jueves, diciembre 23, 2004

entre los vasos

cuando cerre la puerta, el murcielago ya se habia marchado. prendi las luces del comedor y deje a rita lee hacer estruendo desde un disco en vivo. revise una serie de diarios viejos que habitan en el canasto de las piñas, junto a la estufa principal. revise la heladera. despues arrastre la valija hasta mi cuarto, escaleras arriba. si bien el verano esta corriendo, aun no llegaron las golondrinas que anidan en mi cabecera. y si estan, esta noche no se las escucha. seguramente esperaran a los primeros dias de enero para recibir parientes y hacer escandalosas clases de vuelo a las nueve de la mañana. esta fresco y el aire que sube desde el mar hacia la cima del cerro esta limpido. baje para apagar las luces y me cruce con el fauno que se arrodilla entre los palos de las sombrillas, como si yo no fuera a distinguir, en la osucuridad sus muslos enrulados y sus pezuñas. entre los vasos encontre un libro desconocido aun, el diario de la guerra del cerdo de bioy casares, ahora me lo devorare en la cama. estaba ahi, mezclado con tantos diaros - la especialidad de ese mueble consiste en atesorar todo tipo de diarios - pero destacaba por una mancha de excremento de murcielago o de pajaro en la tapa, ellos aman esa casa en el invierno. tambien las arañas se movilizan cuando la invadimos en verano, con tantos amigos y tantas botellas y brindis y comilonas y musica y bebes y a veces amantes y a veces artistas y tanto estruendo se lleva a los habitantes permanentes a un breve exilio en el monte. el silencio es inmenso asi que me quedo leyendo hasta que aparezca el primer rayo intruso, del sol.

miércoles, diciembre 22, 2004

último trip

cuando menos lo pensábamos el auto se rompió en el camino. en el medio de un largo y polvoriento camino, con el sol incrustándose en el piso y nadie a quien recurrir. quizás fue el calor, quizás la carga o la falta de agua o no se sabe que, pero aquella porquería está ahi, resoplando semi-fundida y no hay nadie para darnos una mano y nosotros aqui estamos, sin parar de pelearnos, metidos en el interior, tomándonos las últimas gotas de agua. mi cara está cubierta de ese polvo rojizo y áspero y ya se me notan las quemaduras incipientes de sol en un brazo, el que saqué por la ventanilla para manejar. me gustaria boxearte y dejarte la cara deformada como un ñoqui. me gustaría que cada vez que me gritás un maldito rayo te reviente y solo quede un poco de ceniza hirviendo. me gustaria que ahora mismo te cayeras en el camino y un biutre muy ansioso te devorara vivo el alma.

martes, diciembre 21, 2004

sombrilla de $ 12

me gusta pasearme con mi sombrilla japonesa. quizas, se pueda ver como un gesto de extravagancia pero a mi me proteje de quedar achicharrada bajo el sol vertical. me la compre hace unos años en una especie de tienda de variedades de donde me traje tambien el esqueleto a pilas que es capaz de levantarse de la tumba y sacudir la cadera con la musica de cambio de habito. mi sombrilla es de un papel violeta ordinario, que recuerda al que usaban antaño para envolver las manzanas en el mercado. las varillas estan toscamente adosadas al conjunto y barnizadas por un enemigo, pero me las ingenie para pintarle una serie de magnolias blancas en el interior con bordes en oro lo que le da una apariencia cara y sofisticada. el arte y la simulacion se dan un humedo y caliente beso frances.

lunes, diciembre 20, 2004

como en hollywood

me mezclo entre la gente y llego al salón principal que está muy oscuro y repleto de gente que transpira sin saberlo. atravieso toda el área por su lado más angosto para gestionar un daikiri de frutillas pero, como demora mucho, me llevo el de ananá. la gente se fayutea en forma sistemática y yo tengo pegadas dos o tres personas del brazo, una suerte de fans - ex compañeros de trabajo que me atomizan cada vez que me encuentran diciéndome lo buena que era y todo lo que me recuerdan - así que intento desprenderme de ellos y en lo posible caer en los brazos de algún enemigo o alguna mina bruja, alguien que me represente un desafío. por suerte me encuentro con el mero club de las minas mala onda. ellas están ahi, con las miradas perdidas en el vacío, comiendo chichle, todas vestidas iguales y odiando a las otras minas que son sus amigas y lucen igual ( bah, como son TAAAN amigas se compran la misma ropa, se arreglan juntas para salir y después se detestan porque están iguales ). hay alguien que insiste en cantar, es una linda chica pero suena como una perra que recién pisó un clavo grande, quizás la sacaron de un casting pero hubiera sido mejor que hiciera play back, aunque fuera de " caminito " by Julio Iglesias. todos están esperando la comida pero no hay ningún gesto que anuncie la inminencia de un catering, recorro otra vez cien metros y consigo una coca-cola. entonces vuelvo a recorrer la masa transpirante en la oscuridad, nadie baila, todos parecen estar sólo para ver quien llega pero no hay ninguna celebridad para que podamos criticar, ni siquiera una figurita de la tele...ah no...ahi viene aldo silva .... me saluda...ahhhhhh...misión cumplida.

domingo, diciembre 19, 2004

objetos

limpio y ordeno una serie de pequeños objetos que me acompañan y a los que a veces olvido en forma temporal. entre ellos hay cientos de pedazos de papel, trozos cortos de papel blanco, algunos escritos a mano, otros impresos, otros simplemente arrugados. tengo la fantasía que alguna vez, bajaré todos esos papeles y se los dedicaré a un juntapapeles y él se alejará con el carro rebosante, gigantesco, ladeado hacia un costado, con la cincha del caballo a punto de reventar, a paso lento por los caminos de la noche.

sábado, diciembre 18, 2004

maria magdalena

entró y tiró la mochila en el sofá, junto a la puerta. se despojó de todo lo que traía encima y se metió bajo las sábanas. apagó la luz y se quedó ahí, esperándolo, mientras lloraba en silencio.