domingo, junio 19, 2005

ellas solo quieren divertirse

domingo de invierno, a las cinco y media de la tarde. el camión esta cargado de cajones de verdura hasta el mismo cielo. todos marrones, húmedos y atados con pulpos elásticos de origen coreano. una especie de pirámide en honor al dios de la feria. esta frío pero, en el camión, hay ánimo de festejo. se termina una jornada de doce horas al aire libre, que empezó a eso de las cinco de la mañana. los hombres están con gorros de lana clavados hasta los párpados, camperas y bufandas. todos los puesteros trepados en la parte trasera del camión, con el lomo apoyado contra un costado de la pirámide. en el medio, dos niñitas. una de tres y otra de cuatro años. de rizos rubios. una tiene un saquito celeste y la otra, uno verde manzana. tienen las mejillas coloradas. disfrutan al máximo la expedición, rodeadas de veteranos curtidos por el trabajo y el esfuerzo diario. son como dos duendes de visita en aquella mole que cae, sin el freno de mano, por la calle tristan narvaja.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por regalarnos otro pasaje gratis a mi querida Montevideo...
Extraño tanto su rambla :(

Natalia Mardero dijo...

¡Qué lindo!
No estaban desabrigadas esas nenas?

Rebecca Milans dijo...

envidia querido arthy, les tuve a esas dos pequeñas diosas de la verdura mezcladas en aquel entrevero dominguero. envidia, ahijada de madonna, por la caida lenta del camión calle abajo y los gritos de " oooopa " de los viejos. envidia por el flete de regreso, que siempre es el mejor flete que una puede hacer en la vida,niña c.