miércoles, abril 13, 2005

on off

le gustaba tomar el té con la anciana y escuchar los relatos escalofriantes que generalmente protagonizaban personas que ella había conocido pero ya había olvidado. en aquellas narraciones solía enterarse que alguno de sus compañeros de jardín de infantes había resuelto inesperadamente salir de la mediocridad y la rutina del pueblo para convertirse en un psicópata capaz de encadenar a sus tías, gemelas y ancianas, a un oscuro y húmedo rincón del sótano en la casa de veraneo, solo para cobrar mensualmente sus exiguas pensiones a la vejez. ese universo de maldad infinita, de cadáveres enterrados en el patio, constituían gran parte del encanto de aquellos encuentros que olían a arsénico y encaje antiguo. el resto era el perfume de rosas del polvo de arroz que cubría levemente el rostro de la anciana que parecía a veces una magnolia fragante y otra veces un merengue coronado con cabellera de plata. sus finos comentarios, las caídas de ojos y los sugestivos silencios interrumpiendo cualquier frase, eran las armas que usaba en los casos de adulterio. temas que no podían faltar en una buena conversación de salón. a veces la interlocutora se dejaba llevar por su febril fantasía y añadía relatos sobre ciudades techadas, abrazos furtivos con mao tse tung en la muralla china y milagrosas curaciones de la neurosis al ingerir orines. el mejor momento de la charla empezaba cuando surgían los recuerdos de amantes moros o griegos de manos anchas, revolcones inolvidables en la orilla embravecida del océano o a bordo de rústicos botes de pesca en el adriático. después llegaba el tiempo en que la tetera se vaciaba y las lengüitas de gato desaparecían de la fuente. entonces la charla perdía de a poco el ritmo y la anciana entraba en un ensueño del que resultaba inoportuno sacar.

martes, abril 12, 2005

tengo un plan

después de un día realmente tedioso de oficinas y mas oficinas me fui a ver a mis amigos del bar. nada como empezar la semana un lunes en un bar. algo perfecto en esta noche de humedad en la ciudad vieja. me di cuenta que hacia demasiado tiempo que no charlaba largo con ellos. primero estuve un rato con dani, después con gabi, después con uno que se parece a un nomo del bosque, de esos que una quiere encontrarse junto a un hongo rojo con pintas blancas. adoro a esos chicos. quizás sean los únicos seres con los que puedo hablar durante horas de las ventajas de gastarse un montón de dinero en una bandeja technics sin que me acusen de viciosa del sonido. son las caras que me gusta ver cuando pincho discos detrás de la barra, sus sonrisas alucinadas y su alegre compañía. creo que nunca los vi de día, somos amigos del bar, de la noche, del hip hop y algunos otros temas mas. todos están en plana crisis de algo pero se enganchan rápidamente en una salida conjunta de jueves. vamos a ver a la mala rodríguez. viene por primera vez al uruguay y el ambiente hiphopero se agita. esa noche tocaran también otros amigos y dani también así que me pone un remix que esta trabajando y me sugiere que le escriba una letra. es como volver al futuro. ya hay planes de cenar con ella después de la actuación, en el bar, por supuesto. veremos que trae de su mezcla flamenca hiphopera. estuve solo dos horas en el bar y me vuelvo renovada con mis nuevos planes. el jueves será danzante. es evidente que tengo una consanguinidad con el hiphop. algo que me eleva desde la primera vez que metí mi cabeza en un parlante para escuchar los gritos de notorious big hace muchísimos años. lo llore como quien despide a un familiar querido, a un compañero autentico de ruta. como a truman capote o a marosa di giorgio. amigos de esos que necesitamos aquellos días en los que no tenemos un plan.

lunes, abril 11, 2005

anochecer de otro dia agitado

otro barco,otra aduana,otra revisión, otra declaración, otro sello, otro papel,otro aprobado, otro verificado, otra tarde, otra madre, otro armario, otro vestuario, otro mozo, otro café, otro taxi, otro río, otro frío, otro saco, otro niño, otra custodia, otro paquete, otra valija, otro café, otro taxi, otra llamada, otra visita, otra oficina, otra noche, otro hotel, otro masaje, otra ducha, otra llamada, una encamada.

