maneja el camión donde se transportan los instrumentos de la orquesta. esta tarde, mientras emma dormía gracias a un sedante, estuvimos tomando un café en la cantina. alberto me dijo que el es el padre de emma. hace tres años la madre de la violista, que había sido su primer gran amor, lo llamó y se lo dijo. entonces él, pidió su retiro como coronel y consiguió trabajar en la orquesta, para estar cerca de su hija y cuidarla. no había tenido valor para decírselo pero ahora, cuando despierte, emma se enterará que no esta sola, que tiene un padre.

8 comentarios:

Sparhawk dijo...

Montevideo es tan chico y tan lleno de pasión... ¿De dónde carajo sacamos tanta de esa mierda en Uruguay? Es algo precioso al momento de enamorarse; te impulsa, te remonta, te mantiene en la nubes, pero la caída, muchas veces, es mortal. Yo no digo que tengamos la exclusiva de nada, sólo que parece que la pasión, tan irracional como divina, parece concentrarse entre los muros de San Felipe y Santiago...

L

Rebecca Milans dijo...

bueno, pensa en lo escribis desde la tierra de carson mc cullers, truman capote, william faulkner

Sparhawk dijo...

Si, pero yo soy un desterrado y con la suprema desgracia de estar enamorado del amor. En Uruguay son poco más de tres millones y la pasión aflora con regularidad. Acá son trescientos millones de los cuales el 90% están con la cabeza en un pozo de consumismo y banalidad material (o religiosa, lo cual es más inquietante). Los escritores que mencionas son flores de pantano. Este país sería muy diferente con un poco más de amor al amor. Quizás no tan exitoso, pero sí más humano.

L

gabriel dijo...

qué baile te tocó...

Rebecca Milans dijo...

sera demasiado tarde para decirles que no toco en ninguna orquesta y que esta ficcion no transcurre necesariamente en montevideo ? no se olviden que son cuentos, no mi vida

Sparhawk dijo...

Gracias por la aclaración. Lo cual no quita nada de lo dicho. La ficción y la realidad viven ambas en el mismo lugar.

L

gabriel dijo...

ah no...
me rompiste el corazón
y luego dices que era ficción...
Bue... yo sabía que escribias ficción pero
esta vez te creí

Rebecca Milans dijo...

bueno, no tenia intención de romperte el corazon pero... a veces escribo documental, como en la historia de la maquilladora. nunca le creas a una mujer que usa zapatos rojos