domingo, abril 10, 2005

stiletos o muerte

como mujer alta promedio tengo una proverbial envidia por las mujeres petizas. ellas tienen la coartada perfecta para encaramarse en largas botas negras de plataforma sideral – como las que usarían las coristas de una gira de los rolling stones, pero con bikini de cuero – por el ínfimo hecho que están más cerca, mucho más cerca del piso. ya lo dijo el bueno de juan ruiz, el arcipresre de hita en su elogio a la mujer pequeña, tienen muchas ventajas estas mujeres en el terreno amatorio. lo que aparenta como una desventaja les deja a ellas un terreno fértil para justificar cualquier fantasía en materia de calzado. soy una militante de los tacos altos por eso conozco tan bien las incipientes peladillas en las cabezas de los hombres mucho antes de reparar en el ancho de sus hombros. hay asuntos que no interesan a la mujer pequeña porque su perspectiva del espacio es diferente e insisto, beneficiosa. porque el amor ciego es y si una no ve algo malo, tiene mas chances de enamorarse imprudentemente. la mujer alta compite aunque no lo quiera, con los hombres. se encorva de vergüenza en la pubertad, se esconde cuando es la última de la fila en el colegio, se autoexilia en los zapatos de taco bajo, algo tan poco femenino. quizás, una vez que pasa la tortuosa adolescencia, puede revalorizarse y entender que sus piernas pueden ser la inspiración para más de un poeta, pero si no vive este proceso puede quedar resignada a planchar en los bailes o a hacer los saques del partido de voleibol en la playa. yo opto por la múltiple personalidad, algo que me da mucho resultado. alterno los pies descalzos con los tacos vertiginosos de nueve centímetros, el calzado deportivo con las sandalias de plataforma. es un poco extraño, lo entiendo, pero al menos no me aburro.

sábado, abril 09, 2005

vuelo demorado

¿ les dije que odio los aeropuertos? aquí estoy, varada hace más de dos horas y sin traer mi bordado, que siempre resulta tan útil en circunstancias como esta. aburrimiento al por mayor, en fin, no tanto porque acabo de aplastarme un dedo contra una puerta de aluminio y esto me mantendrá entretenida por el resto de la tarde. la uña empezará a ennegrecer, se inflamará la cutícula y la piel hasta que mi índice se convierta en un gusano de los dibujos animados, una especie de ser intermedio entre morcilla dulce y el dedo de un mamut recién descongelado. ahora mi vida tiene sentido otra vez, hay algo de que quejarse y olor a tostadas en la cafetería. no puedo ser más feliz, me siento como en casa.

viernes, abril 08, 2005

entre trenes

voy en tren desde naxos a messina a ver una puesta de ópera en el teatro vittorio emanuele. nadie me garantiza la llegada en hora como para escuchar el primer acto de il bugiardo de goldoni. los trenes del sur de italia son así, imprevisibles, como a mi me gusta. no tengo diseñada ninguna estrategia de retorno para taormina cuando pase la medianoche. quizás a veces sea mejor perderse por ahí sin tener a mano la otra mitad del mapa. es un vacío agradable. tal vez pueda pasar la noche en un banco de la estación con mi vestido fabuloso de mil capitas de gasa y mis zapatillas rosa. podría taparme con mi mini saco de moahir y con una punta del abanico que llevo en mi mini bolso de noche. comparto vagón con dos ancianos de sombrero y tiradores que parecen ir también al teatro. hablan graciosamente en dialecto y me hacen chistecitos convencidos de que les entiendo algo. adoro el tono de vida de los sicilianos. todo parece lento y espeso en aquella isla. después de una noche de canto y luces otra vez espero el tren. pasará a las dos. si señores, tengo una certeza : un tren va a la peligrosa catania y me deja otra vez en el primer enclave griego en la isla: giardini-naxos, la base desde la cual puedo ascender al pueblo con vista al etna donde estoy instalada en il albergo del sole. todo es mucho más moderno y funcional de lo que puede imaginarse cualquier viajero que no ha pisado esta parte de la bota itálica. los bancos de la estación son modernos y con un diseño magnífico que los hace cómodos hasta para echarse una siestita. me hice de un amigo ocasional, un hombre de piel cetrina de unos treinta y cinco años. me invitó a un café latte, aun quedan cuarenta minutos para el tren. accedí encantada, su español es excelente.ni una gotita de acento italiano. me pide para hablar en español y monologa con encanto en una de las versiones más exquisitas que escuche de mi lengua natal. estudio en la cátedra de español de la universidad de palermo. me dijo que, para no olvidarse de su amado segundo idioma, lo usa por las noches, para rezar.